Para la ambateña Cristina Pomboza M., la poesía es la forma de transmitirse al mundo. “Me ha permitido explorar estas otras etapas, yo no sé qué sería de mí sin la poesía, sin la literatura, sin poder expresar todo de manera artística. La poesía son conjuros de amor”, afirma. “La poesía para mí es ese abrir de puertas, y que pueda el alma salir a jugar, a explorar, a decir qué es lo que vive, qué es lo que siente (...) y es lo que a mí me mantiene siempre en movimiento”, agrega la joven autora a propósito del Día Mundial de la Poesía.

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Este sábado, en el marco del Carrete Literario, presentó Brujería, un poemario en que el erotismo, los deseos y sentires de las mujeres son plasmados en un mundo de letras que fusionan los símbolos y el fuego. “Es un poemario que busca dar esa voz de ese femenino sagrado que tenemos todos lo seres en esta tierra, y lo busca desde una voz poética, desde una voz femenina que busca reivindicar muchos procesos que durante muchos siglos han sido temas tabú”, describe la autora.

“La mujer hablando de su feminidad, empoderándose del amor como tal, el amor no como instrumento de sufrimiento y de lucha, sino más bien como ese sentimiento que te ayuda y que te impulsa a lograr las metas, empezando por el amor propio”, añade.

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Nuestros brazos, sogas y ligaduras

se funden en una caricia;

se pierden mis piernas en las tuyas

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y tu lengua anuncia que mi boca es astillero

donde se construyen tus ansias

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y acantilado donde se estrellan tus olas

‘Amalgamas’, Cristina Pomboza.

Cuenta que el proceso creativo de la obra le tomó un año y medio, tiempo en el que incluyó los grabados de la serie Del amor y nuestros demonios, de la artista plástica Daniela Larrea; imágenes que dialogan con el contexto erótico que Pomboza añadió adrede para desconfigurar esa idea de que “la mujer no debe hablar del erotismo”.

“No es que ahora las mujeres están siendo más abiertas, o que ahora las mujeres disfrutan o exploran el erotismo, exploran su sexualidad, ha sido siempre, sino que nos han callado los paradigmas sociales, la misma estructura patriarcal”, sostiene la autora, que para su proceso de escritura tuvo como influencias a Jorge Enrique Adoum, Alejandra Pizarnik y Alfonsina Storni.

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'Brujería', de Cristina Pomboza se encuentra en Librería Española y Palier Café Libro. Foto: Álex Villacís

‘Soy una bruja declarada’

Pomboza, de 34 años, dice haber salido del clóset de las escobas desde muy pequeña. “Soy una bruja declarada”, sentencia a viva voz. La también abogada y gestora cultural nunca se ha callado. “No me ha importado que intenten quemarme en hogueras”, señala.

Considera que en la actualidad las mujeres siguen siendo quemadas por la sociedad. “Ahora a las mujeres no se las quema en plazas y haciendo piras..., ahora nos queman en las redes sociales, ahora nos queman en grupos, ahora se viralizan videos o se trata de mancillar nuestra honra de otras formas”, apunta la autora de otros libros como La casa del Ártico (2016) y Ciudad poética - Antología (2019).

Pombaza es miembro de la sección de Literatura de la Casa de la Cultura Ecuatoriana núcleo de Tungurahua. Fue ganadora del tercer lugar en el III Concurso Nacional de poesía inédita “Ojos que ven corazón que siente”. Ha participado en varios recitales nacionales e internacionales de poesía representando al Ecuador. Es conductora de los programas literarios Surrealismo al aire libre (2012), Casa adentro (2017), De cerca y de memoria (2019).

Brujería, que sale auspiciado por la Casa de la Cultura núcleo del Azuay, se encuentra disponible en Librería Española y Palier Café Libro. (I)