El Batallón del Suburbio ya disfruta de su piscina de olas, pero moradores esperan que se incremente presencia policial y lleguen otras obras

Cecilia de Miño llegó, con gafas de sol y ropa suelta, a observar por primera vez la piscina de olas que se levantó entre la calle 44, pasaje 48 y Assad Bucaram, en el Batallón del Suburbio. Ella, junto con Franklin Pazmiño, quienes viven en la zona desde hace más de 40 años, se acercaron a la orilla de la fuente de agua de 1.200 metros cuadrados.

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Su construcción demandó la suma de $ 2,38 millones y está entre las diez obras más importantes que el Municipio programó para octubre.

Allí, niños y jóvenes fueron los primeros en aprovechar el sol y las olas artificiales que se idearon para la obra que tomó casi un año y que abrió sus puertas este jueves 13.

Antes, cuenta Cecilia, el predio en el que está ubicada la piscina era el batallón militar y estaba abandonado desde que los uniformados migraron de la zona. Según ella, con la ausencia militar, se convirtió en una guarida de drogadictos y personas sin hogar que requería ser atendida.

Guayaquil contará con la primera piscina con olas artificiales

“Este era un sitio por el que no se podía caminar solo, era botado al igual que el complejo deportivo que estaba en abandono”, dice la vecina. El complejo Luis Chiriboga Parra fue remodelado en mayo de este año por el cabildo.

Esther León vive cerca del Plan Piloto y concuerda con Cecilia sobre la peligrosidad de la zona. Aunque aplaude la inauguración de la obra, que prevé beneficiar a 343.000 habitantes, asegura que deben llegar acciones a la par para que el sector sea seguro.

Por ejemplo, la moradora afirma que es necesaria la colocación de cámaras de videovigilancia y que al menos dos patrulleros de los metropolitanos élite con policías se ubiquen en los exteriores de la piscina. En esa calle, asegura, pernoctan personas en condición de calle y hacheros que suelen atacar y asaltar a quienes transitan por las veredas.

“Debemos tener la seguridad de que si enviamos a nuestros niños a la piscina, ellos estén seguros y no vayan a ser asaltados o robadas sus mochilas”, anota León.

La alcaldesa Cynthia Viteri, durante un recorrido por la obra, indicó que en el sector existen 92 cámaras y que aunque hay cámaras en diferentes puntos de la piscina, estas se incrementarán para tener un mejor control. Asimismo, existirán guardias de seguridad ubicados en los ingresos y salidas del complejo acuático.

María Robalino afirma que hay prioridades en el suburbio que no se disipan con la llegada de una obra de regeneración. Una de ellas es la inauguración de la troncal 4 del sistema Metrovía, infraestructura que está a pocos metros de la nueva obra.

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“Quiere que el suburbio prospere, inaugure la troncal que bastante hace falta. Si ya se inauguró algo bonito, ahora se requiere algo funcional. Lo bonito se disfruta en días libres, lo funcional se usa todos los días”, anota Robalino, quien vive en la 44.

Otro de los pedidos de moradores es la recuperación de espacios públicos en la zona y la creación de programas para integrar a personas que están en vicios.

Roberto Haz señala que así como se levantó una megaobra de esparcimiento, a la par se instauren políticas municipales para mejorar el ámbito social de la zona. “Esperamos que lleguen programas de nutrición infantil, de reinserción de personas en drogas y que se arreglen las calles aledañas y sistemas de alcantarillado”, dice el morador.

En redes sociales hay comentarios de rechazo a esta obra y se enfatiza en que el monto invertido en la piscina se debió colocar en trabajos prioritarios relacionados con agua potable y pavimentación. (I)