Su maleta de viaje está siempre lista para el siguiente destino. En la televisión ecuatoriana ha hecho una carrera, y aunque ahora no lo vemos en producciones locales, su trabajo lo mantiene vigente en pantalla internacional. El ecuatoriano Eduardo Andrade, quien luego de su paso como competidor de realities ha destacado con fuerza como presentador de diferentes programas, es el actual anchor del reality Combate Guatemala. Desde el país centroamericano, Andrade se conecta con este Diario para conversar sobre sus proyectos y aspiraciones dentro del campo televisivo y profesional.

¿Cómo llegó la propuesta de estar en Combate Guatemala?

Te voy a ser supersincero. A mí me contactaron, la verdad, el año anterior prepandemia, porque ellos querían que yo viniera a hacer un proyecto tipo Sábado gigante. La idea era que yo viajara y estuviera aquí los sábados y ya me regresaba el domingo, porque el proyecto iba a ser los sábados. Para eso fue el contacto inicial. Es casi la vida que tengo ahora, porque estoy siempre yendo y viniendo. Para cumplir los sueños hay que trabajar, entonces, las cosas no se hacen solas. Por eso fue que, cuando me llaman de Canal Uno para volver, yo dije: “Yo vuelvo por tres meses”. Yo fui superclaro, porque yo terminaba mi proyecto y me iba de viaje.

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Pero después, obviamente, llegó la pandemia. Todos los planes cambiaron, y yo dije: “Ahora, ¿qué va a pasar?”. Ahí arrancó mi proyecto de Mis recetas favoritas, en redes sociales, que gracias a Dios me ha ido superbien. Ahora trabajamos una receta mensual, porque en la pandemia se trabajaba una receta semanal; en la segunda temporada también se sacó una receta cada dos semanas y se comercializó el proyecto.

Antes fue participante de Combate en Ecuador y ahora es el anfitrión del programa en Guatemala. ¿Qué tal esa experiencia?

Como te digo, me vuelven a llamar a mí en agosto, pero me ofrecen animar Combate Guatemala. De hecho, a mí también me ofrecen otro proyecto en Ecuador, que ahora está al aire. Pero yo soy una persona de tomar riesgos, de tomar oportunidades, y digo, “al final Ecuador, gracias a Dios, siempre va a estar ahí, y esta es la oportunidad que tengo para impulsar mi carrera, no sé por cuánto tiempo, de irme un tiempito, de hacerme extrañar, porque siempre estoy conectado”. A mí me gusta hacer televisión.

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Llegué en enero acá a Guatemala y estrené el 10; ya vamos para cinco, casi seis meses, y la verdad ha sido una superaventura. Venir a un país donde no te conocen, empezar desde cero también ha sido para mí difícil. La aceptación del público, gracias a Dios, ha sido bastante buena, pero creo que siempre nos cuesta, pero creo que es parte de lo que estaba buscando en mi vida, después de una pandemia, después de venir de un tiempo sabático, porque cuando yo terminé Combate tomé la decisión de estar un año fuera de la televisión, hasta que volví a Canal Uno.

¿En qué se diferencian y parecen la televisión guatemalteca y la ecuatoriana?

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Creo que la ventaja, sobre todo, es que yo como animador soy una persona superenérgica, superarriba, fue como un ritmo wow. Al principio mi director me dijo que debía bajarle un poquito, porque la gente no estaba acostumbrada, pero yo sigo siendo yo mismo, con mis chistes, con mis ráfagas, con mi forma de saludar, y eso les ha gustado. Lo lindo también ha sido que, aunque grabamos aquí en Guatemala, salimos en el sur de México, salimos por canales de cable en Estados Unidos; entonces, de repente veo en mensajes que nos están viendo desde diferentes mercados latinos, y hay un proyecto de que podamos estar en otros lugares los próximos meses. Podríamos salir hasta en cinco países. En Ecuador tengo también muchas propuestas de volver, mi vida laboral depende mucho de Ecuador, casi todos los clientes que tengo están allá. Siempre va a ser duro vivir fuera, volver a empezar, estar sin tu familia y amigos.

¿Está trabajando para la internacionalización de su nombre?

Siempre, yo creo que siempre es lindo al menos intentarlo. En la vida hay que intentar las cosas, no sé si tengo las fortalezas en este momento para seguir dándolo, porque llega un momento en la vida en que uno tiene que hacer lo que siente, pero también ya no está en ese momento de sufrir. Sueño con seguir internacionalizando mi imagen, pero también amo mi país, la vida que tengo allá y la vida que he tenido en los últimos años. Ahí está el reto: irte de tu país cuando te va muy bien es lo que cuesta, y eso cuesta muchísimo, y yo dejé mi carrera en un momento muy bueno y con trabajo.

¿Qué lo movió a cocinar en las redes sociales?

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Cuando me llega el encierro y todos mis planes cambian por completo, y yo que soy temático de la organización, yo empiezo a sentir la presión de estar encerrado, y empiezo a cocinar. A mí me gustan los dulces y comencé a preparar mis dulces, porque como tenía miedo de pedir cosas a domicilio comencé a hacerlo. Y me di cuenta de que cocinar para mí se convirtió en una terapia. Tú me veías a mí, a las dos o tres de la mañana, preparando tortas, preparando alfajores, yo soy muy nocturno. A mí me gustaba cocinar, porque como he vivido solo mucho tiempo me gusta comer bien y saludable. Y así fue. Empecé a hacer mis recetas y un día me llaman de un canal y me invitan, y mandé un video y le fue bien. Después me llamó otro canal y también me invitan a cocinar. Y En contacto, de Ecuavisa, comienza a pasar mis recetas. La primera temporada salió en el programa. Y cuando veo que a la gente le gusta que cocine en vivo, me dije: “Voy a empezar a cocinar”.

Dentro de cinco años, ¿cómo se ve?

En cinco años no sé dónde voy a estar, pero ahora estoy trabajando y sigo con mi sueño de hacer mi propio programa nocturno. Sigo con mi sueño de tener mi propio programa, tipo Jimmy Fallon, con entrevistados, concursos. No te podría decir si voy a estar aquí o en Ecuador, quién sabe dónde, ¿no? Uno tiene que estar donde su corazón está. Me encantaría seguir internacionalizándome, me gustaría llegar a México. Quizás esté yendo y viniendo como lo hago ahora que estoy de un lado para otro. Si ya regreso no me voy a sentir mal, porque al final es mi decisión, y no a cualquiera lo llaman para un proyecto estelar fuera del país, y por lo menos ya me conocen afuera.

Y además del trabajo frente a las cámaras es profesor, ¿dónde dicta clases?

Yo soy docente, ya hace cinco años en el Instituto de Televisión. Doy clases de Introducción a la Comunicación, ya hace cinco años, y también estoy terminando mi masterado en Periodismo. Así como enseño, estudio. Doy clases en el ITV, soy el encargado de introducir a mis estudiantes a la comunicación. Doy las clases desde Guatemala; de hecho, fue muy gracioso, porque el primer día de clases de la semana pasada me tocó grabar, y les dije a mis alumnos: “Mírenme, estoy grabando”, los primeros quince minutos. Es bonito poder impartir lo que he venido aprendiendo a lo largo de estos años, no solo porque tengo los estudios, sino que uno siempre admira al docente que practica. Muchas veces tenemos docentes que no practican lo que enseñan. Yo tuve la oportunidad de estudiar en Argentina mi carrera y yo tenía profesores que trabajaban para Nat Geo, para Discovery Channel y entonces admiras mucho más.

¿En algún momento ha pensado en incursionar en otro tipo de producciones?

Me encantaría tener mi propio programa de entrevistas y quien sabe, en unos años, poder hacer comunidad, noticias. A mí me apasiona, tuve ya la oportunidad de castear, me fue muy bien pero por cuestiones de la vida no lo acepté porque quería seguir haciendo entretenimiento y amo hacer entretenimiento pero creo que mientras uno maneje bien la imagen, tenga credibilidad, demuestre que no es solamente una cara sino también una cabeza y un cerebro, que piensa y puede expresarse, creo que sería lindo.

¿Quiere ser un referente en el campo del entretenimiento?

¿A quién no le gustaría? Yo justamente veía la otra vez a Polo Baquerizo, que celebraba varios años de estar en la televisión. Porque todos quisiéramos llegar a decir que llevamos 45, 40 o 30 años. Yo apenas llevo 12 años trabajando en televisión y la verdad han sido duros, pero yo sería feliz de poder retirarme o de trabajar hasta el último. Por eso cuido mi energía y mi alma, y no la enveneno ni con envidia ni con odio para seguir inyectándole esa energía a la gente y mantener esa buena imagen. A todos nos cuesta lucharla en la televisión y mantener una buena imagen es más difícil todavía, porque muchos se desesperan por simplemente ser conocidos a cualquier precio.

Hay muchos personajes mediáticos que se mantienen en una constante polémica, ¿Cómo logra que los medios se centren en su trabajo y no en su vida privada?

Bueno yo considero que al final es uno quien decide lo que quiere contar. En tus redes sociales, en una entrevista, si yo no tengo nada bueno que decir entonces no lo digo. En redes sociales, si no tengo algo bonito que subir, tampoco lo subo. Al final, yo hago mi carrera pero por eso mismo, yo quiero respetar lo que me ha costado y me parecería tonto, contar algo que no viene al caso. La gente a mí me admira o me sigue por lo que yo hago en televisión y quiero que si tienen que hablar de mi, que hablen de mi trabajo, de mi talento, de mi trayectoria porque no viene al caso hablar de mi vida privada, de mi familia, de si volví, si terminé, eso a mi no me suma. Por eso cuando unos se victimizan y dicen: no es que a mi me destruyen, no, tú te destruyes solito la imagen, porque tú decidiste contarlo o decidiste hacer un en vivo peleándote con no se qué o insultando. Mira yo hasta de mis peores enemigos siempre voy a hablar bien, primero porque no tengo ningún enemigo. Si me odian es porque me quieren odiar y segundo, si quieren hablar mal de mí, eso lo único que hace es inyectar el cariño de la gente. Y cuando tú das amor, lo que recibes es más amor, esa es mi forma de vida. (E)