Los 20 años de carrera artística de Danilo Parra lo han transformado tanto artística como personalmente. Antes, contó el autor de éxitos como Preciosa y Necesitaba llamarte, era más impulsivo y quería hacer todo solo, pero crecer y madurar fue parte esencial de su trayectoria. Ahora celebra dos décadas de carrera musical con su nuevo sencillo, Me llevarás contigo. La canción y el video acompañante debutaron en plataformas digitales el pasado miércoles 22 de febrero.

Parra conversó con este Diario sobre su transformación personal y artística, la importancia del apoyo de su familia en su carrera, su pasión por la música, su amor por el saxofón, el primer instrumento que le nació querer aprender a tocar, y más.

Danilo Parra, un cantante detallista y exigente

Sobre su nuevo sencillo

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Comencé a hacer la canción en plena cuarentena, estábamos encerrados haciendo música. Me llevarás contigo es una canción en la cual expreso algo muy común que pasa cuando uno se va haciendo más grande, cuando uno ya empieza a pasar de esa etapa del enamoramiento; hay un refrán que dice: ‘cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana’.

Tiene un matrimonio establecido, pero ¿le pasó algo similar anteriormente?

No, y está bien que me lo preguntes así. Cuando escribí Mi querida ex, me preguntaban si yo se la dedicaba a una ex, y no, realmente todas mis canciones son derivadas de fantasías o de historias que escucho. Amor de feisbuk la compuse basada en una historia de una prima, que se casó con alguien que conoció por Facebook. Preciosa, una canción que me ha acompañado por muchos años, se la dediqué a una fanática, que siempre viajaba a donde yo fuera. Ella me decía ‘precioso, precioso’ y yo le decía: ‘no, preciosa tú'. Y de ahí sale el coro de la canción. Entonces, esta nueva canción no tiene nada que ver con mi vida personal.

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Ya son 20 años de carrera, ¿qué apoyos ha tenido para mantenerse vigente?

Mi familia en general. Vengo de una familia musical, y siempre hemos tenido este sueño de llegar lejos en la música. Más allá de otros emprendimientos que yo haya hecho, siempre he considerado que la música es mi misión de vida.

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Muchas veces la música no ha sido de dejar réditos económicos gigantes, hay épocas que no hay contratos, que los discos no se venden como antes y que no hay tantos streams. Pero la música siempre está presente, no es un tema económico. Termina siendo un legado.

Mencionó emprendimientos, ¿cuáles son?

Yo tengo una productora que se llama Sol Music. La creé junto a mi familia, hacemos jingles, música para cine, películas, televisión. Siempre hemos estado en la jugada del entretenimiento, la publicidad. Eso es lo que nos ha llevado a vivir de esta carrera. En pandemia pusimos un negocio familiar de encomiendas, gracias a Dios nos fue bien. Siempre hemos estado en facetas más allá de la música.

Sus hermanos y usted son multifacéticos...

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Mi hermana mayor, Adriana, trabaja en la industria del turismo. José Daniel es graduado de marketing, yo también me gradué en marketing y en music business. Viviana es psicóloga clínica y tiene una maestría en negocios internacionales. Nos hemos querido preparar académicamente tanto en la música como en otras carreras, pero siempre hemos sentido una pasión por la música. El otro día estuve en Manta y se me salieron las lágrimas en pleno show. Me emocioné porque el público tanto joven como adulto cantaba las canciones.

¿Vivir en Estados Unidos le ha abierto más puertas en la industria musical?

Seré honesto: la idea de venir a Estados Unidos era venir a estudiar. No ha sido una plataforma musical más allá de... es muy difícil el mercado acá, por no decir imposible. Hemos hecho vínculos, hemos hecho ciertas cosas, hemos dado shows desde aquí, pero las plataformas que más me han respaldado han sido Ecuador, Perú y Latinoamérica en general. Sin embargo, me encantaría poder abrirme más allá de los migrantes ecuatorianos como compositor, productor y artista.

Cada vez que voy a Ecuador me cuesta mucho regresar. Yo amo Estados Unidos, pero el país que me vio nacer y donde crecí es irreemplazable. Aparte, es una maravilla de país. Sacando los problemas sociales, políticos, de delincuencia, es un país rico en tantos recursos, con paisajes y gente trabajadora y maravillosa. Es un país del cual cuesta desprenderse.

Danilo Parra se graduó de la universidad y ahora regresará a la música

¿Cuál es la diferencia entre el Danilo de hace 20 años y el de hoy?

He cambiado mucho como persona y como artista. Antes quería hacerlo todo yo solo, porque tuve la fortuna de que mis padres me inculcaron y me ayudaron con instrumentos musicales desde niño, y toco varios instrumentos. En algún momento me desprendí y delegué, y eso me ayudó a crecer como artista. Como persona también he cambiado muchísimo. Antes era más impulsivo, decía, ‘ah, no te gusta, me voy’. Ahora entiendo que hay que ser más político, más dócil. Soy menos peleón, antes era más bravo.

Sobre el saxofón, su viejo amor

El saxofón es un trauma que tengo desde los 5 años. Yo era un niño superpeleón, salvaje, medio bravo. En esa época no había tantos instrumentos chinos, eran instrumentos japoneses, franceses o americanos, muy caros. Cuando tenía 7 u 8 años le dije a mi papá que quería tocar música, y me señalaron el piano y la guitarra. Yo respondí que quería tocar saxofón. Mi papá me dijo “mira, mijito, tú eres muy lleno de energía, salvaje, te voy a dar una batería para que desfogues’. Entonces me hice baterista, pero no me regalaron el saxofón. Hace poco me di cuenta de que ya soy grande y que no tenía que quedarme con ese trauma. Pude comenzar a tocar y a aprender. Cada vez estoy soltándome más, a tal punto que tengo un saxofón en Ecuador y uno aquí, en Estados Unidos. Es un instrumento de mucha disciplina. (I)