A dos semanas de haber entrado a Soy el mejor (TC Televisión), y con la experiencia de su primera ronda de baile, María José Blum siente que le ha ido mejor de lo que esperaba, y aguarda su próximo turno en el escenario, este lunes 30 de enero, con el género pop tropical.

Es un reto para ella, que ha estado haciendo coreografías durante los últimos años, pero con una orientación distinta, para el público infantil, en el programa digital Guinguiringongo (en YouTube), en el que interpreta al personaje de Magito. Allí había podido usar parte de su aprendizaje en la juventud, específicamente en Danzas Jazz, con José Miguel Salem. “No soy bailarina profesional, no tengo título, pero tengo una base que me sirve”.

Veinte años después de ser una de las ganadoras del reality musical Popstars (Teleamazonas), María José encontró una televisión transformada. Lo primero que notó fue la velocidad con la que su público espera contenido. “Tienes que dar información constante, no puedes detenerte, siempre contando algo, porque si no, no enganchas”. Si Kiruba fue su escuela en la adolescencia, ahora está contenta de unirse a lo que ella llama “la escuelita de Soy el mejor”.

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Su llegada al reality de TC fue “simplemente pasó”, explica. No es la primera vez allí, anteriormente acompañó a Juan Carlos Román en una ronda especial en honor a artistas nacionales, entre los cuales estuvo Kiruba. “Me invitó a ser parte del del show, mis amigas de Kiruba mandaron un video, y a los meses me llamaron a hacer la propuesta”.

Demoró en responder, porque estaba pensando en Guinguiringongo. “Es un producto que cuido muchísimo, y también mi imagen, que he construido durante años”. Uno de sus límites son los bailes eróticos, trajes que la expongan demasiado o las canciones con letras explícitas. “Va en contra de lo que soy, y por nada del mundo lo haría, tengo una imagen construida. Respeto que cada uno bueno se muestre de la manera que quiere, pero personalmente no me siento cómoda”.

Foto: José Beltrán

Admite que le preocupa el tema, pero está optimista. “Estoy viendo que todo está perfectamente bien puesto; el coreógrafo que trabaja conmigo (Jacobo Olaya) me permite mantener esa línea y que yo elija lo que me voy a poner. Prefiero tener un atuendo acorde a lo que soy”.

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¿Y cuando llegue una ronda de reguetón? Sería una decisión grande, dice. “Tal vez tendré que poner sensualidad, porque creo que sensualidad y erotismo son términos diferentes; también pienso que el programa cuida eso, porque hay niños que lo ven”.

María José, Majito y Magito, tres facetas de una artista

Desde el inicio de la pandemia el proyecto Guinguiringongo empezó a estructurarse. “Tenía en mi cabeza la idea de dejar en los niños una huella con un producto de buena calidad; en esos meses perdimos el control con los niños y les dejamos ver todo lo que pudieran y consumir los medios digitales, porque estábamos encerrados. Siento que vieron más de lo que deberían, mucha información basura que los cría de manera equivocada”.

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Así crearon un show al que imprimeron la velocidad de los contenidos actuales para niños, incluso tiene un perfil en TikTok, y desde allí hacen una cruzada por los buenos modales, “saludar, trabajar en equipo, no hacer bullying (acoso escolar)”.

Con ella está Prisca Bustamante, la Mamina, abuelita de Magito; Maribel Solínes, en una versión divertida de la antagónica Bruja Maruja, y Alejandro Chávez, el amigo con el que Magito vive sus aventuras y cumple ciertas misiones.

María José asegura que siempre ha sido ella quien toma las decisiones en cuestiones laborales. “Analizo muy bien el proyecto, que no vaya en contra de mi esencia, y ahora que soy mamá mucho más, porque mis hijas van a crecer y me gustaría ser un ejemplo para ellas, indistintamente de qué camino tomen”.

Reconoce que la instan a que se involucre más en redes sociales, que publique más contenido, pero que la mayor parte de lo que se ve en su muro es su día a día. “Puse una historia limpiando mi casa, y la gente comentaba sorprendida: ‘Majito, no sabía que tú hacías de todo’. Hago el almuerzo de mis hijas todos los días, voy a recogerlas a la escuela, les doy de comer y me voy al canal. Soy una mujer común y corriente, mamá ‘luchona’ a tiempo completo. La parte profesional, que se acople a mi tiempo de mamá, porque mi prioridad siempre van a ser mis hijas y mi esposo”.

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Esa parte profesional incluye su actividad como una de las voces de la Emotion Band, que el pasado 20 de enero musicalizó el show Picnic Retro en el Guayaquil Country Club.

En este grupo uno de sus compañeros es el también competidor de Soy el mejor Juan Carlos Román. “Él fue el que me ‘hinchoneó’ a que vaya al programa, me dijo ‘Es chévere, vamos’”. Y aquí es donde María José demuestra que habla en serio cuando dice que su tiempo profesional tiene límites. “El proyecto (Soy el mejor) lo tomé por corto tiempo, quería ver si me acoplaba, así que todavía no podría decir cuánto tiempo voy a quedarme, pero mientras esté, voy a dar el 100 % de mí, le estoy poniendo muchísimas ganas”.

¿Qué opinan sus hijas (7 y 10 años)? “Ellas están felices y me apoyan full, la primera vez estaban emocionadas y ahora están esperando que me toque bailar de nuevo”.

Una vez Kiruba, siempre Kiruba: el grupo sigue unido, aunque la pandemia truncó su gira

Para 2020, Kiruba había proyectado hacer una gira a la que incorporarían sus nuevas canciones (Se me fue, Alma). Pero en la pandemia, las integrantes tomaron direcciones diferentes, cuenta María José. “Tenemos un grupo de WhatsApp en el que hablamos siempre, porque nuestro compañerismo va más allá, somos familia, crecimos y maduramos juntas”.

Hacer conciertos se ha complicado, Gabriela Villalba está en Australia, Cecilia Calle en Miami, y Diana Rueda y Mariela Nazareno viven en Quito. María José Blum es la única que reside en Guayaquil. “Quisiéramos, pero vamos a ver”.

Creen que el público ecuatoriano también tiene ganas de ver ese reencuentro. “A veces canto con la banda (Emotion) una canción de Kiruba, y la gente se vuelve loca”. El tema que más le piden es el del debut, de 2003, Quisiera. “Siempre va a ser un honor interpretar algo de Kiruba, ahí nací yo”. (E)