El artista coreano de R&B y hiphop Shin Hyo-seob, conocido por su nombre artístico Crush, ha ganado notoriedad en los últimos días por las razones incorrectas: fue acusado de negarse a darles la mano a dos fanáticas negras que asistieron a su show en el Festival 2022 Someday Pleroma, en el teatro al aire libre de la Universidad de Yonsei, en Seúl.

Lo cual, hicieron notar medios especializados en entretenimiento coreano, es sorprendente ya que en 2020 Crush fue uno de los principales voceros contra el racismo hacia personas negras. Sus fanes han hecho notar que, por ejemplo, ha donado hacia el movimiento Black Lives Matter y el Fondo en Memoria de George Floyd, y que el artista ha crecido desde su primer traspié con el racismo, en 2016, cuando cantó en el programa King of Masked Singer con una máscara que representaba a un personaje negro de una serie animada coreana de la década de 1980.

Crush pasa por un momento de especial notoriedad tras colaborar con el integrante de la banda BTS J-Hope en la canción Rush Hour, que sobrepasó los 27 millones de vistas en cuestión de semanas.

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El 10 de octubre, el cantante hizo un comunicado en inglés en Instagram, para explicar que no trató de evadir a las jóvenes, sino que tuvo que abstenerse de chocar las manos con personas en ciertas áreas por motivos de seguridad, ya que la gente de esas secciones estaba acercándose demasiado a las barandas y los que se encontraban en primera fila estaban siendo aplastados.

Para evitar más conmoción, prefirió no acercarse e hizo el gesto que se le reprocha: a la distancia, levantó ambas manos haciendo al público la señal de que retrocedieran. “Amo a cada uno de mis fanes y nunca discriminaría ni favorecería a ninguno”.

Los fanáticos de Crush acudieron rápidamente en defensa de su idol, algunos de manera agresiva, pero otros asistentes al espectáculo proveyeron algo útil: videos desde otros ángulos del recinto, en el que se percibe que el artista señala a la multitud que tenga cuidado, en un momento en que se lanzan hacia él.

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Fanes de BTS, un colectivo conocido como Army, identificaron a la persona que hizo las acusaciones y descubrieron que se ha quejado de otros artistas a los que ha ido a ver en Corea del Sur. “Todo lo que quiero es interacción”, mencionó la joven sobre su encuentro con el grupo Ateez al salir de una estación de radio. “Estoy triste porque no me hicieron de la mano ni miraron en mi dirección. ¿Cuál es su problema?”.

Añadió que estaba cansada de ser ignorada y discriminada por sus ídolos. Lo de Crush fue el colmo, pues asegura que evitó darles la mano a su amiga y a ella, les hizo la señal de “no” y luego siguió saludando a otras personas. “¡No creo que Crush deba salirse con la suya en esto! Quiero que la gente sepa lo que hizo”. Desde entonces, la persona ha borrado su cuenta en redes sociales. (E)