El príncipe Enrique, duque de Sussex, declaró este fin de semana que no es seguro para él viajar al Reino Unido con su esposa, Meghan Markle, y con sus hijos, Archie y Lilibet, por falta de seguridad. Esto les impediría estar en el jubileo de platino de la reina Isabel II en los próximos meses.

Harry además ha apelado la decisión del gobierno británico, que le impide buscar protección policial cuando esté en el país, según recogieron medios de habla inglesa como la BBC, People, Marie Claire y Harper’s Bazaar UK.

El pasado 15 de enero, el representante legal de Enrique presentó un comunicado informando por qué la familia del duque necesita protección extra, a más de la seguridad privada.

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El príncipe heredó un riesgo de seguridad al nacer. Sigue siendo el sexto en línea al trono, sirvió dos temporadas de combate en Afganistán, y en años recientes su familia ha recibido amenazas de grupos neonazis y extremistas, todas documentadas”, alegó. “Aunque su rol en la institución ha cambiado, su perfil no”.

En 1974, la princesa Ana, tía de Enrique y única hija de Isabell II, y miembro de la realeza que no recibe protección a tiempo completo, sufrió un intento de secuestro, y su oficial de seguridad recibió disparos.

Enrique se siente incapaz de regresar a su patria, pues afirma que su equipo de seguridad privada necesita acceso a la inteligencia británica para hacer bien su trabajo, lo cual le fue negado.

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“Este equipo no puede replicar la protección policial necesaria en el Reino Unido. Sin esa protección, el príncipe y su familia no pueden regresar a su hogar”, expresa también el comunicado oficial, y relata que en julio de 2021, en la inauguración de la estatua de su madre, la princesa Diana, hubo dificultades en las medidas de seguridad.

“En 2020, el duque ofreció pagar para que la policía lo resguarde a él y a su familia. Esa oferta no fue considerada. Permanece dispuesto a pagar el costo de la seguridad, para no ser gravoso en los contribuyentes británicos”.

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El documento concluye recordando que otros personajes que han dejado el servicio público reciben protección policial sin costo para ellos.

Enrique y Meghan renunciaron a sus deberes como parte de la familia real británica hace dos años, perdiendo su protección pagada con dineros públicos.

Omid Scobie, editor especializado en realeza y autor del libro Finding Freedom, sobre el rompimiento de los duques de Sussex con la realeza, escribió en un artículo para el medio digital @theipaper que mientras Enrique tuvo que volverse totalmente autosuficiente, el príncipe Andrés continuará viviendo una vida de lujo, a pesar de haber sido despojado de sus honores reales.

Sin embargo, Enrique no goza de las simpatías de muchos de sus conciudadanos. El diario The Sun publicó hace pocas horas una exclusiva en la que el presentador de televisión Piers Morgan lo tilda de hipócrita y sostiene que la actitud del príncipe es lo último que la reina necesita en estos momentos. (E)

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