La muerte de la reina Isabel II dejó un vacío muy grande, no solo para sus hijos y nietos, sino para sus nueras, que tenían una relación muy estrecha con la monarca.

Sarah Ferguson, la exesposa del príncipe Andrés, compartió un emotivo mensaje en redes sociales en el que llama a la reina “la suegra y amiga más increíble”.

En su publicación, acompañada de una foto de Isabel II, ‘Fergie’ escribió: “Estoy desconsolada por el fallecimiento de Su Majestad la Reina. Ella deja un legado extraordinario: el ejemplo más fantástico de deber, servicio y constancia, y una presencia constante como nuestra jefa de Estado durante más de 70 años”.

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“Siempre le estaré agradecida por la generosidad que me mostró al permanecer cerca de mí incluso después de mi divorcio”, añadió Ferguson, quien estuvo casada con Andrés por diez años, hasta que se divorciaron en 1996. La Duquesa de York, sin embargo, nunca se desligó de la Familia Real, pues continuó viviendo con el príncipe y sus hijas.

En una entrevista en el podcast Tea with Twiggy, Sarah describió cariñosamente a su suegra: “Creo que, sinceramente, mi suegra ha sido más una madre para mí que mi madre”. Y agregó: “Mi mayor mentora y... la persona que cree en mí es la Reina. Admiro absolutamente la forma increíble en que Su Majestad es tan moderna... y cuán flexible, comprensiva, indulgente y generosa”.

Los padres de Fergie se divorciaron en 1974, después de 18 años de matrimonio. La futura duquesa de York solo tenía 14 años y vio a su madre casarse y mudarse a Argentina, donde se volvió Susan Barrantes.

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Sarah decía que la reina Isabel era más que una madre, porque nunca entendió por qué su madre la abandonó en plena adolescencia.

Sarah describe a la reina como su "mayor mentora".

Sophie, la favorita de Isabel

La Duquesa de York no es la única nuera con una especial conexión con Isabel. Sofía, la Condesa de Wessex y esposa del príncipe Eduardo, mostró su tristeza por la muerte de su suegra en su tributo, afuera del castillo de Balmoral. Pronto será conocida como duquesa de Edimurgo, tras la recomendación de que al fallecimiento de su suegro Felipe, el título se ceda al príncipe Eduardo.

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La reina fue un pilar importante para Sofía tras la muerte de su madre, por cáncer de estómago, en el 2005. Además, la casa de Eduardo y Sofía en Bagshot Park está a menos de media hora de viaje de distancia de la Casa de Windsor, por lo que la familia visitaba regularmente a Isabel y ambas disfrutaban de pasear juntas a sus perros.

Si no la podía visitar, la Condesa de Wessex se aseguraba de llamar a la reina todos los días, la llamaba “mamá”, con afecto, y decía que era como “su segunda hija”.

La condesa de Wessex es patrona de más de 70 organizaciones benéficas y expertos en monarquía de la prensa británica consideran que Sophie podría recibir otros patrocinios, incluidos Women’s Institute y Dog’s Trust Royal, debido a que la reina admiraba a Sophie y su sentido del deber incansable hacia la familia real. (E)

Sofía de Wessex junto a la reina Isabel II. Foto: Getty