En TikTok se sexualiza desde villancicos hasta canciones infantiles

En un video de TikTok se ve a una adolescente sentada frente a un espejo cepillándose el cabello cuando empieza a sonar un villancico. “La Virgen se está peinando…”, se escucha mientras aparece un recuadro con el texto “cuando no tengo sexo por un día”. En otro clip, de menos de 30 segundos, se ve a un adolescente junto a la que se presume es su novia dedicándole una canción infantil: “Yo tengo una vaca lechera…”, canta el chico mientras señala el pecho de la joven. Los videos cuentan con cientos de miles de likes y comentarios.

Si bien la hipersexualización de contenidos ya se había denunciado en redes sociales como Facebook o Instagram, en TikTok el problema resulta más complejo, ya que la mayoría de sus usuarios son niños y adolescentes, y además, el gran auge que ha tenido esta plataforma ya supera en número de descargas a Facebook, Instagram y WhatsApp a nivel mundial.

TikTok es la red social que más crece en Ecuador

A 2021 TikTok tiene más de 1.000 millones de usuarios que destinan al menos 25 horas mensuales a la plataforma. En Ecuador, esta red social, de origen chino, cuenta con cuatro millones de usuarios (un crecimiento del 74 % de enero de 2021 a enero de 2022) y ha tenido un aumento de su interacción del 17 % en los últimos meses, indica el informe Ecuador Estado digital de abril de 2022 de Formación Gerencial. La red social se encuentra en el top 5 de las apps más descargadas en el país.

Josselyn usa a diario TikTok. Ella tiene 13 años, la edad mínima que debe tener un usuario para crear una cuenta en la red social. Afirma que sí se ha dado cuenta del aumento de los contenidos sexuales y que estos logran una gran cantidad de likes. Asegura que mientras videos “sanos” que ella ha subido no han generado más de cinco me gusta, los clips de sus amigas subidos de tono han generado cientos.

“Y se vuelve normal porque ves que ese tipo de bailes (sexualizados) son replicados por mujeres y hombres famosos tanto fuera como dentro del país. A mí me da vergüenza subir este tipo de cosas”, indica la adolescente. De hecho, el audiovisual del villancico fue replicado por varias influencers y actrices ecuatorianas en la plataforma.

Para Beatriz Feijoo, vicedecana de Investigación de la Facultad de Empresa y Comunicación de la Universidad Internacional de La Rioja, el valor de lo estético y la atracción por lo oculto y prohibido son dos recursos que siempre se han utilizado comercialmente para llamar y atraer la atención de los espectadores en redes sociales como TikTok.

“Lo estéticamente correcto, lo atractivo, lo sexual se asocia con éxito, seguidores, viralidad. Es más, para los adolescentes, la belleza y el atractivo físico se consideran características clave para atraer seguidores. Por tanto, no resulta extraño que exploten su apariencia en sus redes sociales; la industria les enseña a ‘formar parte del juego’ y ellos lo incorporan. Por ello se insiste en que la clave es inculcar en las nuevas generaciones un ejercicio ético, de reflexionar sobre lo correcto e incorrecto, sobre lo bueno y lo malo de nuestras acciones en redes sociales”, indica la docente.

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La publicación de este tipo de contenidos genera una afectación mental de los adolescentes, ya que mientras más likes se obtengan, los videos que seguirán serán más reveladores. Centros de tratamiento de trastornos alimentarios como el Newport Academy, en Estados Unidos, reportan que el 60 % de las chicas tratadas desde el verano del 2021 han publicado videos sexualmente inapropiados en TikTok. Cuando los adolescentes son recompensados por su sexualidad, llegan a creer que su valor está en su aspecto, dice el centro.

Con esto concuerda Feijoo y añade que los llamados influencers pueden ayudar a propagar esta idea: “Los adolescentes perciben que las industrias que más colaboran con los influencers son el sector de la moda y maquillaje (entre otras como la alimentación y tecnología), los cuales viven de la exaltación de la apariencia. Por tanto, el imaginario que se forman gira alrededor del cuidado externo, de verse bien por fuera y seguir las tendencias marcadas por los influencers”.

Sin embargo, indica la catedrática, en las conversaciones con menores de más edad del ciclo de bachillerato aparecen inquietudes más profundas y de mayor calado interior, como la presión social, el culto al cuerpo, los trastornos alimentarios o la necesidad de plasmar una apariencia perfecta en redes sociales.

“Hay que tener en cuenta que sus declaraciones, casi siempre sobre temas sensibles (autoestima, por ejemplo), se basan en su propio autodiagnóstico, sobre sus propias sensaciones y percepciones, lo que puede generar cierta confusión y sugestión entre los adolescentes, debido también a esa mayor receptividad a este tipo de contenidos”, indica.

Una investigación del medio The Wall Street Journal, publicada en julio de 2021, descubrió que el algoritmo de la red social estaría permitiendo que usuarios menores de edad no solo accedan a contenido sexualizado sino a los que tienen relación con drogas.

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Mediante el uso de 31 bots con cuentas registradas como de menores entre el rango de los 13 y 15 años, el diario encontró que los usuarios que hubiesen consumido algún tipo de video con relación a temas de violencia o dinámicas de sexualización posteriormente eran bombardeados con contenido del mismo tono sin importar la edad registrada en el sitio.

Otro de los peligros es que a esta red social, como la mayoría, tienen acceso pederastas o depredadores sexuales que están a la caza de su próxima víctima. Un video sexualizado puede atraer a este tipo de criminales y con estrategias de convencimiento pueden llegar a concretar citas reales con base en información falsa que proporcionan a sus víctimas, indica The Wall Street Journal.

Comunicación y control de los padres

Hablar de forma directa con sus hijos sobre los peligros de las redes sociales es uno de los principales consejos para evitar que niños y jóvenes se dejen llevar por la ola de hipersexualización.

TikTok no es ajeno a todo lo que se ha denunciado que sube en la red y por eso tiene un sistema de “control parental” llamado Sincronización familiar. Con este sistema, los padres pueden vincular sus cuentas de TikTok a las de sus hijos para controlar remotamente las configuraciones de privacidad y hacer los ajustes que vean necesarios.

Para configurarlo, el padre de familia debe entrar a su perfil de TikTok en el celular, acceder a los ajustes y pulsar la opción Sincronización familiar que aparece en el apartado de Contenido y actividad. Allí debe indicar que es un padre o tutor legal y se generará un código QR. Luego, el padre debe ir a la sección de Sincronización familiar con el móvil de su hijo y al elegir la opción de que es un menor debe elegir la función de cámara para escanear el QR.

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Una vez que se sincronicen ambos teléfonos, se podrá controlar la configuración de la cuenta del adolescente a través de la del padre. Se pueden limitar parámetros como el tiempo máximo de uso de la plataforma cada día.

Además, hay cuentas en la propia red que han empezado a comparar los audios “originales” con los “sexualizados” como una forma de alerta para los padres y adolescentes, y que no produzcan ni viralicen este tipo de contenidos. (I)