Criollos, al ajillo, con salsa, maduro y el infaltable cocolón. Los cangrejeros, los verdaderos, no necesitan una fecha especial para sentarse a ‘martillar’. Van en grupos o solos, no son noveleros, de aquellos que aparecen antes de las vedas. Tienen sus lugares favoritos para disfrutar de sus ‘rojitos’ y en algunos casos se los conocen como ‘socios’ de sus huecas predilectas. Al menos así los llaman en La Sociedad del Cangrejo (avenida Miguel H. Alcívar y Víctor Hugo Sicouret), el restaurante que convirtió a este crustáceo en su preparación estrella y que recientemente cumplió 10 años de actividades en Guayaquil, con miras a expandirse a otro sector de la ciudad.

Sobrevivieron a la pandemia, como muchos negocios, reforzando su servicio de entregas a domicilios y volviéndose más cercanos a su clientela, reconociendo sus preferencias y complaciendo, a través de su sazón, a los más exigentes paladares. Las recetas, detrás de cada uno de los platos que se sirven en el restaurante, surgieron en su mayoría en las cangrejadas que organizaba Jennifer Nájera Lasso para sus amigos. “Yo salí de trabajar como gerente de producción de un canal, me preguntaba a qué me dedicaría y me fui a la playa como dos meses a descansar y buscaba el pretexto para quedarme allá. Casi todas las opciones que se me venían a la cabeza tenían que ver con servicio al cliente. Yo siempre fui la típica persona que invitaba a todos a comer cangrejos a la casa, yo misma los preparaba, la receta la fui descubriendo en el camino, me planteé tener un restaurante de especialidades donde el fuerte sea el cangrejo y lo conversé con mi mejor amigo y con él empezamos”, dice Nájera.

Su propuesta era clara, quería que el restaurante tuviera un concepto propio, que no fuera solo un cangrejal, que se viviera una experiencia distinta. Así los detalles más pequeños como los menús tienen forma de tabla para cangrejos, las lámparas, los servilleteros e incluso las paredes muestran la pasión con que La Sociedad del Cangrejo recibe a sus socios, en las buenas y en las vedas, como dicta uno de sus mandamientos ‘cangrejeros’.

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Cangrejos criollos de La Sociedad del Cangrejo. Foto cortesía

Nájera, quien empezó de forma empírica en la cocina, se especializó como chef para conocer a profundidad los procedimientos y técnicas culinarias que luego tomaron forma en alrededor de 15 especialidades. “Comenzamos a preparar recetas, las recetas de los cangrejos criollos ya estaban, luego vino la receta del ajillo, con el gusto de mi entonces socio Arturo, y luego comenzamos a hacer platos clásicos que no debían faltar. Desde el primer día tenemos las canastitas de verde rellenas que se han mantenido durante 10 años”, cuenta.

En este tiempo, revela, sus socios también les han enseñado a ‘cangrejear’. En su menú inicial, no se tenía previsto cocolón como parte de la propuesta pero fueron los comensales quienes, por petición constante, lograron que este sea parte de la carta. “Cuando abrimos, desde el día uno, nos pedían: deme unos cangrejitos, la salsita, y deme una porción de cocolón. No teníamos y le pedimos al chef de esa época que nos hiciera, lo hacíamos por acolite, y después de unas semanas ya el cocolón lo hacíamos por libra y hoy por hoy, nuestros platos más vendidos son hechos a base de cocolón. Fuimos descubriendo qué les gustaba a nuestros socios”, menciona la guayaquileña.

La Sociedad del cangrejo tiene preparaciones como El volcán del cangrejo, El favorito del socio, caldo de bola de cangrejo, bollo de cangrejo, camarones, arroces con mariscos, cazuela, sopa marinera, trilogía marinera, entre otros.

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El local tiene capacidad para 98 personas, con atención de lunes a sábado, de 12:30 a 22:00 y los domingos hasta las 19:00. (I)


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