Con una herencia de alrededor de 42.370 millones de dólares, Francoise Bettencourt es la mujer más rica del mundo al heredar también el imperio de la belleza más importante de todos, L’Oréal, lo que le permitió aumentar su fortuna a nada menos que 66 mil millones de dólares.

Bettencourt, de 68 años de edad, es la hija de la fallecida Liliane Bettencourt, principal accionista de la empresa francesa de cosméticos y belleza. Su madre murió en septiembre del 2017 y desde entonces, aumentó su fortuna en un 50% y ahora lucha contra una “cárcel de oro” al tener tanto dinero, escribió As.

De limpiabotas a triple campeón del mundo: Pelé en su adolescencia debió convencer a su madre que triunfaria en el futbol a diferencia de su padre

La heredera del imperio L’Oréal es la mujer más rica del mundo

La mujer, a pesar de que es la más millonaria del mundo, lleva una vida discreta y se mantiene alejada de los focos, aunque su bondad es grande y se caracteriza por apoyar proyectos, sobre todo en la ciencia y la medicina.

Publicidad

A Bettencourt no le pesa invertir su dinero en proyectos científicos, artísticos y culturales, como la reconstrucción de la catedral de Nôtre Damme, donde donó nada más y nada menos que 226 millones de euros.

Francoise lleva una vida discreta y según los que tienen el privilegio de conocerla, su vida en París es sencilla, disfrutando de los parques franceses y sin utilizar jets privados para sus viajes.

Es una apasionada de la literatura y el arte, y sus allegados afirman que se siente en una “cárcel de oro”, sin saber qué hacer con tanto dinero.

Publicidad

Sorprendentemente, nunca concede entrevistas y en cambio, prefiere mantenerse en un segundo plano concentrada en su empresa.

Sus actividades filantrópicas las desarrolla a través de la Bettencourt Schueller Foundation, donde es la presidenta. En dicha fundación apoya proyectos científicos, culturales y artísticos.

Publicidad

Además, cada año entregan los premios Bettencourt para jóvenes investigadores a 14 nuevos doctores en ciencias o medicina para que hagan sus postgrados.

También está el premio Bettencourt “Coups d’élan pour la recherche française” que cada año premia a los laboratorios públicos de investigación biomédica por mejorar su infraestructura y condiciones de trabajo de los investigadores en ciencias de la vida.

Entre sus labores filantrópicas, también apoyó proyectos de investigación en neurociencia y autismo. Además de invertir en empresas de artesanía.

Francoise estudió relaciones internacionales judío-cristianas. Está casada con un hombre judío y ella misma se convirtió al judaísmo.

Publicidad

Otra de las facetas de Bettencourt es la escritura. Entre sus obras literarias, lanzó nueve volúmenes de cinco tomos llamado “Una Mirada a la Biblia” en el que diserta sobre la importancia de las relaciones entre el cristianismo y el judaísmo. También escribió un libro sobre mitología llamado “Los Dioses Griegos”.

Francoise Bettencourt tiene dos hijos. El mayor se llama Jean-Victor y el menor Nicolás, ambos asumieron buena parte de las responsabilidades en la empresa L’Oreal.

De los dos, Jean-Victor es el más reconocido, ya que, en el 2011, por decisión de un juez, se convirtió en el tutor de su abuela, que a sus 88 años ya daba indicios de padecer Alzheimer. Sin embargo, ambos hijos de la milmillonaria mantienen vidas discretas y también se alejaron de los focos. (E)

Te recomendamos estas noticias