El carisma y la pasión por ejecutar obras benéficas convirtieron a Diana de Gales en la “princesa del pueblo” que en un determinado momento de su vida se transformó en una mujer empoderada, cuando ya no tenía nada que ver con la realeza.

El rol de madre era su prioridad: la princesa Diana fue capaz de romper el protocolo y quitarse los zapatos para celebrar el Día de las Madres en la escuela de William

Y es que antes de su divorcio del ahora rey Carlos III, supo imponerse con su personalidad y con su estilo en cada una de sus apariciones públicas.

Pero, uno de los hechos que llamó la atención de la prensa fueron los looks que llevó en cuanto a su cabellera, un hecho que recordó su estilista personal Sam McKnight.

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En una publicación de la revista Vogue, el famoso peluquero habló de su relación con Diana y de cómo fue su paso al mítico corte pixie que la convirtió en una mujer poderosa.

McKnight ha sido colaborador de belleza de la edición británica de Vogue y por siete años acompañó a Lady Di hasta su muerte en 1997, refiere una publicación del mismo medio.

“No llevaba un gran séquito, pero en los siete años que pasé con ella, la acompañé al extranjero varias veces incluidas visitas a la Madre Teresa en la India y a campos de refugiados en la frontera afgana”, contó para una edición de noviembre de 2022, época en la que algunos seguidores estaban sumergidos en la quinta temporada de The Crown.

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El profesional recordó que fue en 1991, el año en que conoció y manipuló por primera vez el cabello de Diana de Gales.

“¿Qué le harías a mi pelo si pudieras hacer lo que quisieras?”, le preguntó ella en aquel entonces y McKnight no dudó en responder.

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Esa vez “falseó” un poco su cabello corto para el reportaje que preparaba Vogue de la mano de la fallecida editora Anna Harvey y el fotógrafo Patrick Demarchelier.

“Le dije que yo se lo cortaría, lo dejaría corto y empezaría de cero”, contó al magazine. Esta sería la puerta que cruzaría la “princesa de corazones” para modernizar su cabellera y dejar atrás todo lo que había reflejado en los años 80, llevando varias versiones en su voluminoso cabello. De aquí surgió su corte pixie.

“Nos queríamos alejar de las grandes mangas abullonadas y acercarnos a una mujer de negocios mucho más estilizada y poderosa. Nos costó un par de años llegar a ese punto con ella, pero al final lo conseguimos”, sostuvo.

Y es que, según su relato, Diana se mantuvo en su zona de confort pues le costaba dejar a un lado las permanentes, las cuales a veces se hacía a escondidas, entonces era Sam McKnight quien debía alisar su cabello que lucía la mayor parte del tiempo esponjoso.

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Cuatro vestidos emblemáticos que lució la princesa Diana del mismo diseñador que creó el traje de la reina Camilla para la coronación

“Tardé dos años en quitarle la manía de esas permanentes tan rancias. Tuve que convencerla de que no le hacían falta”, recordó.

Fue allí donde finalmente dio el paso y ya siendo una mujer divorciada apostó por el cambio de su apariencia, no solo en su cabello con aquel corte pixie, sino también en su armario, lo que la llevó a una nueva etapa de su vida donde se sentía más moderna, elegante y con la mejor disposición de enfrentarse al mundo.

“No solo fue su look lo que cobró nueva vida después del divorcio. También lo hizo ella”, expresó el estilista refiriéndose a su liberación personal.

Para Sam fue el mejor ejemplo de cómo un corte de cabello puede ayudar a pasar la página en la vida. (E)

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