Mientras la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) suma más rutas de Durán -ahora son nueve- a las que no les permite llegar al centro de Guayaquil y responde tras el reclamo de sus pasajeros que ellos tienen “varias opciones para llegar a su destino”, tomando otro transporte, un proyecto de esta misma entidad para integrar a los usuarios de los buses de ese cantón con la Metrovía, junto a las paradas de la Pedro Menéndez Gilbert, está por cumplir dos años sin ejecución.

El 29 de enero de 2020, dirigida entonces por Andrés Roche, la ATM presentó a la alcaldesa Cynthia Viteri “los planos y estudios definitivos” de obras destinadas a mejorar la movilidad en la ciudad, entre esas estaba el “proyecto de paradero multimodal” en la citada avenida, que recibe el flujo vehicular de Samborondón, Durán y de las ciudadelas del norte de Guayaquil. ¿Qué pasó con el proyecto?

Este medio consultó al Departamento de Obras Públicas cuánto costará y cuándo se realizará la implementación del estudio en que se prevé la construcción de una bahía para transferencia de pasajeros, con andenes para buses y taxis conectados a los paraderos de la Metrovía en la Pedro Menéndez, que también incluye obras de regeneración y ampliación del entorno, mobiliario urbano, alumbrado público, sistema de seguridad, señalética vial, un parque temático aeronáutico y áreas verdes complementarias.

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El 30 de enero de 2020 la ATM entregó el estudio definitivo para realizar paraderos multimodales en la avenida Pedro Menéndez Gilbert.

El proyecto entregado por Roche en las manos de Viteri hace casi dos años no está en el Municipio, respondieron. Volvió a la ATM, específicamente a la Dirección de Planificación, que a su vez se lo remitió hace tres semanas a la Agencia Metrovía, donde la directora Paola Carvajal explica por qué fue a dar a su oficina el estudio que podría aliviar las ‘bajadas al vuelo’ de los buses y permitir una transferencia segura de los 6.500 pasajeros de Durán que actualmente usan ‘la metro’.

“Los estudios no estaban dentro de Agencia Metrovía, nos lo pasaron desde la Dirección de Planificación de la ATM para que podamos hacer nuestros comentarios, para que confirmemos el funcionamiento de la solución propuesta y ver la posibilidad de que se incluya en el presupuesto de Obras Públicas para el 2022″, dice Carvajal, mientras muestra en su laptop los planos que hace casi dos años entregó Roche.

La exministra de Transporte, ahora a cargo de la Metrovía de Guayaquil, no ha encontrado nada que cambiarle al estudio inicial. “Solo debemos asegurar la preferencia de paso de los articulados para no entorpecer los tiempos de recorrido”, es decir, una cuestión de comportamiento de los conductores de buses, no del diseño que busca ‘recuperar’ un carril a cada extremo de la Pedro Menéndez donde el desembarco de pasajeros de buses y taxis ralentiza el tráfico en horas pico.

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“La meta era hacer una integración de la Metrovía con la recepción de los buses de Durán, que debieron haber bajado en frecuencia y en número, porque entró a operar la Aerovía, un sistema más ágil y barato para quien deba tomar otro bus en Guayaquil”, confirma Roche a este medio.

Pero la Aerovía no ha logrado despegar. Con capacidad para 40.000 pasajeros, el teleférico sobre el río Guayas no ha captado ni los 20.000 que esperaba en su primer año de operación, sino apenas 10.000; mientras, los buses de Durán han recuperando el 75 % de los 60.000 usuarios que transportan a diario a Guayaquil antes de la pandemia, según cifras de los propios transportistas de ese cantón.

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En esta semana, ofrece Carvajal, terminará la revisión en su oficina y el proyecto volverá, una vez más, al Municipio para ver si Obras Públicas lo considera para el 2022.

Usuarios de buses de Durán realizaron una protesta en la intersección de las avenidas Pedro Menéndez Gilbert y Luis Cordero para reclamar por este nuevo cambio de rutas. Foto: Jorge Guzmán

El presupuesto previsto hace dos años, junto con otra obra de menor infraestructura a la altura de la Universidad Estatal, bordeaba los $ 4,5 millones, dijo la alcaldesa Viteri el día de la presentación de los estudios, y aunque no especificó cuánto era por cada una, en Obras Públicas deberán realizar un reajuste de precios porque los materiales de construcción han subido después de la pandemia del COVID-19.

Precisamente al coronavirus, que se desató en Guayaquil solo un mes después de haber sido presentado el proyecto, las autoridades atribuyen el haber dejado en espera esta y otras obras, ante la necesidad de usar los fondos para atender la emergencia sanitaria.

Conexión multimodal, pero no un mismo pasaje

Si el proyecto se concreta, los usuarios de Durán, que este año han tenido que afrontar cuatro cambios de recorridos de los buses, deben tener claro lo que dice Carvajal: “Aquí no hay una integración tarifaria, lo que se está buscando es que sea un lugar seguro para hacer una integración modal. Se podría analizar a futuro, pero hoy no se ha previsto eso”.

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La Aerovía de Guayaquil, en el trasfondo del cambio de recorrido de los buses que llegan de Durán y del retiro de los taxirrutas que llevan a ese cantón

¿Y por qué no se hizo primero la especie de miniterminal, alrededor de los paraderos de la Metrovía en la Pedro Menéndez, antes de modificar las rutas de Durán que ahora no pueden llegar al centro? El cambio lo estableció la Dirección de Transporte de la ATM, aclara Carvajal, su oficina no tuvo nada que ver en esa decisión, que no impacta para nada -afirma- en la parada de la Pedro Menéndez, la que más usuarios registra en la Troncal 1 (Guasmo-Río Daule) sin contar la de la Caja del Seguro, que sirve de interconexión con la Troncal 3 (Centro-Bastión Popular).

“En la parada de la Pedro Menéndez tenemos unos 6.500 usuarios, no es que han aumentado mil porque ya los buses de Durán no llegan al centro, no, siguen siendo los mismos que han venido usando la Metrovía en estos tiempos de pandemia, porque antes esas paradas soportaban hasta 10.000 pasajeros al día”.

¿Ningún bus de Durán tendría que avanzar al centro cuando se concreten los paraderos multimodales?

“No podría comentar sobre los orígenes”, responde Carvajal, porque esa no es su competencia, pero sí puede hablar del destino. “La Metrovía es uno de los principales destinos de las personas que vienen de Durán y yo tengo que asegurarme de que estén lo mejor servidos posible”.

El paradero de los buses de Durán que la ATM instaló en la avenida Quito, centro de Guayaquil, quedó inutilizado con el inicio de las operaciones de la Aerovía. Foto: Ronald Cedeño

Pero mientras el proyecto va de una oficina a otra, los buses amarillos de Durán (rutas 17-2, 81-5, 18-2, 18-5, 81-1) que circulaban por las calles José de Antepara, Luis Urdaneta, José Mascote y Vicente Piedrahíta ahora son limitados hasta la puerta 10 del Cementerio General. A esas cinco rutas se sumaron otras cuatro a la restricción de llegar al centro desde el pasado sábado: 18-1, 18-3, 81-2 y 81-3.

“No están solucionando nada, la ATM dice que es por el ruido, pero fíjese que lo único que hacen es sacarnos de un cuadrante en el centro, donde ellos mismos nos hacinaron, porque antes circulábamos por Antepara, largo, hasta Clemente Ballén, para ponernos ahora en otro cuadrante acá por el cementerio y la Junta de Calificación”, se queja el conductor de un bus.

“Y allí va a pasar lo mismo. ¿Qué creen en la ATM que puede ocurrir cuando juntan los buses (de cinco rutas) en un cuadrante? Es obvio que habrá congestionamiento y ruido, deben estirar el recorrido de retorno, que sea un poco más largo, no virando en cuatro cuadras”, plantea otro chofer.

“Sacan un supuesto problema de ruido y contaminación de un lado para ponerlo en otro, nada más”, complementa su descontento un pasajero de la tercera edad que ahora debe caminar para llegar a su puesto en el mercado de flores, en la Piedrahíta, donde antes el bus lo dejaba al pie de su negocio. (I)