Ecuador ya no es un país extraño para la cantautora chilena Mon Laferte. Aunque es la segunda vez que lo visita, lo siente propio, y esa cercanía y calor de hogar han sido logrados a través de la amistad que ha forjado con una ecuatoriana que trabaja con ella como parte de su equipo. Ese cariño que dice sentir es el que mantiene en su memoria a Ecuador como un pueblo amable y hospitalario.

Recién aterrizada en la capital ecuatoriana, la artista, quien nuevamente ha sido nominada a los premios Grammy en la categoría canción del año por el tema Algo es mejor, conversa con este Diario sobre sus recientes estrenos (Aunque te mueras por volver y Supermercado), su maternidad y la importancia del amor propio.

“Estoy contenta, bien agradecida. Es una canción que también representa mucho. Siento que es como mi momento actual; dice que algo en mí cambió, algo es mejor. Y es una canción muy liviana. De hecho, la escribí, empecé las primeras melodías y palabras cuando iba en el carro mirando todo el mar. Entonces, agradezco estar nominada, que la academia otra vez me considere para estar nominada junto con colegas que admiro mucho, que respeto todo su trabajo y su música. Y qué manera más bonita de celebrar el momento actual que estoy viviendo, que estoy de tour, pospandemia y haciendo música”, dice sobre su nominación, que le daría, de ganarlo, su quinto gramófono.

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Sus seguidores en Ecuador la han esperado por mucho tiempo para verla en vivo. ¿Qué se le viene a la mente cuando escucha “Ecuador”?

Lo primero que pienso yo cuando me mencionan a Ecuador es que la gente es muy amable. Yo me fui de aquí con un recuerdo de amabilidad increíble, y que con todo mi equipo decíamos eso. Y, ahora, es más especial para mí, porque mi personal manager, que ya la considero mi amiga y le tengo mucho cariño, es de aquí, de Ecuador. Entonces, pienso en ella, pienso en su familia, que tuve la fortuna de conocer parte de su familia. Entonces, ya es como más casita, ¿sabes? Es mi segunda visita, pero ya me siento más cerca, como más ligada al país de alguna manera.

Si en la vida real pudiéramos elegir qué situaciones experimentar, como si fuéramos al supermercado, ¿cuáles estarían en la lista para llevar?

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Ahora estoy en un punto en que quiero puras cosas buenas no más. Yo quiero gozar la vida, la amistad, la familia, la comida, descasar, dormir, cariñitos... Puras cosas bonitas quiero en este momento de mi vida. La comodidad, la tranquilidad, la libertad, paz es lo que más quiero.

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Parafraseando su tema Supermercado, ¿de qué forma el miedo nos ha entrenado para vivir y/o sobrevivir?

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¡Qué difícil!, ¿no?, porque el miedo nos detiene en muchas cosas; lamentablemente nos paraliza, pero también nos salva muchas veces, y es un mecanismo de defensa que creamos como humanos para protegernos de depredadores. Y creo que el miedo tiene que existir, a lo mejor en una mínima dosis, para ponernos alertas ante ciertas cosas; pero a veces nos detiene y no nos deja avanzar.

Ecuador atraviesa una profunda crisis de inseguridad en la que gran parte de sus víctimas son mujeres. ¿Cómo es posible lograr realmente un cambio a través de la sociedad para evitar que más voces sean silenciadas y que las familias queden fragmentadas?

Yo creo que es importante que todas y todos, como sociedad, el tema de la violencia hacia la mujer es informarnos y educarnos con respecto al tema. Y hablar, hablarlo en casa, en familia y con nuestras amistades. Y buscar información, porque es una realidad que no es de ahora, sino que hoy estamos siendo conscientes de que esto es así; y, mientras más información tengamos, creo que es mejor, vamos a crecer, porque justamente creo que los seres humanos le tenemos miedo a lo desconocido y, cuando tenemos miedo, atacamos, no queremos que nos vaya a pasar algo malo. Siento que muchas veces, al hablar de feminismo, el tema genera como un poco de alergia casi a las personas, porque no lo terminamos de entender como sociedad y, como no lo entendemos, creemos que está mal.

Creo que hay que hablar sobre el tema. El feminismo es buscar una igualdad; es buscar que no nos maten, que no nos violen, y buscar las mismas oportunidades que tienen los hombres. Entonces, es hablar sobre esto, hablar y hablar, y creo que así podemos ir creciendo como sociedad.

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Muchas generaciones han crecido con la frase “El amor todo lo soporta”. ¿Se romantiza de alguna forma la violencia a través de ella?

Sí, bueno, también eso es otro rollo que hemos aprendido: a amar de una manera muy tóxica. Y que creo que ni siquiera es amor; eso no es amor, porque, cuando uno ama de verdad, el amor no duele: es puro goce, pura belleza, es libre, no hay dependencia. Pero hemos aprendido como de mala manera. Y también la música, el cine nos han llevado por ese camino romántico y dramático, del cual yo también soy parte: hago canciones. Pero, claro, solo soy una vil mortal que siente esas cosas, todavía no he dado paso a la evolución de no sentir eso. Pero tenemos que aprender.

Ahora no podemos echarle la culpa de esto a la violencia: la violencia doméstica o que nos maten “por amor” son dos cosas que tienen que ir separadas.

Aunque te mueras por volver cuenta con un videoclip que registra 3′905.225 visualizaciones en YouTube; fue dirigido por Camila Grandi. “En primer lugar, fue una muy bonita coincidencia, porque esta es mi canción favorita de Seis. Es muy cinematográfica, trágica, explosiva; muy intensa”, dice del audiovisual.

Aunque te mueras por volver (como el título de su último estreno), ¿qué situaciones y personas no debemos permitir que se repitan y existan en nuestras vidas?

No sé, yo hablo de modo personal, pero yo intento no permitirme pasármela mal; no quiero pasármela mal o lastimar a alguien, hacer algo torpe, pero es algo que pasa todo el tiempo y se repite. Pero también creo que, si avanzas en la vida y miras hacia atrás y ves que te equivocaste y te avergüenza lo que hiciste, significa que está bien, que hay un aprendizaje, que estás creciendo. Entonces, ojalá no volver a repetirlo. La única manera de que los humanos aprendamos es cometiendo errores, por más que, ahora que tengo un hijo, uno diga: “No hagas eso, no lo va a entender hasta que se caiga y le duela”, que es duro, pero así es.

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¿Qué ha cambiado en la vida de Mon Laferte desde la llegada de su hijo?

Descubrí que tenía instinto maternal (ríe), porque antes me pasaban un bebé y no sabía qué hacer; ellos lloraban conmigo. Ahora que soy mamá me doy cuenta de que puedo hacer esto, que lo veía como superlejano, y saqué como un superpoder para no dormir, que era algo que disfrutaba antes; el no dormir es algo que me pesa mucho hoy. Cuando yo estaba embarazada, en los últimos meses, tenía mucho insomnio, porque mi bebé se movía y me pateaba, y estaba incómoda porque la panza es muy incómoda; y todos me decían: “Aprovecha a dormir; duerme, duerme, porque, cuando nazca tu bebé, no vas a dormir nunca más”; y yo decía: “¡Qué exagerados!”. Y tenían toda la razón.

Y de esos sueños que se tienen para los hijos, ¿cómo es el mundo que idealiza o anhela para el suyo y las nuevas generaciones?

Yo creo que siempre todo va evolucionando para mejor, definitivamente. Yo sí creo que estamos evolucionando, y sí creo que a mi hijo sí le va a tocar un mundo bonito, más empático; vamos a encontrar la forma, siempre encontramos la forma de ir mejorando y creciendo. Lo que quiero es tener la capacidad de transmitirle la conciencia, conciencia social, que sea una persona agradecida. Es un hombre, entonces, voy a intentar ser el mejor ejemplo para él; no sé ni cómo lo voy a hacer, pero lo que quiero es que sea feliz.

Ahora de gira con su hijo, ¿qué es lo más bonito de recorrer el mundo con él?

Lo más bonito es cuando termino de cantar, muy cansada siempre después de los conciertos, y llego a la cama y está ahí mi bebé y lo huelo. Y eso es lo más bello. (I)