Quedan apenas dos domingos, contando con este 16 de octubre, para el desenlace de La casa del dragón, la serie que ha puesto de cabeza y embelesado como nada a los otrora fanáticos tenaces de Juego de tronos. Bueno, la historia sucede en el mismo universo, y más bien la primera entrega, que se estrenó este año, es la precuela de la segunda, que se transmitió de 2011 a 2019.

‘House of the Dragon’ consigue su temporada 2 después de lograr récords de audiencia en su estreno

Entre su fanaticada no falta el mismísimo George R. R. Martin, el creador de la saga literaria en la cual se basan ambos shows de televisión. En uno de sus últimos posts en su blog personal, titulado Not a blog, el escritor norteamericano de 74 años, declara su fascinación por la puesta en escena y alaba la producción, en especial, la adaptación que han logrado los showrunners Ryan Condal y Miguel Sapochnik (aunque el último se retiró del proyecto).

House of the dragon también ha ayudado a alegrar mis domingos”, comentó el autor en la publicación mencionada, sumándose a la euforia de los fanáticos de este dramatizado, que cada domingo libera un nuevo capítulo. “Realmente no puedo reseñar el programa, eso sería una locura, no sería muy objetivo... pero quiero felicitar a Ryan Condal y Miguel Sapochnik y al elenco y al equipo por el trabajo que han realizado.

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El último capítulo de HOTD, titulado The Lord of the Tides (El señor de las mareas, domingo 9 de octubre) es el favorito del creador de este universo de intrigas políticas y familiares ambientado en un mundo medieval. “El episodio fue todo lo que esperaba que fuera. Felicitaciones a Eileen Shim, la guionista, a Geeta Patel, la directora, a vuestro increíble elenco”.

Así se despide Paddy Considine de ‘House of the Dragon’

A continuación, Martin elevó sus halagos al actor Paddy Considine, quien la semana pasada hizo su última aparición como el rey Vyseris. “Felicitaciones particularmente a Paddy Considine, por su interpretación del Rey Viserys, el primero de su nombre. El personaje que creó (con Ryan, Sara, Ti y el resto de nuestros escritores) para el programa es mucho más poderoso, trágico y completo que mi propia versión en Fire & blood”. Luego bromeó diciendo que estaba “medio tentado de volver atrás y romper esos capítulos y reescribir toda la historia de su reinado”.

Finalmente manifestó: “Paddy se merece un Emmy solo por este episodio. Si no lo consigue, no hay justicia”.

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Análisis del capítulo 7 de ‘House of the dragon’: La guerra por el trono de hierro es la guerra entre los Targaryen y los Hightower

¿Qué pasó en el capítulo 8 de La casa del dragón?

El título del episodio de House of the dragon, El señor de las mareas (que se transmitió el domingo 9 de octubre), se refiere al título otorgado a Corlys Velaryon, la ‘serpiente marina’, quien al momento de la historia se desconoce su paradero, desde hace 6 años. No obstante, hasta que no se designe su sucesor, el heredero de Driftmark, sigue al control de de la marina real en el Consejo del rey.

Al rey Viserys le falta la mitad de su rostro y se encuentra parcialmente inmovilizado, es apenas un poco más que un esqueleto en la cama. Pero la peor de sus desgracias es haberse quedado incoherente por las copiosas cantidades de leche de amapola para tratar su dolor.

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La calma antes de la tormenta: Alicent (Olivia Cooke) y Rhaenyra (Emma D'Arcy) logran hacer las paces, gracias a un conmovedor discurso del moribundo rey Viserys durante el capítulo 8 de 'La casa del dragón'. Pero la paz solo será temporal. Foto: Cortesía HBO

Cuando los recién casados príncipes Rhaenyra (Emma D’Arcy) y Daemon (Matt Smith) llegan junto a la cama de su padre/hermano para defender su caso a favor de Luke Velaryon como El Señor de las Mareas, rápidamente se dan cuenta de que no sirve de nada. El enfermizo monarca no puede ayudar a nadie. Ni siquiera a sí mismo.

Y, sin embargo, el rey Viserys se ayuda a levantarse de la cama para una última heroica acción. Se arrastra hasta su silla de hierro para usar la última gota de su fuerza restante. Más tarde en la cena, pronuncia una especie de monólogo Shakesperiano. Se quita su semimáscara dorada, estilo fantasma de la ópera, que esconde su rostro desfigurado, para entregar el mensaje más importante que ha dado hasta ahora: “La corona no puede mantenerse firme si la casa del dragón está dividida. Dejen a un lado sus rencores. Si no por el bien de la corona, entonces por el bien de este anciano que los ama a todos con tanto cariño”.

Este pedido desesperado, de un hombre que está prácticamente muerto, conmueve a las dos personas exactas que necesita conmover para evitar la catástrofe: Rhaenyra y Alicent (Olivia Cooke).

Pero cuando Viserys es llevado de regreso a su dormitorio, y una vez más se le administra leche de amapola para aliviar sus muchos dolores, en su delirio confunde a su esposa Alicent con su hija Rhaenyra. El rey intenta terminar la conversación que comenzaron antes, la de Aegon el Conquistador y si su predicción de Canción de Hielo y Fuego era real. ¿Realmente un Targaryen necesita estar en el Trono de Hierro cuando llegue la Larga Noche desde el Norte? Alicent no estaba al tanto de esa conversación. Entonces, cuando Viserys intenta asegurarle a su hija, aunque muy tarde, que la Canción de Hielo y Fuego es real, todo lo que oye Alicent son palabras confusas como “Aegon. El príncipe prometido. Eres tú. Eres el indicado. Tienes que hacer esto.”

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Por supuesto, Alicent interpreta sus palabras finales como deseo de su moribundo esposo que de su hijo Aegon II se haga del trono, y su mensaje de reconciliación y paz en la cena, se convierte en uno de guerra.