Un grupo de moradores decía sentir enojo, tristeza y desolación. Otros habitantes consideraban acertada la decisión.

Ese era el sentir dividido que se palpaba ayer en el plan gubernamental Socio Vivienda 2, un día después del desalojo de cuatro familias que habitaban en este sector del noroeste.

Hasta los bloques Pingüino, Tortuga e Hipocampo llegaron, el pasado lunes, decenas de uniformados con personal del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) y de la Secretaría Técnica de Prevención de Asentamientos Humanos Irregulares para los desalojos.

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Esto llenó de indignación a los moradores. “Si esto se lo hiciese en la parte conflictiva, en las partes que debe ir el Miduvi y tomar la decisión de desalojar, sí. Hay personas que han cometido pequeños errores por ahí, no sé... pero hay gente que no merecía salir y les abrieron las puertas y sacaron sus cosas”, dijo Ramón, uno de los moradores de Socio Vivienda 2.

Él indicó que una de las personas a quienes se les revertió la propiedad es un señor de unos 50 años con discapacidad física, quien se fue del lugar con sus hijas por el peligro que representa para ellas, pero dejó a un familiar en la casa.

Al respecto, dijo una vecina que le parece bien que hayan sacado a la persona que quedó encargada en la vivienda porque “ahí se metían las personas a drogarse”. Esto, en el bloque Pingüino, donde otras dos casas también fueron desalojadas.

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“Nos dio pena, a una madre que tiene cuatro niños, los policías de la Dinapen se iban a llevar a los cuatro niños y a la señora la iban a desalojar de la casa”, dijo otra vecina al referirse al inmueble desalojado en el bloque La Tortuga.

La casa era de la hermana que se tuvo que ir porque al hijo lo querían matar, contó Alexandra, con cierto recelo de revelar su nombre por la inseguridad. La afectada dijo que la dejaron quedarse un día más.

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La última casa desalojada fue la de una señora que tiene cáncer terminal, cuyo hijo se la había llevado del sector por las terapias que debe hacerse, y en su lugar dejó a una sobrina.

Según el Miduvi, los desalojos se dieron por mal uso de las casas, y para poder ejecutarlo, la cartera hizo primero un seguimiento de la situación.

Las propiedades pertenecían a personas que habían sido desalojadas de una zona de riesgo del estero salado, en donde vivían. En el plan habitacional, el Goierno los había reubicado en este sector donde hay 2.817 casas. 

Los propietarios habían firmado con el Miduvi un acuerdo de entrega de vivienda en el que se comprometían a vivir en el inmueble.(I)

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Desalojos

Cuatro viviendas

Acuerdo ministerial

En el desalojo se aplicó el Acuerdo Ministerial 02715, que en el art. 61, capítulo 7, se refiere a la vivienda no habitada o mal usada en los programas de vivienda rural y urbano Manuela Espejo y Socio Vivienda.