A la alcaldesa Cynthia Viteri le correspondió liderar el histórico proceso de levantar a la ciudad luego de la pandemia del COVID-19, que ha costado la vida de casi 10.000 personas. Ella también se contagió, se aisló y luego salió a recorrer barrio por barrio con atención médica, toma de pruebas y alimentos. Ella cita el cambio que tuvo la ciudad por la pandemia, justo en el año del bicentenario: “Dejamos lo suntuario de lado. La gente supo que lo principal es poder respirar. La bocanada de aire tuya y la bocanada de aire mía es lo único con lo que nos mantenemos seguros y mañana no sabemos. Entonces vive hoy y trata de cambiarle la vida a toda persona que se tope contigo...”.

La ciudad debe seguir su marcha, como supieron hacerlo sus ancestros. ¿Cuál es la planificación para lograr aquello?

El COVID-19 fue un golpe que nos empujó de bruces a la tierra, así de sencillo. Sentí así, como un gran golpe que me tiró a la tierra. Con la cara rota y las rodillas marcadas había que ponerse de pie otra vez, porque había muchas personas que dependían de nosotros y de otras personas más, entonces no solamente el virus trajo dolor, lágrimas y muerte, sino también una mentalidad distinta, entendimos lo frágil que es la vida, el poco tiempo que tenemos y las cosas fundamentales a las que nos deberíamos enfocar.
Los planes que teníamos para luego se aceleraron: la bicicleta pública, los 7.000 árboles que estamos sembrando, las calles con las mesitas afuera por el aire libre, eliminar tasas para que los negocios puedan surgir todo el 2021. Todos esos planes se aceleraron, la vida cambió...

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Usted promueve un máster plan para la ciudad, que se presenta hoy. ¿Qué tiene? ¿Qué diferencia con aquel que se ideaba antes de la pandemia?

Es el primer máster plan que hace la ciudad para 30 años. Es la planificación de una nueva ciudad. La dividimos en 96 sectores y cada uno es como una pequeña ciudad interconectada con los medios de transporte público para que tú puedas llegar a tu escuela con tus hijos, al hospital, al mercado cercano a tu casa y no debas trasladarte a largas distancias. Esto se complementa con municipios pequeños en varias partes.

¿En dónde quedan?
Ya inauguramos uno en Posorja, tenemos uno en el sur, otro en el norte, en el noroeste también lo tenemos; estamos abriendo otro en Zumar, en Bastión Popular, y estas ya están funcionando. Atienden trámites del Municipio de Guayaquil y ahí mismo puedes ver la respuesta. La ATM va a funcionar también ahí y oficinas de los bomberos.

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¿Y para los sectores del sur, como la Trinitaria, Guasmo; para el noroeste, para quienes viven del día a día, que están en una severa crisis económica, ¿qué hace desde su cargo? El Municipio debe hacer algo por ellos.

Así es, cuando te hablo de eliminar por un año la tasa de habilitaciones, estoy hablando del restaurante, de la peluquería, del profesional que tiene su estudio, del que abre un comedor de comida, todo el que tiene cualquier actividad comercial. Esto incluye a las grandes empresas también, industrias, no va a pagar un dólar el año que viene al Municipio de Guayaquil por esa tasa, 9 millones de dólares más 2 millones más que no le vamos a cobrar al turismo ni a los hoteles, ni por tasas de pernoctación. Otra ventaja a todo el sector trabajador y popular que tiene a lo largo de los Sauces, a lo largo de Miraflores, a lo largo de Urdesa, la Alborada, la Garzota, ha abierto un pequeño local y no tiene permiso de funcionamiento, lo vamos a legalizar y dar uso de suelo.

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Le gente pide también planes de vivienda, ¿hay un proyecto?

Cuatro mil viviendas solo este año y mil doscientos lotes en Monte Sinaí. Lo de Monte Sinaí te lo explico, hay grandes extensiones de tierra que la expropiamos este mismo año y ya me reuní con el ministro de Vivienda porque ellos también tienen terrenos que han sido invadidos. En expropiación lo podemos comprar o pueden donar, ahí entramos nosotros, lotizamos y vendemos los lotes y con escritura.

¿Cuándo empieza y se venderán los lotes sin servicios?

En enero del próximo año ya se venden. Este año dedicamos a pagarlo, a expropiarlo... En este momento no hay servicios. Lotizamos, le damos la escritura, y empezamos con la obra y los servicios inmediatamente. (I)

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