El aceite se ha vuelto un ingrediente esencial en la cocina y en la alimentación, más que todo por la amplia variedad que existe. Hay aceites de distintos orígenes, animales y vegetales, y cada uno puede tener diferentes utilidades.

Aunque la mayoría de aceites contengan ácidos grasos, polifenoles, antioxidantes y vitamina E, sustancias necesarias para el cuerpo, muchos son dañinos para la salud en general. Incluso aquellos que provienen de vegetales, frutas o semillas.

David Gillespie, autor del libro ‘Toxic Oils’ (Aceites Tóxicos, en español), realizó una investigación sobre la calidad de los aceites que consumen las personas. El aceite de girasol, uno de los más populares en las cocinas, está ligado a enfermedades neuronales y al cáncer. Esta idea la apoya una investigación de la Universidad del País Vasco.

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El aceite de maíz es otro tipo de sustancias que puede ser dañina, en este caso, si se lo consume cocinado. El aceite de maíz, según Gillespie, es mejor ingerirlo crudo. Asimismo se cataloga al aceite de canola, que es considerado tóxico.

Entonces, ¿cuál es el mejor aceite para cocinar?

La respuesta la tiene la nutricionista Diana Beatriz Estrada Rodríguez, licenciada de la Universidad Nacional Autónoma de Hidalgo. Según Estrada, el aceite más recomendable para cocinar es el aceite de olivo.

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“En muchos estudios hechos en ratones se ha encontrado que el aceite de olivo genera menos inflamación en el cuerpo y menos estrés oxidativo, además de que reduce los riesgos cardiovasculares”, explicó la nutricionista.

Su afirmación fue secundada por Martin Grootveld de la Universidad de Monfort, que asegura que el aceite de oliva tiene bajos niveles de componentes tóxicos. Sin embargo, el experto afirma que “si pudiera elegir entre manteca de cerdo y grasas poliinsaturadas, elegiría siempre lo primero”.

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Mariana Valdés, académica de nutrición en la Universidad Nacional Autónoma de México explicó las ventajas y desventajas de ciertos aceites. Los aceites líquidos, por ejemplo, tienen mayor abundancia de ácidos grasos insaturados, que tienen beneficios.

La margarina, que es considerado un aceite sólido, es más perjudicial, al igual que las mantecas y mantequillas. El aceite de coco tampoco es recomendable, ya que tienen ácidos grasos saturados, como en las grasas de origen animal. (I)