El actor francés Jean-Paul Belmondo, uno de los intérpretes más consagrados del cine francés, falleció este lunes en su domicilio en París a la edad de 88 años, anunció su abogado a la AFP.

“Estaba muy cansado desde hacía algún tiempo. Se apagó tranquilamente” precisó su abogado, Michel Godest. Apodado en el mundo del cine como “Bébel”, Belmondo participó en 80 películas, algunas de ellas inolvidables, como “À bout de souffle” (“Sin aliento”, “Al filo de la escapada”) o “L’homme de Rio” (“El hombre de Rio”).

Belmondo, una de las últimas grandes estrellas populares de su generación, junto a Alain Delon o Brigitte Bardot, desapareció casi totalmente de las pantallas de cine desde que sufrió un accidente vascular cerebral en 2001.

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La fama por casualidad

Su fama llegó, sin embargo, de la mano de Jean-Luc Godard, reputado director de la Nouvelle Vague, a cuyas órdenes daría vida a un cautivador delincuente en la icónica “À bout de souffle” (“Sin aliento”, “Al filo de la escapada”, 1960).

“Venga a mi habitación, haremos una película y le daré 50.000 francos”, le dijo entonces Godard a Belmondo, con quien se había cruzado en la calle. El intérprete no tenía aún 30 años.

En esta fotografía de archivo tomada el 1 de enero de 1960, Jean-Paul Belmondo, una de las estrellas de la pantalla más grandes de Francia y un símbolo del cine New Wave de la década de 1960, posa durante sus vacaciones de deportes de invierno en Essonne, Francia.

Después del éxito de la película, los realizadores “venían a mí” relataría Belmondo en 2016 en un libro de recuerdos, “Mille vies valent mieux qu’une” (“Mil vidas valen más que una”).

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Un actor físico

Belmondo actuó a las órdenes de los más reconocidos directores de la época, como Vittorio de Sica, François Truffaut, Claude Chabrol, Alain Resnais o Claude Lelouch.

Además de ocupar un rol central en la Nouvelle Vague, “Bébel” también dejó la huella de un actor físico, amante de las peleas, cultivando una gran dosis de humor, como hizo en “Le cerveau” (“El cerebro”, 1969).

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Su físico de boxeador le valdría populares éxitos en “L’homme de Rio” (“El Hombre de Río”, 1964) de Philippe De Broca, “Le Professionnel” (“El profesional”, 1981) de Georges Lautner o “L’as des as” (“As de ases”, 1982), de Gérard Oury.

Su carrera estuvo así sembrada de éxitos, a los que se suman “Pierrot le fou” (Pierrot el loco, 1965) de Godard o “Itinéraire d’un enfant gâté (El imperio del león, 1988) de Lelouch, por el que ganó un César al mejor actor.

Sin embargo, un accidente cerebrovascular, en 2001, eclipsó su estrella y lo hizo desaparecer prácticamente de la pantalla. Pero siguió siendo uno de los referentes del séptimo arte, “uno de los últimos héroes del cine francés”, para el actor Jean Dujardin.

El Festival de Cannes recompensó el conjunto de su carrera con una Palma de honor en 2011 y la Mostra de Venecia con un León de Oro un lustro más tarde.

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Tanto el de Cannes como el festival de Venecia rindieron homenaje el lunes a “Bébel”, elogiándolo como hombre y actor “generoso”, además de como “icono” del cine.

Por su parte, la actriz italiana Claudia Cardinale, que trabajó con Belmondo en películas como “Cartouche” (1962) o “El clan de los marselleses” (1972), dijo estar “conmocionada” por su muerte y que el actor fue “la imagen misma de la vitalidad”.

“Franca sonrisa”

Nacido el 9 de abril de 1933 en Neuilly-sur-Seine, un suburbio acomodado de París, Belmondo se crio en una familia de artistas. Su padre, de origen italiano, era un reconocido escultor.

En esta fotografía de archivo tomada el 29 de noviembre de 1968, el actor Jean-Paul Belmondo, una de las estrellas de la pantalla más importantes de Francia y símbolo del cine New Wave de los años 60, y la actriz suiza Ursula Andress a su llegada al aeropuerto de Orly, al sur de París. (Foto de AFP) Foto: -- -

La vida amorosa de este seductor eternamente bronceado alimentó la prensa del corazón. Tras el divorcio con su segunda esposa, la vedette Natty, mantuvo una relación con una exmodelo belga, de la que finalmente se separó en 2012.

Belmondo era padre de cuatro hijos: Patricia (fallecida trágicamente), Florence, Paul y Stella, a quien tuvo a los 70 años.

Jean-Paul Belmondo “ha ido a reunirse con sus viejos amigos del Conservatorio”, escribió su familia en un un comunicado, sobre la muerte de este “pilar”, cuya “franca sonrisa siempre estará ahí”. (I)