La cantante ecuatoriana Paulina Aguirre, radicada en Estados Unidos hace casi 20 años, ha enfocado gran parte de su creación musical a promover un mensaje a favor de una causa social o ambiental, por eso se considera una activista con su música.

Prueba de ello es su más reciente tema La tierra llora, que pone voz al planeta para denunciar lo que le aqueja actualmente.

“Estoy trabajando con World Vision, una organización humanitaria que está en 100 países. Soy embajadora para Latinoamérica, el Caribe, incluyendo a Ecuador. El objetivo de este proyecto, que se llama La tierra llora, y que va acompañado de la canción, es crear conciencia sobre los recursos naturales, derramamiento de petróleo, explotación de minerales en toda Latinoamérica”.

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En el tema, Paulina canta que hay “un virus mortal que quiere matar”, que “no respiro me voy a ahogar” por “ese humo del odio desenfrenado que me quiebra”, que parece que tratara sobre la pandemia del coronavirus coincidencialmente. Pero no es así.

Yo la escribí en el 2017, pero es interesante porque se convirtió en un vaticinio... No la escribí por el tema del virus, más bien hablaba de la avaricia, el odio en el corazón, pero calzó perfecto porque esa es la razón por la que la tierra llora”, explica la compositora ganadora del Grammy Latino en 2009 por su álbum Esperando tu voz.

Afiche del lanzamiento del tema 'La tierra llora'. Foto: El Universo

La meta principal de esta iniciativa musical es la construcción de un pozo de agua en una comunidad indígena en la provincia de Bolívar, el cual se alimenta también con donaciones del público a través se sus esfuerzos con su fundación Mujer de fe. “Es el resultado de la música que escribo para las mujeres, en la lucha en contra de la violencia doméstica por medio de las artes”, ilustra la artista originaria de Quito.

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Ciertamente, la música de Aguirre se alinea a este espíritu de cambio y superación, tal como se evidenció en otra de sus canciones, Como los demás, con un mensaje contra el ciberbullying. Todo estos temas musicalizados con una fusión de ritmos folclóricos: música negra esmeraldeña y el canto kichwa; sumado a acordes pop.

Yo soy activista con mi música, la gente piensa que la única manera de ser activista es ir a las calles, que de hecho es parte de”, explica. “Pero la gente que hacemos música con esta temática es dar un mensaje... espero incentivar o generar un llamado, en especial para la gente joven... que se informen de organizaciones humanitarias o de recursos naturales donde puedan aportar parte de su tiempo”.

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Estas aspiraciones no solo la hicieron acreedora a un Grammy Latino hace trece años; también le ha conseguido cuatro nominaciones de nuevo a la estatuilla que entrega la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación; y una nominación de su similar estadounidense.

“Cuando ganas un premio yo digo que siente que recién empiezas, porque es cuando más la gente te está viendo esperando cuál es lo siguiente, te causa hasta cierto punto un poquito de tensión y de responsabilidad”, considera la cantante, que se radicó en Estados Unidos justamente para potenciar su carrera artística. Además de cantautora, es reconocida como actriz de doblaje.

A pesar de haberse distanciado físicamente de Ecuador por casi dos décadas, Paulina aún se siente muy vinculada con su tierra. De hecho visitó el país en enero para gestionar nuevos proyectos y planificar nuevos conciertos que se extenderán a México y Los Ángeles. Además, puntualiza, las escenas del video de La tierra llora se grabaron en el país.

Por lo pronto prepara un disco de música folclórica y adelanta que nuevamente se presentará en un after-party después de la gala del Óscar el 27 de marzo en Beverly Hills.

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