Por Gustavo Costa von Buchwald

Uno de los personajes más complejos y estudiados en el planeta Tierra, ícono de las sociedades occidentales dentro del arte plástico, es sin duda el pintor holandés Vincent van Gogh (1853-1890). Su capacidad de comunicar y plasmar dos expresiones humanas al mismo tiempo. Transmitir la verdad básica común de la existencia humana como el amor, creencias, sufrimiento, a través de un medio técnico que incluye la figura, el color, la escala y moldeado. Esta nueva forma de expresión fue directo al torrente sanguíneo del arte universal.

“Hay dos cosas que siguen eternamente ciertas y que en mi opinión se complementan entre sí: no apagues tu inspiración y el poder de imaginación, no te conviertas en un esclavo del modelo; y la otra, toma un modelo y estúdialo, porque de lo contrario tu inspiración no se podría materializar”. (Van Gogh, carta su hermano Theo, La Haya, 5 de noviembre 1882).

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Las cartas a su hermano Theo van Gogh

Las cartas a su hermano Theodorus ‘Theo’ van Gogh (1857-1891) son un registro supremamente elocuente de la forma de su arte y la vida de Van Gogh y de cómo interactuaban entre sí. Para los expertos el Van Gogh artista no poseía un talento innato, algo que en cambio sí poseía el Van Gogh escritor. Su estilo era contagioso, no solo hablaba de arte y de los avances que se producían en la sociedad, sino de su propio comportamiento. Theo era su hermano predilecto y amigo, su alma gemela. También se carteó con otras personas como su hermana Willemien o los artistas Anthon van Rappard, Paul Gauguin y Emile Bernard. En términos generales, las cartas son un autorretrato incisivo del artista.

Las tumbas de Vincent y Theo Van Gogh en Auvers-sur-Oise, un pueblo de artistas a 30 kilómetros al norte de París. Foto: Shutterstock

Fue en 1893, solo tres años después del suicidio de Vincent, cuando apareció en la revista literaria Mercure de France el primer lote de sus cartas a su hermano Theo. Emile Bernard, amigo y corresponsal de Vincent, que ya había organizado exposiciones conmemorativas de su obra, fue el responsable de su publicación. Posteriormente se imprimieron más cartas en la misma revista y la viuda Mme. J. van Gogh-Bonger, esposa de Theo, marchante de arte, se dio a la tarea de transcribir y editar toda la secuencia de cartas a lo largo de dieciocho años, que Theo había conservado tan fielmente. La primera edición recopilada se publicó en 1914, y desde entonces han salido a la luz más cartas. En total, se sabe que sobrevivieron 670 de las cartas que Vincent le escribió a Theo.

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A diferencia de lo que la gente piensa de Van Gogh, la locura, dolor, desesperación que lo impulsaron a cortarse la oreja, pobreza desoladora, melancolía que lo llevaron a quitarse la vida, las cartas dicen lo contrario. En su carta a Theo, La Haya 21 de junio de 1882 nos dice así;

“Qué soy yo a los ojos de la gente ¿Un nadie o una rareza o una persona desagradable, alguien que no tiene y no tendrá una posición en la sociedad?, en resumen, estoy un poco más bajo que lo más bajo. Muy bien, suponiendo que todo es realmente así, entonces a través de mi trabajo me gustaría mostrar lo que hay en el corazón de un raro, de un don nadie”.

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Se ve a un hombre que se comprometió con su trabajo, decidido, con tesón infatigable y sus creencias al más alto grado. Unas semanas antes de su muerte, le dice a su hermano Theo, carta en Drenthe, 11 de noviembre de 1883; “cuando me llegue la hora, espero irme echando la vista atrás, con cariño y tristeza y pensando en todos aquellos cuadros que habría pintado”. Modestamente pensaría en un hombre con los pies en la tierra y no en el loco de pelo rojo.

Un visitante observa un autorretrato de Vincent van Gogh en el Museo d'Orsay en París, Francia (2019). Foto: Shutterstock

Cronológicamente es necesario estudiar a este artista porque sus vivencias se reflejan en sus obras. Nace en 1853, muere en 1890. Holanda 1881-1885. París 1886-1888. Arles 1888-1889. Saint-Rémy-1889-1890. Auvers-Sur-Oise. Mayo-julio 1890.

Finalmente uno llega a la imagen total de Van Gogh con las cartas a Theo. Precisamente donde las propias pinturas tienden más fácilmente a engañar, con su energía dinámica y sus colores arbitrarios, estos escritos del artista ofrecen un firme correctivo de lo que fue su pensamiento y actuar.

Van Gogh en cifras dejó un ingente corpus artístico: 860 obras, 1.200 obras en papel, entre dibujos, esbozos, acuarelas, litografías y aguafuertes, 820 cartas. La gran mayoría de sus obras están en el Van Gogh Museum de Ámsterdam, en otros museos y colecciones privadas. Adicionalmente existen presentaciones audiovisuales en 3D, como Beyond Van Gogh: The Immersive Experience, que acercarán a las nuevas generaciones a este personaje del arte plástico.

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En Ecuador se podrán apreciar sus obras de la mano de la tecnología cuando en 2023 esté lista Van Gogh inmersivo, una muestra que ha recorrido el mundo atrayendo a millones de visitantes.