Los jóvenes guayaquileños Jaime Quimí y Lissette Velasco no tuvieron ni la guía ni el ejemplo de algún familiar que esté en el servicio de control de tránsito para empezar su carrera profesional.

Las circunstancias personales y económicas los llevaron a apostar por convertirse en agentes de tránsito en la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) en la primera convocatoria, hace siete años, y ahora se convirtieron en los mejores puntuados en la graduación del ascenso de agentes civiles de tránsito 2.

470 uniformados de la ATM recibieron ascenso como agentes civiles de tránsito 2 y con ello ganarán $ 200 adicionales

Ellos fueron parte de los 470 uniformados que se graduaron el martes como agentes civiles de tránsito 2 en Guayaquil, luego de siete años de servicio en esa institución.

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Jaime comentó que desde pequeño le llamaba la atención ser agente de tránsito; sin embargo, no vio ese sueño como próximo y empezó a estudiar una carrera de Ingeniería Empresarial, que finalmente dejó para ingresar a la ATM.

“Sí, no se había dado la oportunidad de un trabajo estable hasta que la ATM me abrió las puertas. Puse pausa a mis estudios para perseguir mis sueños. Me motivaba el ser uniformado y servir a la ciudadanía. No tengo familiares uniformados; yo sería el primero de mi familia, y me aventuré en este reto, siempre pensando en completarlo satisfactoriamente”, explicó.

Lissette vivió una situación similar. Ella se graduó de ingeniera comercial; pero, en busca de una estabilidad laboral, apostó por el concurso para agente de tránsito y fue escogida.

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Jaime Quimí es egresado de la carrera de Ingeniería Empresarial; sin embargo, optó por cumplir su sueño de ser agente de tránsito en Guayaquil. Foto: Francisco Verni. Foto: El Universo

“Yo me aventuré por ingresar a esta carrera. Me animé a postular, a concursar para ser agente de tránsito. No me imaginé ser la mejor puntuada. Siempre me he dedicado a esforzarme, a dar lo mejor”, comentó.

No obstante, su trabajo ahora se vuelve más complejo, sobre todo en el contexto de inseguridad que vive Guayaquil.

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Ellos comentaron que se mantienen atentos al salir a las calles, por la posibilidad de que se pueda presentar alguna emergencia que ponga en riesgo su vida. Es por eso que, como parte de las medidas para proteger a los agentes, la ATM solicitó la autorización, ante el Ministerio del Interior, para la adquisición y dotación de chalecos antibalas.

Los turnos que los agentes cumplen son de 06:00 a 14:00, de 14:00 a 22:00 y de 22:00 a 06:00; son turnos rotativos, que siempre están cubiertos.

Ambos uniformados pidieron a los conductores que pongan más de su parte para cumplir las leyes de tránsito, sin necesidad de que haya un agente en cada esquina; que sea por su educación el respeto hacia ellas. (I)