Desde su país, República Dominicana, la cirujana Tania Medina de García no solo opera, sino que difunde el mensaje de una sana relación de amor y felicidad con uno mismo, que puede pasar por la cirugía plástica, pero se enfoca en la inteligencia emocional.

La belleza es un concepto subjetivo”, expresó Medina en una entrevista para la revista Estylo Magazine, de Miami. “Está atado a cánones, a estereotipos, pero es distinto para cada persona”.

La médica es miembro de Sodocipre, la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica Reconstructiva y Estética, y especialista del hospital Salvador B. Gautier, en Santo Domingo. Además, es miembro internacional de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, entidad que certifica que cumple con los requisitos de entrenamiento, estándares éticos y educación médica continua.

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Medina atiende de manera particular en el Centro de Cirugía Plástica y Liposucción (Cecilip), en Santo Domingo, y se especializa en la reconstrucción posbariátrica. Pero también maneja un estilo muy abierto, y en sus redes sociales no duda en abrir un espacio para las preguntas de sus seguidores.

En entrevista con este Diario, la doctora Medina comenta que los tres procedimientos más realizados en este momento en su consulta son la liposucción, la abdominoplastia y el Brazilian Butt Lift (BBL), el levantamiento de glúteos brasileño. “Y entre ellas, el número uno es el BBL”.

Requisitos para una cirugía plástica segura

Todos deseamos vernos mejor, está ligado a nuestra autoestima, pero la vida siempre es el primer valor. La doctora Medina da algunos parámetros para una cirugía plástica exitosa y segura.

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  • Usted debe estar en condiciones óptimas de salud, cuando los exámenes físicos, de laboratorio y mentales estén en su mejor nivel. “No operarnos con niveles de hemoglobina menores de 12 gr/dl, incluir los exámenes de tipificación, prueba de embarazo y de laboratorio de los sistemas urinario, hepático y otros. Si alguno de estos sale alterado, es mejor esperar”.
  • No esconda enfermedades a su cirujano. El desenlace puede ser fatal. La diabetes, hipertensión arterial y enfermedades tiroideas deben estar controladas, y el especialista en las diferentes áreas debe haber autorizado el procedimiento y dar sus recomendaciones, antes, durante y después del procedimiento”.
  • No más de dos procedimientos en un solo tiempo quirúrgico. La cirugía no es una varita mágica para salir del quirófano transformado de pie a cabeza. “Esto es muy peligroso y aumenta enormemente las complicaciones”.
La doctora Medina recibe consultas en la República Dominicana. Foto: Cortesía
  • La cirugía plástica no es un método para bajar de peso, sino para moldear áreas del cuerpo. “Si usted tiene algún grado de obesidad, es recomendable realizar primero una cirugía bariátrica o de pérdida de peso, pues es más seguro y los resultados finales serán mejores”.
  • A los pacientes que acuden a otros países para hacerse una cirugía plástica, ella recomienda llegar a su destino al menos 48 horas antes. “Los viajes aumentan el éxtasis venoso y el riesgo de tener coágulos en las piernas, que pueden viajar a los pulmones y producir un tromboembolismo pulmonar, el cual puede ser mortal”.
  • El tiempo de recuperación de la cirugía es prioridad. No es como ir al salón de belleza. “Reposo de por lo menos 14 días luego del procedimiento. Del cuidado posterior dependerán en gran parte los resultados finales”.
  • Siempre infórmese de lo que le van a realizar y deje el procedimiento en manos de expertos, en un centro sanitario que cuenten con todos los recursos humanos y tecnológicos para resolver todo imprevisto.

La programación y la preparación, resume Medina, son indispensables para el éxito de todo en la vida, incluyendo la cirugía plástica, “que aparte de embellecer el cuerpo, embellece el alma”.

La belleza es subjetiva y relativa

En una entrevista reciente con Ismael Cala en su programa DMente Positivo, en YouTube, explicó que su objetivo es trabajar con las personas para la recuperación de su autoestima a través de la cirugía. Ella explica que todo resultado depende del concepto de belleza que maneja el paciente y también el cirujano.

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La belleza es superrelativa. Lo que es bello para ti, quizás no lo sea para mí”. Explicó que en ciertas culturas, la grasa corporal es atractiva porque es señal de prosperidad o bienestar. “Va a depender mucho de los ojos de quien la mire. Todo aquello que te lleva a tu esencia, a tu corazón y a ser quien tú eres, es belleza”.

Lo más importante, dice Medina, es que sea cual sea el concepto que tengamos de la belleza, tras de nuestra búsqueda de una linda apariencia haya un interés real por la salud, entendida como bienestar físico, mental, social y espiritual. “Esto es lo que define lo que somos realmente. Hacer dieta y ejercicios, no solo por vernos mejor, sino por estar bien”.

Antes de un procedimiento, argumenta la cirujana, hay que trabajar el interior, sobre todo la aceptación. “Y con esto no quiero decir que te vas a echar al abandono, que no te vas a maquillar, a bañar, a peinar. Aceptación es saber cuáles son tus luces y tus sombras, y trabajar en que esas sombras se conviertan en luces. Si hay algo que te disgusta de tu cuerpo, hay muchísimas herramientas para ayudarte, pero siempre desde el ser y desde la esencia, no porque tu pareja te va a dejar o porque tu vecina te está criticando, sino porque aceptaste que hay maneras de que esa parte de ti que no te gusta esté mejor”.

Medina no solo ayuda a otros a verse y sentirse mejor. Ella ha impulsado su trabajo modelando para revistas de moda y estilo que la han entrevistado, como Glamour Bulgaria y Harper’s Bazaar Vietnam

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La dominicana tiene miles de historias, pero le gusta hablar de su historia. “A los 16 años era plana, vestía con ropa ancha, me veía como un varón. Y le pedí a mi mamá que me regalara unos implantes de mamas. Y me dijo que muy bien, cuando cumpliera 18 años”. La primera vez que se miró al espejo después de los implantes, ella se sintió otra persona.

“Fue automático, dije: ‘Vamos a botar toda esta ropa, yo soy otra’. Mi grado de sociabilización fue diferente. Antes de eso, yo no hablaba. Después, fui la reina de la fiesta. Pude tener empatía porque me acepté finalmente. Y en ese momento decidí que quería hacer lo mismo por otras personas, y decidí ser cirujana plástica. Esa fue mi nueva forma de proyectarme al mundo, de restablecer mi amor, mi autoestima. Siempre voy a ser Tania Medina, pero esto que no me gusta, voy a cambiarlo”.

“Todas esas huellas que están en nuestro cuerpo son nuestra historia, los momentos felices y no tan felices que hemos vivido”. En su práctica, explica Medina, la paciente va primero con el psicólogo y psiquiatra y trabaja en amor propio y aceptación. “Desde este punto podemos hacer cambios”.

También advierte que aproximadamente un 10% de las personas que acuden a la cirugía plástica padece del síndrome de dismorfia corporal. “Cuando se ven al espejo, ven su imagen distorsionada. Siempre estarán buscando la quinta pata al gato. Estas personas van a realizarse las mismas cirugías varias veces”.

Puede ser alguien que siente que la operaron mal, pero va por la quinta liposucción. “Sabes que esta persona tiene una distorsión. Tiene que ir al área de salud mental, porque hay neurotransmisores en el cerebro que no están funcionando correctamente”. No es cosa de risa, dice Medina, porque la mayoría de estas personas tiende a intentar suicidio, por la insatisfacción. “Es un número realmente alarmante, el 80%”.

La cirugía plástica se ha beneficiado de la tecnología, pero lo mejor, para Medina, es que los profesionales han entendido que la preparación del paciente antes de la cirugía debe ser holística, tocando incluso la espiritualidad. Si el paciente tiene una actitud positiva, generará resultados diferentes, el cuerpo sanará más rápido.

“Pero quiero recalcar que siempre hay riesgos, del 3 al 10%”. A los pacientes recomienda ser muy sinceros con su cirujano plástico y seguir todas las instrucciones después de la operación. (I)