Un nuevo episodio del reality de cocineros MasterChef por Teleamazonas continuó con un reto de campo. Esta vez, los participantes fueron llevados a una hacienda. En realidad, el primer reto fue ir al sitio donde sería la competencia, ya que las más afectadas por la caminata por pendientes y sembríos de la Sierra colombiana fueron María José y Alba.

Los equipos tuvieron que cocinar para 50 ciclistas. Primero, Éricka Vélez les anunció que debían recorrer otra distancia hasta las respectivas estaciones. Carolina se mostró contenta porque ganó el pin de chef por lo que gozaba de inmunidad.

Vale recordar que Margarita, Camila y Wilson vestían los indeseables delantales negros y uno de ellos tiene en juego su permanencia en el concurso.

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Kléver, Matías, Ernesto, Lee, David y Margarita mientras esperaban los resultados de las votaciones.

Una vez en las estaciones, los jueces Jorge Rausch, Carolina Sánchez e Irene Gonzalez dieron las indicaciones para el ‘giro’ gastronómico. Las ventajas para cada capitán debían lograrse una vez que superaran el primer reto: hacer la mayor cantidad y mejores granizados en tres minutos.

Alberta logró elaborar el mejor refresco. Así, la rebotóloga tuvo la ventaja de escoger primero a todo su equipo, el menú y también elegir a un participante con delantal negro. Carolina Sánchez les anunció que la entrada se basaría en el circuito ciclístico Vuelta de España, por lo que debían preparar una tapa de pulpo, una de pescado y otra de tortilla de patatas, y al menos una debía llevar pan, pero debían elaborarlo. El plato fuerte se inspiró en el Giro de Italia, el menú consistió en raviolis rellenos de pollo con la salsa a elección. Y el postre se inspiraría en el Tour de Francia, cuyo plato debía ser un Paris-brest (pasta choux cocinada en forma de dona con crema muselina).

María José, Andrés, Alberta, Daniela, Ana, Wilson y Ricardo no esperaban perder.

Alberta escogió para su equipo el delantal y gorra rojos. Los integrantes fueron Wilson, Daniela, María José, Andrés, Ana y Ricardo.

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María Laura eligió color azul y escogió a Camila, Raquel, Alba, César y Carolina.

Para un tercer equipo -el amarillo-, sus integrantes Kléver, Lee, Margarita, Matías y Ernesto escogieron a David como su capitán. Se creía que era el equipo que menos se esperaba.

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Cada equipo contó con 90 minutos para preparar el trío de alimentos y satisfacer el apetito de los 50 deportistas.

Alberta, María Laura y David reunieron a los integrantes para decidir cuál sería la estrategia. Alberta, con la ventaja de elegir a todo su equipo, logró llevarse a los participantes de acuerdo con sus fortalezas y que han mostrado un mejor conocimiento en cocina. Parecía ser el mejor grupo.

Raquel, Carolina, Camila, María Laura, César y Alba lograron solo dos votos de los comensales.

Una vez que empezaron a cocinar surgieron los conflictos propios de la presión por sacar los mejores platos. “Ser capitana de un equipo es muy complicado, pero de eso se trata la vida, de asumir retos”, dijo María Laura.

Los roces más marcados fueron entre Lee y Ernesto, este último decidió organizar parte de las preparaciones. Kléver también fue otro que se mostró ansioso.

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En el equipo azul, Rausch tuvo que enseñarle a pelar pescado a Carolina, y en la estación del equipo amarillo aprobó lo que hasta ese momento habían preparado, y la chef Irene González le enseñó a Margarita a rallar limón mientras echaba lágrimas por la presión del reto (luego dijo que tenía problemas personales).

El equipo ganador

Llegaron los ciclistas. Los 50 comensales llegaron en sus bicicletas y fueron los integrantes del equipo rojo los primeros en servir. Las opiniones de los deportistas fueron variadas, pero al final escogieron el menú que más les gustó.

Alberta es ciclista y poseía cierta ventaja adicional. Éricka anunció los votos de cada comensal. ¿El resultado? Ganó el equipo amarillo, uno del cual se esperaba menos porque fueron los cocineros no escogidos inicialmente.

María Laura se lamentó y asumió la culpa, y Alberta reconoció que debió ofrecer el postre.