Es un hombre sin poses, sencillo. Tan cálido como su natal Puerto Rico y tan vibrante como cada uno de los acordes que nos ha regalado, durante estas casi cinco décadas de carrera, en las canciones que integran su amplio repertorio musical. Gilberto Santa Rosa es sinónimo de fiesta y de buena vibra. Más allá del artista que recorre escenarios a nivel mundial, que enamora y acompaña con sus intensas letras, hay un hombre con un corazón tan sensible como su música.

Huésped frecuente de Guayaquil, donde este año se reencontró con su público, en un concierto lleno en su totalidad; el Caballero de la Salsa -quien realmente hace honor al apelativo artístico con el que lo conoce su fanaticada- conversó con este Diario sobre su más reciente producción Debut y segunda tanda, del que se desprenden sencillos como For Sale. Este tema también se incluye en la edición Deluxe del álbum que recoge dos duetos con Carlos Vives y Yolandita Monge.

Santa Rosa recuerda también que, en sus inicios, Ecuador no era un país considerado como plaza salsera. “A Ecuador me trajo primero la feria de Durán, yo llegué aquí con ninguna expectativa, quería ver qué pasaba y cuando llegué me encontré con un público cariñoso, con un calor humano increíble, entusiasta y que conocía mi repertorio. Fueron noches agradables y luego seguí viniendo. Entonces estoy agradecidísimo de esa oportunidad. Me gusta mucho venir a Guayaquil, debe ser también por el clima, porque están junto al río y por la gente obviamente. Aquí en Ecuador yo he caminado bastante, en distintas ciudades, la primera vez fue el tiempo que más estuve después ha sido venir, cantar e irme. Mi más bonito y reciente recuerdo fue el concierto con la Sinfónica juvenil, que me sorprendió la calidad de talento que descubrí”, menciona.

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Gilberto Santa Rosa pone las ‘cartas sobre la mesa’ en su reciente estreno: Yo pienso que si no me hubiera cruzado con la salsa fuera un bolerista

De Conteo regresivo pasamos a Cartas sobre la mesa, luego Sombra loca y de ahí llega For Sale (esa sería la mejor forma de describir y vivir un despecho con su música), ¿cómo surge esta producción?

Esa está buena, eso es como la saga de Star Wars, que yo nunca me he visto, pero la gente me dice que tengo que verla, eso es una buena recomendación, una guía (ríe por nuestra sugerencia). For Sale es parte de Debut y Segunda tanda que es la nueva producción. Es una versión que yo, una mañana en Miami, escuchaba en una radio y pusieron la versión de Vives y Alejandro Sanz, y me pareció muy simpática, dentro de toda la situación. Es una manera simpática de contar, una situación muy traumática de una separación y me pareció además muy rítmica y las canciones que yo canto, aunque sean boleros o baladas, deben tener ritmo en su construcción. Entonces, inmediatamente busqué información, que ahora la tenemos siempre a la mano, y vi que la canción tenía más de un año de haberse publicado, que es la regla dorada mía para poder versionarla y por respeto a los intérpretes originales. Y ahí llamé a mi cómplice musical que se llama Ramón Sánchez, de hace muchos años, que ha sido una especie de arreglista de cabecera, entendió perfectamente el mensaje, hizo tremendo arreglo y nos dimos la tarea de grabar este For Sale, que te puedo que entre ese y Cartas sobre la mesa fueron los que le dieron el carácter al disco, de hacerlo de versiones en su mayoría y de algunas canciones nuevas.

Si en la letra del tema se dice ‘que vende todo’,¿ por qué los recuerdos de los dos no los presta ni los vende?

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Bueno, porque yo escuché una vez un tango con una imagen muy bonita y triste que decía: los recuerdos no besan ni abrazan, uno simplemente los vive, y entonces lo que está vivido, está vivido y hay situaciones que uno se quiere olvidar de todo, pero eso es lo que sugiere la interpretación, según mi interpretación, que todavía queda una esperanza de reconciliación por eso cuando veas el video te vas a dar cuenta de que hay un poco de eso, de reconciliación, porque yo siento eso, que ahí aún hay algo, porque cuando quieres olvidar, tú no guardas nada.

Según su experiencia, si uno llega al punto de venderlo todo, ¿cómo se desprende de lo vivido?, ¿es posible?

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Yo pienso que a veces el punto de reconciliación no tiene nada que ver con el sentimiento. A veces no hay manera de salvar algo, pero eso se queda ahí, en términos de sentimientos de dos personas. Entonces sí, que te quedas con esos recuerdos la vida entera, pero es muy difícil. Yo no escribí la canción, pero pienso que igual, cuando hay separaciones duras, la gente busca ayuda y la primera recomendación es corta con todo, cambia de ambiente, cambia inclusive de amistades para que salgas de esta relación totalmente. Yo pienso que cuando no hay salvación, no la hay, pero a veces queda la llama ahí, hay segunda vueltas.

¿En algún momento, Gilberto vivió una experiencia como la que relata For Sale?

Digamos que sí.

¿Al punto de venderlo todo?

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Bueno, en realidad no fue mi casa, pero así, la vida es complicada e intensa y es compleja, entonces en algún momento he vivido algo de lo que se canta.

Si estar lejos de casa es una constante en la vida artística, ¿cómo logra usted mantener fuerte la conexión con su familia?

La pareja es muy importante, la pareja es el balance, es los pies sobre la tierra, es una pareja como la que necesitamos en estos casos. Y a eso añádele, que además la pareja, de muchos años para acá, yo tengo la dicha de ser mi propio jefe, por lo tanto, tú tienes manera de manejar el tiempo que puede eso ayudar a la relación, a las relaciones interpersonales.

En algún momento puede ser muy duro, pero yo pienso que, pasado el tiempo, uno aprende a administrar mejor y ya te dije, con una buena combinación de una pareja que entienda y que aporte en ese aspecto, así como un buen manejo del tiempo y de las prioridades deberíamos tener éxito en ese ámbito.

Si la música urbana tiene cada vez más representantes, ¿por qué la salsa no tiene a nuevos exponentes?

Lo que hace falta es que los salseros nos metamos en estas cosas (muestra el celular), sí hay un crecimiento de talento increíble, lo que pasa es que ya no tenemos el protagonismo que teníamos antes y yo, a manera un poco de queja, aprovecho para quejarme y pienso que nos hemos tardado mucho en entrar los salseros, en todo el movimiento (digital y de streaming). Estamos apenas comenzando y estos muchachos lo manejan mejor que nosotros los veteranos, para no decir los viejitos. Pero el público hubo un desfase en mi opinión, con la generación y el público. Es decir, te puedo decir que la generación de Víctor Manuel, con todo lo que conlleva y todos los artistas que participaron, íbamos más o menos a la par. ¿Cuál es el fenómeno?, que tú salías como un cantante nuevo, con éxito, apelabas a la generación tuya, a la anterior y a la que venía. Yo pienso que hasta Víctor pasó eso, después de Víctor hubo un desfase.

Yo nunca le acredito esta situación a los urbanos porque los urbanos hicieron su propio camino, tuvieron su propio mérito, su propio éxito, se lo trabajaron y que Dios los bendiga y que tengan mucho éxito, no tengo problemas con eso. Lo que sí entiendo es que cuando ya la gente estaba en digital, nosotros todavía estábamos editando compactos y otra manera de manejar el asunto, yo pienso que nos tardamos en eso y ahora que recién entramos, pues se nos ha hecho más difícil poner el foco en las nuevas figuras, que, dicho sea de paso, yo soy un fiel defensor de la mezcla de las dos cosas. Yo pienso que la tradición todavía funciona, es decir, los medios tradicionales todavía son un buen complemento para la cosa digital y en ese aspecto pienso que las figuras no se han podido hacer figuras. Pero hay una cantidad de talento impresionante de México hasta Argentina incluyendo el Caribe.

Ese boom urbano también respondería al compartir, de alguna manera, su vida privada en redes (en muchos casos). ¿Cómo ha logrado mantener esa parte de su vida en reserva, alejada de las cámaras?

En eso yo soy un poco desurbano (ríe). Yo no critico a nadie, cada cual hace lo que quiere hacer, yo vengo de una generación distinta, de ideas distintas, ahí está mi hijo que se pasa peleando conmigo por eso. Yo vengo de una generación diferente donde el trabajo artístico era lo más importante y convencerte y emocionarte a través de la música que yo hago, no contándote la pelea que tuve con mi señora o cuántas amantes tengo o qué casa tengo o qué yate. Eso es una manera de hacer ahora publicidad y ahora tú sabes que la gente vive en ese asunto de las redes sociales y llegan y hacen stories y eso.

¿Cómo es entonces Gilberto cuando llega casa y no está con sus músicos? ¿Cómo es un domingo familiar con usted?

(ríe profundamente) nooo, un domingo y una semana entera. Yo mantengo mi oficina en Puerto Rico que voy diariamente, técnicamente yo tengo un trabajo de lunes a viernes, ahí es el centro de todo lo que hacemos, dentro de un horario regular. Yo me despierto muy temprano.

¿Sale a correr temprano?

Yo corro a desayunar (ríe), sería mentirte decir lo contrario. En la mañana, contesto mensajes del día anterior.

¿Sí les responde a sus seguidores?

Sí, pero voy con calma, al paso, a veces los sorprendo y hay gente que me escribe y gente que yo conozco en realidad. Piensan que no los recuerdo y sí los recuerdos de verdad.

Nos decía que tenía una mascota como la del fondo de pantalla del celular...

Sí, actualmente me quedan dos perritos, a mí los gatos me dan ternura, pero no los entiendo, los gatos son muy particulares, pero los perritos sí.

¿Cómo se llaman sus perritos?

Son dos perritas, está Cuqui y está Nala y fíjate que yo tuve un perro que se llamó Tito, que acaba de morir. Él estuvo 12 años, a pesar de que yo había tenido otros perritos, de adulto, yo de niño no tuve perros porque en mi casa no hubo uno. A mi padre le pasó igual, mi padre tiene 85 años y recién como hace 3 años tiene uno con su esposa actual y el hombre está como todos esos que critican, apegado. Este perrito que se llamó Tito me puso en perspectiva no solamente tener una mascota si no del problema de los animales que están en la calle. Entonces nos metimos en eso un poco, de llevar un mensaje, de hacer labor también y tener una fundación pequeñita. Se llama Tikoso, una fundación que ayuda a rescatistas, que está ubicada en Puerto Rico y a través de ella ayudamos a rescatistas. No hay manera de entrar y no terminar rescatando uno. La fundación tiene el mismo tiempo de Tito, él fue el presidente. El nombre viene de las primeras sílabas de los nombres de los perritos de entonces, ya murieron ellos.

Tito era un pastor de la calle, era un runa, Solei era una Jack Rusell y Kovi era un bulldog, esos fueron los fundadores. Llegó Nala después. Siempre me gusta llevar el mensaje cuando pueda y decirle a la gente que tome conciencia de este problema y que cuando vean animalitos en la calle los ayuden y si no los pueden ayudar por lo menos no los maltraten.

Cambiando de tema, en una entrevista pasada nos decía Fonseca que parte del servicio de ser artista es aterrizar a través de la música, en sus casos, los sentimientos de las demás personas...

Yo siempre he dicho que una de las cosas que más me llena de esta carrera, a mí me emociona ver emocionarse a la gente y eso se hace a través de contarles sus sentimientos. Las canciones son sabias, siempre tienen un mensaje que tú necesitas, tengas un estado de ánimo u otro. Las canciones son un vehículo que la gente ha descubierto para expresar sentimientos y nosotros tenemos la bendición de ser literalmente la voz cantante de esos sentimientos, por eso es que tú ves que la gente te mira o te ve en la calle y te dice: eso que tú cantaste es lo que estoy pasando yo. Conste que hay unos compositores que se encargan de hacer, yo no lo hago lo hacen otros y es una bonita manera de acercarse a la gente, por eso es que tú vas caminando y te pones a hablar con una persona que no te conoce y a los 10 minutos te está contando algo muy personal de su vida porque siente una afinidad contigo a través de una canción. (E)