Más de cien personas esperaron una tras otras en diferentes filas para comprar un boleto para ir a Balzar y a El Empalme la mañana de este domingo 7 en la terminal terrestre de Guayaquil para ejercer su derecho al voto en las elecciones generales 2021 en esas localidades del Guayas.

Sindy Espinoza, vocera de la terminal terrestre de Guayaquil, explicó que este sitio recibió ayer muchísimos pasajeros que buscaban acudir a cantones cercanos para votar, tanto del Guayas, así como Los Ríos, Santa Elena y El Oro.

Ella explicó que el viernes y sábado pasados la cantidad de pasajeros también fue muy alta, pero más para viajes interprovinciales como para Manabí, Santa Elena, Esmeraldas, y partes de la Sierra.

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Detalló, por ejemplo, que el pasado sábado el corte fue de 53.905 pasajeros que salieron desde la terminal de Guayaquil hasta las 19:00 de ese día. Esta es una cifra muy alta de demanda, ya que regularmente –por la pandemia– la salida de pasajeros varía entre 30.000 a 35.000 máximo por día.

“Recordemos que no es que las personas quisieron viajar por placer, es porque les toca sufragar en otro punto, una obligación cívica y van a cumplir su derecho”, dijo.

Agregó que pese a que la terminal terrestre sí cumplió con las medidas de bioseguridad sí se evidenció mucha desobediencia de las indicaciones, como que no se podía ir acompañado a ir a sufragar. “Vemos que las personas van con sus familias, enteras y eso no está bien”, comentó ella.

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Y justamente esa fue la molestia de algunas personas que visitaron la terminal terrestre de Guayaquil. Sonia López, residente guayaquileña que sufraga en Milagro, comentó que vio a muchas personas que acudieron con todos sus hijos. “Da temor ver a familias con niños pequeños porque sacarlos en estos momentos es exponerlos, si uno sale con miedo, ahora los niños que todo van tocando, ellos no saben cómo cuidarse”, explicó ella.

Otro ciudadano, en exteriores de la terminal terrestre, lamentó que hubo personas que no les importó estar con síntomas gripales y acudieron para viajar, algunos tosían, a lo mejor no tenían fiebre porque estaban bien tranquilos, pero sí estaban tosiendo y eso incomoda a quienes nos toca estar ahí al lado haciendo fila”, explicó el joven mientras esperaba comprar un boleto para viajar a Progreso (Guayas).

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Espinoza indicó que esta movilización de pasajeros también se dio en los arribos, pues muchas personas de otras provincias y cantones llegaron a Guayaquil temprano para poder ir a su recinto electoral y votar a tiempo.

Para el control de personas con fiebre, Espinoza comentó que se utilizaron los sensores de calor, asimismo, personal de seguridad de la terminal terrestre monitoreaba en todas las puertas los ingresos para corroborar de que las personas lleven de forma correcta la mascarilla y que no ocurra algún altercado durante la compra de los boletos en el área de ventanillas. En esa labor participaron más de 70 agentes de seguridad más diversos operarios de la terminal.

Ella explicó que el incremento en la demanda de pasajes también se evidenció en la terminal de Pascuales en donde se desarrollaron controles.

Afuera de la terminal

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En los exteriores de la terminal terrestre de Guayaquil se asentaron diversos comerciantes informales para ofrecer sus productos a quienes llegaban o se disponían a ingresar a la terminal. Muchos de ellos, según indicaron, salieron de la zona de recintos electorales, ya que se indicó que estaba prohibido su ingreso en esa zona.

Allí ofrecían servicio de plastificación del comprobante de votación, maletas, desayunos, golosinas, cargadores, entre otros productos más.

Esta situación también alertó a los pasajeros que llegaban a la terminal terrestre, pues temían que la aglomeración ocasione un problema de contagio de COVID-19. (I)