Aunque en el 2019 la fundación Comunicar, cuyos servicios eran dirigidos para personas con Autismo, acogió a 105 niños y seis adultos, que pasaron años en la institución, hoy esta permanece cerrada y sin una fecha probable de reapertura.

Por más de 35 años, la ONG Comunicar realizó múltiples actividades en pro de difundir conocimiento sobre el trastorno autista y ayudar al desarrollo de las capacidades de estas personas.

Pero ahora, Hortensia García, directora de la fundación, tuvo que cerrar las instalaciones por efecto de la pandemia.

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Según el Ministerio de Educación, en Guayaquil existen solo siete fundaciones que ofrecen atención para personas con este diagnóstico.

Existen programas especiales en ciertos colegios, pero García dice que las pensiones ascienden a $ 700 mensuales, pues el sistema educativo para niños con autismo es totalmente distinto y especial: solo seis alumnos por aula y dos terapistas.

La fundación Comunicar permanece vacía y ese es el mayor problema. García comenta que le gustaría que la Dirección de Acción Social y Educación de la Alcaldía (DASE) le ayudara a eliminar los obstáculos que impidan abrir el Centro de Terapias de atención personalizada para el periodo lectivo del 2021-2022.

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“Si las ONG no recibimos apoyo, vamos a morir. Algunas están en agonía, otras estamos en terapia intensiva y otras tienen miedo de enfermarse”, alerta.

Quien desee ayudar puede llamar al 283-2558 y al 283-2246, los lunes, miércoles y viernes. (I)