El coronavirus ha afectado a decenas de estrellas del cine y Gwyneth Paltrow fue una víctima más. La actriz reveló que dio positivo por COVID-19 el año pasado y las secuelas permanecen en su organismo durante ya una larga temporada.

La ganadora del Óscar confesó que después de haber superado el virus se encontraba ‘fatal’ y que decidió acudir al hospital a que le hiciesen un chequeo por precaución, dijo en la web de Goop.

“Tuve COVID-19 al principio, y me dejó fatiga y confusión mental como secuelas”. Continúa explicando Paltrow a medios estadounidenses: “En enero me hicieron algunas pruebas que mostraron niveles realmente altos de inflamación en mi cuerpo. Así que recurrí a uno de los expertos más inteligentes que conozco en este campo, el médico de medicina funcional Will Cole. Después de ver todos mis análisis, me explicó que este era un caso en el que el proceso de curación iba a ser más largo de lo habitual”.

Publicidad

Desde entonces la inolvidable intérprete de Glee se ha dedicado a cuidar su alimentación basándose en la famosa dieta Keto (muchos vegetales y proteínas casi sin carbohidratos) y ha eliminado casi en absoluto el consumo de alcohol y azúcar.

“He estado cocinando mucho, y algo que es realmente delicioso: el otro día hice vieiras con alcaparras crujientes y salvia, espárragos con vinagreta de tocino y algunas alcachofas rellenas de hierbas y ajo”. Una dieta que asegura le está aportando a su salud y estilo de vida.

La intérprete experimentó el confinamiento con dos de sus hijos y ha explicado cómo lo han sobrellevado. Confiesa que el pequeño es el que ‘más ha sufrido’ pero que con el pasar del tiempo encontró una salida al aislamiento.

Publicidad

“Creo que es muy difícil tener 14 años (...), es difícil para los que todavía están en las etapas de desarrollo más intensas. Mi hija tiene 16 años, sabe quién es y tiene amigos. Mi hijo habría comenzado la escuela secundaria en septiembre. Pienso que es duro socialmente”, termina de contar en su web. (E)