La avenida Casuarina, conocida como la entrada de la 8; la avenida principal de ingreso a Flor de Bastión y el sector de La Ladrillera tienen estos cosas en común: forman parte de la populosa parroquia Tarqui popular, al otro lado de la Perimetral, en el noroeste. Son parte de la actualmente zona de mayor contagio de COVID-19 y, pese a ello, son los puntos de la ciudad donde menos se respetan medidas restrictivas y sanitarias.

Es la zona donde hace más de una veintena de años era de invasiones. Posteriormente se fueron legalizando asentamientos y se prohibió nuevas edificaciones. Allí están Socio Vivienda, Monte Sinaí, El Fortín, Guerreros del Fortín, Horizones del Guerrero, Flor de Bastión, Sergio Toral, Nueva Prosperina, Lomas de la Glorida, Mélida Toral y otros sectores populares, a donde en la última década han llegado los servicios básicos, pavimentación y hasta un mall.

Estimativos del cabildo dan cuenta que allí viven casi medio millón de personas y, según el informe presentado por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal la semana pasada, la zona que tiene mayor número de casos activos es aquella. El informe municipal da cuenta de que el 33,7 de la población de Guayaquil se ha contagiado de COVID-19, esto es cerca de 800 000 personas.

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El epidemiólogo Washington Alemán, director de la mesa técnica, explicó que la única medida para evitar un rebrote del COVID-19 es mantener la distancia social, medida que no se respeta al 100 %.

“Es un gran problema el tema de los sectores en que no acatan esta medida fundamental. Ahora estamos haciendo esfuerzo para mitigar y controlar lo que la pandemia puede causar”, explicó Alemán.

Agregó que en este momento están en la fase de cortar los contagios y analizar la situación hasta el 25 de mayo, donde se revisarán los nuevos datos y se tomarán medidas.

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Detalló que prefiere no detallar los circuitos de contagio en los sectores para evitar que las familias salgan de forma masiva. “Puede haber una estampida de personas que salgan y justamente queremos evitar esas concentraciones”, dijo.

Vendedores de legumbres y demás alimentos se aglomeran a lo largo del ingreso a Flor de Bastión. Foto: Ronald Cedeño.

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El epidemiólogo Francisco Andino agregó que los hospitales y centros médicos de primer orden deben completar para estos días su capacidad resolutiva para los nuevos contagios de esos focos de infección.

Añadió que en esta fase el papel de la ciudadanía es fundamental porque debe ser constante en las medidas de bioseguridad como el lavado de manos, uso de mascarillas, higiene de espacios y distanciamiento.

Sandra Loor, moradora de la Ladrillera, explicó que existe temor en la zona porque hay comerciantes de escasos recursos que no tienen cómo comprar las mascarillas cuando llegan a vender al sector.

“Como es un sector extenso, algunos sitios de difícil acceso, no vemos control constante, queremos evitar más contagios”, indicó la mujer.

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Otro foco de infección que denuncian moradores es el conocido como mall del piso, en la calle 24 y la E, suburbio. (I)

Atención médica zonas vulnerables

En el sur y el noroeste

El Municipio informó que desde ayer se habilitó la atención médica para pacientes sospechosos de COVID-19 en el hospital del Día Samuel Ratinoff, ubicado en la entrada de la Casuarina, y en el hospital Kartódromo, en el Guasmo norte.

Servicio

La ciudadanía puede acudir a las unidades de triaje respiratorio para que tengan una valoración sobre la fase de la enfermedad y para poder seguir un tratamiento. (I)