Esta mañana, Andreína Bravo abrió su corazón a los televidentes ecuatorianos que ahora siguen su trabajo en De casa en casa. La ganadora de El poder del amor confesó que de adolescente sufrió de acoso por su contextura física, algo que la llevó a padecer de bulimia.

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Palabras como gorda o bolón marcaron su etapa colegial. “Cuando estaba en la escuela no era muy agraciadita, era gordita”, afirmó Bravo en una entrevista transmitida por el matinal.

“En el colegio sufrí de bullying por mi personalidad, porque creo que, en un mundo donde está lleno de estereotipos, el punto diferente es como el patito feo”, añadió la ecuatoriana.

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En la misma pieza audiovisual, la ex chica reality, ahora conductora del programa de TC, confesó que la presión que sintió a su alrededor la llevó a tomar decisiones que pusieron en riesgo su salud. “Hubo un tiempo en el que yo me sentía muy gordita y todas mis amigas eran muy flaquitas, y yo quería llegar a ese estereotipo de estar regia. Y cuando empecé esto, mi familia no sabía, hasta que mi mamá se enteró... Si yo no hubiera tenido una conversación con ella, superfuerte, donde ella me dijo: ‘Andreína, eres hermosa, tal como eres, eres hija de Dios; y si eres hija de Dios, eres perfecta’”, relató Bravo.

“Yo al principio usaba el cepillo de dientes... Luego dejé de hacer eso y usaba laxantes y purgantes”, confesó en vivo, desde el set de la revista familiar.

La ecuatoriana Andreína Bravo ahora es parte de "De casa en casa". Foto Ronald Cedeño. Foto: El Universo

Expresó que esta etapa de su vida se convirtió en una obsesión de la que pudo salir gracias al apoyo de su familia. “Muchas veces pasé sola en mi cuerpo, viéndome en el espejo, diciéndome: ‘Ya va a pasar... esto es una prueba’”, señaló. “Muchas veces comía y sentía cargo de conciencia”, añadió.

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Ahora dice sentirse feliz como es, y espera que su testimonio ayude a alguien más que esté atravesando un transtorno alimenticio o acoso. “Mi experiencia fue muy dura, y espero poder servir de inspiración a todas las personas que lo están venciendo. Y lo más importante: pedir ayuda”, enfatizó.

“En su momento sentí inseguridades, no me sentía satisfecha conmigo misma... Pero lo que yo pienso es que uno no tiene que hacer feliz a los demás, no hay que seguir estereotipos, somos más que una talla... Lo más importante es aceptarlo, porque si uno no lo acepte, no hay nadie que te ayude”, añadió la nueva integrante de De casa en casa. (I)

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