‘No puedo despedir el año sin comer chanchito’: desde la mañana, decenas de personas adquieren su cena para despedir el año

Julio Veloz madrugó este sábado 31 para llegar hasta las calles Bolivia y Los Ríos y así comprar un pernil horneado. Él fue una de las decenas de personas que se ubicaron en los exteriores del tradicional local de El Sabrosón.

Los usuarios llegaron hasta este punto de la ciudad con bandejas de metal y recipientes de aluminio para llevarse las piezas de cerdo.

”Voy a comprar una pierna para cenar con mi familia a las 00:00. Es tradición venir aquí y comprar el 31″, contó el cliente, quien se trasladó desde la vía a la costa.

Asimismo llegó María Rivas, quien con dos fundas de mote en mano se ubicó en una de las filas.

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La mujer llegó en carro desde Los Álamos, en el norte de la ciudad. “No puedo despedir el año sin comer chanchito, y también es tradición que yo lo venga a buscar. Vengo siempre yo a ver la piernita más grande”, dijo.

Ella viajará hasta Milagro con su familia para cenar junto con sus hermanos. Rivas tiene previsto llevar todo lo de la cena en contenedores y comer a las 22:00.

En El Sabrosón y en otros dos locales similares ubicados sobre la calle Los Ríos se registraron largas filas, sobre todo en las zonas de compra de piezas horneadas.

Los perniles numerados se exhiben para la selección de los clientes. Hasta las 08:30, el movimiento en las filas fluía.

El tiempo de espera de clientes no ha sobrepasado los 30-40 minutos.

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Roxana Molina, administradora de El Sabrosón, explicó que, si bien la demanda está en el producto terminado, existen clientes que madrugan para solicitar el servicio de horneado y adobado. “Nos traen los pavos y piernas descongeladas y aquí se les coloca el aliño especial”, detalló.

La firma proyecta comercializar entre 500 y 600 piezas este 31 de diciembre.

Los clientes suelen solicitar sobre todo las piernas de chancho de 20 y 25 libras, que se cotizan en alrededor de $ 40.

La llegada de usuarios también propició que otros negocios surjan en la zona. Con mesas plásticas y exhibidores de vidrio se ubicaron varios vendedores en las afueras de sus domicilios a comercializar piezas de cerdo horneadas, mote y tarrinas de relleno. Asimismo, se venden tarrinas con cerdo fileteado a precios desde $ 2. (I)