20 niños con mutilaciones en manos, afectaciones oculares y quemaduras por manipulación de camaretas

Decenas de niños y adolescentes han sido víctimas de la inadecuada manipulación de pirotecnia este fin de año. Las víctimas que tienen entre 7 y 15 años han perdido dedos, manos y hasta tienen daños en los ojos por la detonación de las camaretas.

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Solo al hospital Francisco de Ycaza Bustamante han llegado 17 menores desde la tarde del 31 de diciembre hasta la mañana de este martes 3 de enero.

Menores de dos sectores de Guayaquil resultaron con daños graves en las manos por manipulación de camaretas

El primer caso se dio a las 18:30 y corresponde a un menor de 11 años que sufrió la amputación de la mano derecha.

Dos horas después llegó otro menor de 14 años que perdió varios dedos de la mano izquierda.

Durante la madrugada del 1 de enero llegaron al hospital Francisco de Ycaza Bustamante al menos ocho menores más.

El doctor Luis Zavala, jefe de cirugía del hospital infantil, mencionó que el 90 % de los menores que han llegado a la emergencia son de Guayaquil.

Hay un caso que llegó de Balzar. Se trata de una menor de 14 años que perdió los dedos producto de un explosivo. Ella llegó la noche del 1 de enero.

Los niños afectados están siendo intervenidos no solo por los equipos médicos sino por trabajadores sociales y psicólogos que les ayudan a asimilar la perdida de sus dedos y manos.

Al Francisco de Ycaza también llegó una niña de 7 años que sufrió daños en el ojo derecho y que podría perder el órgano ocular.

El doctor Zavala mencionó que muchos de los niños además de la mutilaciones han sufrido quemaduras de segundo y tercer grado.

Mientras, al hospital Roberto Gilbert Elizalde, ubicado en La Atarazana, también llegaron varios mentores afectados por la pirotecnia. Hasta la mañana de este martes 3 de enero se confirmó que en esa casa de salud se había atendido a tres niños.

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El primer menor en llegar hasta a ese hospital fue un adolescente de 14 años de Mapasingue. El habría pedido la mano izquierda pero se encontraba estable.

Una niña de 9 años y un niño de 11 ya fueron dados de alta por quemaduras. (I)