El nuevo aeropuerto de Guayaquil, pensado para ser ubicado en Daular, a 23 km del centro de la ciudad, es una obra de la que se viene hablando durante muchos años y que siempre sale a relucir en épocas de campaña electoral, aunque –según las previsiones– aún quedan varios años para que se concrete.

La ciudad estrenó su aeropuerto en la década de 1960 bajo del nombre de Simón Bolívar, una terminal que luego quedó obsoleta, por lo que en 2006 se construyó la actual terminal, nombrada José Joaquín de Olmedo, en honor al prócer y cabeza principal de la independencia del 9 de Octubre de 1820.

El actual aeropuerto internacional tiene 60.000 metros cuadrados, diez mangas para el embarque y desembarque, y capacidad para manejar hasta 7 millones de pasajeros al año.

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Pese a todas las comodidades de la terminal, el aeropuerto en sí tiene limitantes, como son el largo de su única pista (2.790 metros) o su ubicación dentro de la ciudad en un terreno de apenas 240 hectáreas, contra las más de 2.000 que se proyectan para Daular. Además, en los últimos años se han presentado problemas por la presencia de aves, lo que complica las maniobras aéreas.

En enero pasado se empezó a hablar de que este año arrancaría la ruta para el nuevo aeropuerto; la adjudicación del contrato se daría en los primeros meses del 2024. El cabildo porteño –que hasta mayo estará liderado por Cynthia Viteri– adelantó que Tagsa, el actual concesionario, tenía prioridad para presentar una propuesta para la obra aeroportuaria.

Así, Ezequiel Barrenechea, presidente de Tagsa y director de Corporación América en Ecuador, habló con Diario EL UNIVERSO sobre el interés que tiene este grupo para poder construir y manejar ese nuevo aeropuerto. Incluso dijo que la obra podría ser inaugurada antes del 2031.

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Aeropuerto internacional José Joaquín de Olmedo de Guayaquil.

No obstante, el escenario político cambió tras las elecciones seccionales del 5 de febrero de 2023, y con el triunfo de Aquiles Álvarez, de las filas del movimiento Revolución Ciudadana, la obra posiblemente deberá esperar por tiempo indefinido, pues para el alcalde electo esa obra no es una prioridad.

“Estamos analizando con profundidad postergar la construcción del nuevo aeropuerto. Hoy no es una prioridad. El fideicomiso para este proyecto tiene inmovilizados recursos por casi 700 millones de dólares, dinero que debería ser inyectado en la economía de los guayaquileños a través de microcréditos”, según dijo Álvarez en septiembre pasado en Twitter.

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El ahora alcalde electo agregó entonces que el dinero ahorrado también se podría invertir en “obras urgentes que generen retornos sociales y también económicos”. “Ese dinero no se perdería, serviría para dinamizar ahora la economía y generar bienestar, en lugar de estar recibiendo intereses y beneficiando a alguna institución financiera”, estimó.

Pese a que Álvarez cree que existen 700 millones de dólares en el fideicomiso para el nuevo aeropuerto, el monto acumulado es de mucho menos.

Barrenechea dijo hace poco que la cifra ya debería andar por los 300 millones de dólares. En tanto que Nicolás Romero, gerente de Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil (AAG), indicó en 2019 que el monto entonces era de 200 millones de dólares.

Parte de las obras que se ejecutan en Daular buscan allanar el camino hacia la construcción del nuevo aeropuerto internacional de Guayaquil, según el cabildo

El aeropuerto de Guayaquil superó los 3,7 millones de pasajeros el año pasado y se acerca a los niveles de prepandemia

Del aeropuerto de Daular se han presentado diseños de cómo sería, aunque se desconoce el monto proyectado para levantar la obra. Por otra parte, en 2018 se presentó un proyecto para desarrollar una nueva ciudad en los predios del José Joaquín de Olmedo, una vez que este salga de allí. (I)

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