La expectativa inicial de la llegada de alrededor de 50.000 turistas a la ciudad por la final de la Copa Libertadores se ha ido ajustando al acercarse la fecha del cotejo deportivo, que se celebrará en el estadio Monumental entre el Flamengo y el Atlético Paranaense este sábado, 29 de octubre.

Un termómetro de aquello es la cantidad de vuelos que se esperaba que arriben al aeropuerto José Joaquín de Olmedo y que no han llegado a esa meta.

Inicialmente se había estimado un incremento de 200 aeronaves, entre vuelos chárteres y privados, a la operación regular. De hecho, por esa proyección se consideró habilitar 176 espacios para el parqueo de aviones en aeropuertos de otras ciudades, además de Guayaquil.

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Entre 9.000 y 12.000 hinchas brasileños llegarían por vía terrestre a Guayaquil por final única de la Copa Libertadores

Nicolás Romero, gerente de la Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil, indicó que, cuando se comenzó a discutir sobre la final en la ciudad, la expectativa que dio la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) era que iban a llegar 80 vuelos en dos días.

Una proyección que considera fue “bastante exagerada”.

Parte de esa baja en la llegada de vuelos la atribuye a las elecciones que se celebrarán el domingo 30 de octubre en Brasil.

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“La Conmebol es la única que conocía las estadísticas basada en lo que ha pasado antes, por ejemplo, en Montevideo el año pasado. Ellos fueron los que nos dieron los datos para que nos preparemos de acuerdo a los vuelos que ellos consideraban iban a venir. La realidad ha sido distinta, y es que han llegado menos”, expuso Romero.

Tagsa, concesionaria de la terminal aérea de la ciudad, indicó que, hasta este viernes 28, la cantidad confirmada de vuelos es de 46 chárteres y 39 privados. “Ninguno ha sido cancelado”, indicó Ángel Córdova, gerente de la firma.

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El representante de la concesionaria detalló que la única diferencia que se registra en los vuelos confirmados es que dos de la aerolínea Estelar, de Brasil, que fueron cancelados se retomarán el sábado 29 en la madrugada, por otra compañía que ya solicitó los permisos correspondientes.

“Los funcionarios de la Conmebol nos dijeron que podría esperarse en algún momento que vengan por vía aérea entre 20.000 y 30.000 pasajeros, y eso probablemente hizo pensar que habría más vuelos. Sin embargo, desde la semana pasada, se ha informado de los permisos solicitados por aerolíneas para vuelos chárteres o privados, y no hay cancelaciones”, sostuvo Córdova.

Hasta la fecha, a través de la terminal aérea de la ciudad se ha recibido a entre 2.000 y 3.000 turistas brasileños. No obstante, no se descarta que hasta el sábado 29 arriben unos 5.000 adicionales.

En la página de Tagsa, para este viernes 28 se prevé la llegada de siete vuelos de las aerolíneas Gol y Azul: dos desde Río de Janeiro y dos desde Manaos.

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Las calles que estarán cerradas por la final de la Copa Libertadores entre Flamengo y Paranaense

Hernán Carrera, subdirector zonal del Litoral de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), en declaraciones a la televisora Ecuavisa, indicó que ocho aviones han llegado a Guayaquil y a Quito. “No conocemos la causa por la que no han venido todavía los aviones”, señaló el funcionario.

La DGAC mantiene un plan operativo en los aeropuertos para la llegada de vuelos nacionales e internacionales que incluye procedimientos para el uso de estacionamientos y facilidades aeroportuarias. Para la llegada de los vuelos internacionales, el aterrizaje de las aeronaves se realizará cada cinco minutos, con una distancia de quince millas entre cada una.

Por su parte, el ministro de Deportes, Sebastián Palacios, dijo durante una entrevista en el programa Contacto directo que el número verdadero de personas que lleguen para el partido “se va a mirar el día del partido, en el estadio”.

Palacios recalcó que lo importante es que hinchas del Flamengo y Paranaense están en la ciudad, y eso se refleja en el dinamismo que existe en locales.

De hecho, indicó que para el sábado se espera que más aviones aterricen en el país, sobre todo aviones privados y chárteres que llegan directamente al partido. (I)