Telenovelas enlatadas, series cómicas repetidas, matinales con contenido variado, y en muchas ocasiones con su propio staff como protagonistas. Este año, la televisión ecuatoriana ha tratado de diversificar su propuesta en programación para mantener y cautivar nuevamente a la teleaudiencia que ha migrado en masa -desde el 2020- a las plataformas de streaming, con un catálogo que incluye documentales, seriados infantiles, películas y demás producciones, en su mayoría de estreno, con clásicos, y que permiten al usuario elegir sin pausas o cortes comerciales.

Sin embargo en este 2021, la pantalla chica ecuatoriana apostó por los reality shows y programas de competencia, captando al espectador que gusta de este tipo de producciones, aunque nunca falten críticos, y generando además espacios de trabajo para los equipos y/o talentos que se suman y destinan para su desarrollo.

El poder del Amor (Ecuavisa), Masterchef (Teleamazonas), Combate (segmento en RTS) y Soy el mejor (TC Televisión) son producciones que este año han destacado en la televisión y han logrado que tanto los medios como la teleaudiencia se conecten y comenten sobre sus participantes en redes sociales.

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El reality turco que hasta el domingo 19 de diciembre emitió el Canal del Cerro se volvió un fenómeno en plataformas, debido a su audiencia en los nueve países en los que se transmitió, entre ellos Ecuador.

Según Karina Medina, gerenta de Programación de Ecuavisa, las producciones de este género tienen una alta demanda en el mercado y logran enganchar a la audiencia por algunos factores. Entre ellos, menciona las situaciones y personajes reales con los que la audiencia puede identificarse, entretenimiento a través de diferentes dinámicas de competencia y participación activa de la audiencia a través de las votaciones para salvar o escoger a su participante preferido.

El poder del amor (PDA) es un formato que forma parte del catálogo de Intermedya, compañía que distribuye contenidos turcos y con quien Ecuavisa tiene una relación comercial de muchos años. En junio recibieron la propuesta de participar de este espacio, asumiendo el proceso de casting para la selección de los talentos y/o representantes ecuatorianos para el programa. “La selección de los concursantes fue compartida con la producción de Turquía. Ellos a su vez empezaron la ronda de entrevistas a cada uno de ellos para determinar la elección final”, indica Medina y recalca también que la producción estuvo a cargo en su totalidad de Turquía. En esta primera temporada se seleccionó a Andreína Bravo, Mare Cevallos, Don Day (Diego Álvarez) y Ricardo Delgado.

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Medina añade que son los concursantes de estos programas parte esencial del éxito en rating. “Por ello el casting es muy importante, pues los escogidos tienen personalidades distintas con las que la audiencia se pueda identificar. Los realities no tienen guion y es justamente por ello que este género capta el interés del público y las redes sociales son una parte esencial para lograr interacción. Apostamos por este formato y no nos equivocamos”, sostiene.

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En el caso puntual del PDA (producción turca), refiere: “Superamos todas las expectativas ya que nos arriesgamos en programarlo en un horario no habitual, el resultado fue superpositivo en todos los sentidos, grandes resultados comerciales y mucha audiencia en muchos targets, inclusive se rompió el mito, los jóvenes sí ven TV”.

Cocina para todos

Entretener al público mientras está sentado frente al televisor es parte del propósito de estos espacios tan variados en los que el televidente puede aprender a cocinar y volverse crítico desde la comodidad del sillón de su casa. En noviembre, Teleamazonas estrenó la tercera temporada de su reality de cocina Masterchef Ecuador.

El programa, que se graba por completo en Bogotá (Colombia), tiene también una audiencia fiel en redes sociales como Twitter. “Tener un momento de entretenimiento, de esparcimiento, de olvidarse del día que uno tuvo y poder divertirse, y en el caso nuestro, sanamente y logrando identificarse con sus participantes que están e inclusive con el jurado, creo que todos nos vemos reflejados con alguno de ellos”, menciona María del Carmen Arellano, gerenta de Producción de Teleamazonas.

Arellano recalca que el canal se mantuvo produciendo con pandemia. “Nosotros nunca paramos la producción, nosotros siempre nos mantuvimos y sobre todo porque nos dimos cuenta de que era un momento en el que obviamente debíamos aportar con entretenimiento sano, aprendizaje no le diría siquiera, porque realmente no lo es, cositas que se agarran, pero más bien vimos la necesidad de entretener a la gente, eso fue básicamente la decisión por la que se continuó con el proyecto”, indica Arellano.

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Con dos entregas anteriores, la primera estrenada antes de pandemia, el canal ha palpado la conexión que ha logrado a través de este contenido con sus seguidores. “Desde la primera temporada fue un éxito, sí tomó tiempo que la gente entienda y conozca, pero a partir de eso la gente espera con ansias el programa y lo que nos ha generado a nosotros, inclusive, es ver que el público que ya no veía televisión, que estaban dedicados más a plataformas, están retornando a la televisión”, asevera Arellano. “Es lo que vemos reflejado en los números”, añade.

Arellano enfatiza que en Guayaquil ha crecido la sintonía, mientras que en Quito se mantiene con picos muy importantes en rating.

Masterchef Ecuador llegó a la pantalla ecuatoriana por los contactos comerciales en el exterior. “Los dueños de franquicias todo el tiempo te están ofreciendo producciones y nosotros teníamos en la mira a Masterchef desde hace mucho tiempo, pero llegó el día en que decidimos agarrar el proyecto”, dice.

Los jueces del programa Carolina Sánchez (i), Jorge Rausch e Irene González. Foto cortesía

El reality de cocina, que tiene como presentadora a Érika Vélez y de jueces a Carolina Sánchez, Jorge Rausch e Irene González, es una producción completamente ecuatoriana que se graba en Colombia, porque los estudios en dicho país cuentan con los equipos necesarios. “No solo Colombia produce allá, Chile produce allá y otros países producen allá. Digamos que hay una facilidad de producirlo allá en vista de que ya está armado absolutamente todo y sería una inversión sumamente costosa y sumamente alta y probablemente no lo podamos hacer si es que tenemos que asumir esos gastos”, anota. Arellano no descarta presentar las versiones Masterchef sénior o Masterchef celebrity, sin embargo, recalca que aún están analizando estos contenidos.

“Definitivamente hay un interés además de la gente en participar, porque en la experiencia de la segunda temporada han sido historias de éxito, en el sentido de la gran mayoría, porque no todos evidentemente pudieron seguir desarrollándose en el tema de la cocina, como influencers. Se les abre una ventana superimportante que les permite generar y seguir desarrollándose también”, dice María del Carmen Arellano, gerenta de Producción de Teleamazonas.

Masterchef Ecuador tiene previsto 69 capítulos que lo mantendrá al aire hasta febrero del 2022.

Talentos locales para promover ayuda

Soy el mejor, si bien no es un reality show, es un programa concurso de baile que ha concentrado en su escenario a talentos nacionales (actrices, actores, cantantes, bailarines, periodistas, entre otros) desde que se estrenó en febrero. Si bien esta edición no es su debut en pantalla (ya ha tenido otras versiones en TC Televisión) sí es la primera vez que tiene el enfoque de apadrinar a casos de ayuda social.

“Fuimos el único programa de entretenimiento en vivo que se produjo durante la pandemia, esto fue un reto para todas las áreas, operativos, producción, talentos. Trabajar, producir y grabar el programa durante la pandemia, hablando del primer encierro que tuvimos”, señala Christian Rodríguez, productor ejecutivo de TC Televisión.

De acuerdo con Rodríguez, retomar la producción del programa se dio en respuesta a la inexistencia en la franja horaria de un espacio de este tipo en pantalla y al que ha estado acostumbrada la teleaudiencia nacional. “El programa surge a raíz de la necesidad de la franja y la necesidad del televidente. Recordemos que antes, años atrás, en la franja de TC en ese horario estuvo A todo dar, luego estuvo Calle 7 y el televidente se acostumbró o necesita ver en nuestra pantalla un programa con el que se identifique y se divierta. Dada esa premisa, comenzamos a buscar formatos concurso antes de la pandemia”, refiere. Si bien los programas concursos cuentan con público en vivo, por la pandemia, restricción de aforo y medidas de bioseguridad, Soy el mejor no tiene público en el estudio.

Soy el mejor se presentó como segmento en el matinal De casa en casa (de septiembre a diciembre del 2020). La acogida del público motivó al canal a retomar una quinta temporada con su propio espacio.

“Nosotros iniciamos Soy el mejor en octubre del 2020, se acelera por la necesidad de parrilla y que ya no iba a ir el programa concurso que iba a ir y que se estaba produciendo. Se aprobó una temporada de seis meses porque teníamos el temor del televidente en pandemia, era un público totalmente nuevo, los niños ya no estaban en clases y el ama de casa renovó y tuvo que surgir en actividades nuevas y no era el público que teníamos antes. Sin embargo, el éxito en redes sociales, en rating, en calle era notorio. Los participantes, actores, nos decían que en las calles los llamaban por sus nombres. Eso incidió en que el programa dure todo el 2021 y no que finalice en agosto, como se tenía previsto”, cuenta Rodríguez.

Luego de once meses de labores (su último programa se presentó hasta el 21 de diciembre de este año) ya han comenzado a trabajar en su nueva temporada y han presentado a un grupo de los participantes del programa para el 2022.

“Con Soy el mejor fue recuperar una audiencia que con programas en vivo la habíamos apagado un poco de cierta manera y recuperarla no fue difícil gracias al formato. Creo que definitivamente la emotividad y dar la mano, sobre todo con lo que vivimos en pandemia, a todos nos conmovió, nos hizo pensar diferente y esto transmitirlo en un espacio y saber que talentos que nunca habían imaginado estar en un programa de esta categoría, cambiar su zona de confort o intentar desde cero bailar y sobre todo arriesgarse por ayudar al prójimo, para mí fue el secreto para vernos más reales, más humanos”, expresa. En esta edición, los participantes apadrinaban casos para conseguir ayuda a personas en situación de vulnerabilidad.

Rodríguez agrega que parte de ese enganche fue además contar con rostros nuevos que en producciones de este género no se habían incluido. (I)