Un barco dotado con tecnología de punta corta la roca en el fondo marino y acaba con Los Goles en el golfo de Guayaquil. Actualmente, el IBN Battuta trabaja entre catorce y quince horas diarias con el apoyo de otros dos barcos tolva, que reciben el material rocoso extraído y lo llevan a un botadero previamente seleccionado en un área del mar.

Los Goles no daban alegría, no significaban un grito eufórico como en un partido de fútbol. En el canal de acceso al Puerto Marítimo de Guayaquil, Los Goles eran los enemigos de los tripulantes de barcos; eran un dolor de cabeza. Eran muy nombrados por gobernantes del Ecuador al tratar el tema portuario. Pero la historia cambia y a inicios de este 2019, esas grandes rocas ubicadas en el fondo marino, que se constituían en una barrera que impedía el paso de barcos de gran calado, empezaron a ser cortadas, destrozadas en su parte superior por el IBN Battuta.

Este es un barco equipado con una draga de corte y es parte de la flota de embarcaciones con avanzada tecnología que la empresa belga Jan De Nul ha desplazado al golfo para ejecutar la profundización de los canales de acceso al Puerto Marítimo de la ciudad, mediante contrato de concesión suscrito en diciembre con la Municipalidad de Guayaquil.

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El pasado martes, el IBN Battuta trabajaba en uno de Los Goles localizado frente a Posorja. Es una embarcación de 138 metros de largo, con su cabina de mando en el centro. Al frente tiene una punta de corte giratoria, con 42 dientes de acero en seis círculos. En la parte de atrás del barco hay unas puntas que se clavan en el fondo para hacer presión (ver gráfico).

A este Diario, Jan De Nul, la compañía belga que para su operación en esta ciudad conformó la empresa local Canal Guayaquil S. A., explica que durante el primer paso en los Goles se usa la draga de corte para extraer el material duro con su cabeza giratoria equipada con dientes para cortar la roca. Al mismo tiempo, la succiona y la carga a una barcaza autopropulsada. El segundo paso consiste en limpiar los residuos con la misma draga. Simultánea o posteriormente, puede ser necesario barrer con la draga de tolva los residuos pequeños.

En la cabina de mando, la tripulación, en su mayoría europeos con años de experiencia, apoyados por un práctico ecuatoriano, trabaja casi quince horas diarias. Podría hacerlo las 24 horas, pero como los Goles están en la ruta de navegación, el corte de la roca se detiene durante cuatro horas con cada marea alta (hay dos en el día), más dos horas aproximadas de alejamiento y retorno.

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En ese lapso, los barcos que ingresan o salen de Guayaquil hacen su paso como en un desfile en busca de puerto.

Pese a ello, los trabajos de corte de los Goles ya llevaban el 80% hasta la tarde del pasado viernes, según la firma. Esta señala que hasta el viernes se habían cortado unos 600.000 metros cúbicos de roca y ya para la última semana de este mes de marzo la tarea se habrá concluido. De allí seguirá la profundización de los 95 km que comprende el canal de los 9,5 m existentes a la fecha a 12,5 m, lo que permitirá el paso de los grandes barcos.

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Flota de cuatro barcos draga canal de 95 km

Junto al IBNBattuta, que tiene dos barcazas para acarreo de material, trabajan otros tres barcos draga en la profundización del canal de acceso al puerto de Guayaquil. Estas son Francis Beaufort, Pedro Álvares y Vitus Bering, que succionan el material, lo llenan en sus bodegas y van a depositar en el área definida.

Estimativos dan cuenta de que en agosto culminarían las tareas. La empresa que ejecuta los trabajos tendrá 25 años para recuperar su inversión, de unos 100 millones de dólares, mediante cobro de peaje.

“Estamos cumpliendo con todas las normas y legislaciones. Los monitoreos son ejecutados y atestiguados por personas y empresas certificadas”, señala la empresa. (I)

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