Que aunque se diga que el corte programado del servicio de agua potable será de 23 horas, según la experiencia de ocasiones anteriores, ese lapso siempre suele ser mayor, lo que afecta a la ciudadanía, pues no hay un abastecimiento alternativo durante ese tiempo. Ese es el principal cuestionamiento del Observatorio Ciudadano de Servicios Públicos.

En Guayaquil habrá una restricción del suministro del líquido entre las 04:00 de mañana y las 03:00 del viernes en sectores del norte, centro y sur de la urbe, además de zonas de Durán, Nobol, Daule y Samborondón.

Así lo anunció Interagua, concesionaria del servicio en la urbe porteña, e indicó que durante la interrupción se ejecutarán trabajos correspondientes al plan Neptuno con el que se apunta, a futuro, ampliar la capacidad del suministro.

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Corte de 23 horas afectará a sectores de Guayaquil, Daule, Samborondón y otros cantones aledaños, entre el jueves 30 de septiembre y viernes 1 de octubre

“Anuncian que es de 23 horas (la interrupción), porque de acuerdo con el contrato (de concesión) si se pasan las 24 horas tienen que dar servicio alternativo; entonces, para evitar dar ese servicio alternativo es que la empresa utiliza estas suspensiones de 23 horas, pero en la práctica no es así”, fustiga César Cárdenas, coordinador del Observatorio Ciudadano de Servicios Públicos.

En efecto, el contrato de concesión establece que, si la suspensión del suministro tuviese una duración mayor a 24 horas, Interagua debe proveer a los usuarios un servicio alternativo durante el tiempo que dure la interrupción. Eso va más allá del abastecimiento que, durante los cortes de 23 horas, la compañía da solo a centros de salud y hospitales.

Cárdenas sostiene que aquello es lo que se trata de evadir. “Y eso (abastecimiento alternativo) no es solamente por tanqueros, sino por otros mecanismos también. Tienen que activar, por ejemplo, todas las cisternas de Bomberos, de los policías, todo el mundo que tenga, porque una suspensión mayor de 23 horas realmente es calamitosa para la población”, refiere él y estima que la afectación con la interrupción de mañana llegará a alrededor de dos millones de personas.

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Según el coordinador del Observatorio de Servicios Públicos, es lamentable que Guayaquil aún tenga 530 kilómetros de tubería de asbesto cemento que no ha sido cambiada ni reparada. Además de los daños que esto trae para la salud, dice, la situación implica que haya fugas constantes y que por eso hay un 42 % de líquido que se pierde en la red.

Sectores que se verán afectados por la restricción el servicio del líquido.

Gelacio Mora, representante del Tejido Social de Guayaquil, coincide en que las interrupciones del suministro sobrepasan el tiempo anunciado por Interagua. Por ello, considera que la concesionaria debería activar un plan de contingencia para atender a los usuarios.

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“El Municipio de Guayaquil debe hacer saber cuáles son verdaderamente el tipo de multas que han impuesto a la operadora, cuáles son los montos. Porque, en definitiva, se dice que multan, pero no hay la multa, no se hace pública la multa”, refiere el dirigente.

Desde el lunes anterior, la concesionaria dio a conocer la restricción de 23 horas durante las cuales se harán labores del plan Neptuno. Este proyecto se divide en tres etapas: repotenciación de la planta de tratamiento La Toma, mejoras en la estación de bombeo y la construcción de una nueva planta potable en el noroeste. Con ello se apunta a cubrir la demanda de agua potable de más de 4 millones de habitantes en los próximos 20 años.

Guillermo Leones, coordinador de la Unión de Organizaciones de Plan Piloto, sector ubicado en la parroquia Febres Cordero, refiere que los vecinos de esta zona ya están pendientes para abastecerse del líquido y reservarlo en tanques.

Dice que, generalmente, cuando se anuncian cortes prolongados en dicho sector la interrupción suele ser de menor tiempo.

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Sobre el cuestionamiento del Observatorio Ciudadano de Servicios Públicos, Ilfn Florsheim, Directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de Veolia Ecuador (Interagua), explica que las 23 horas del corte programado incluyen el vaciado del sistema, la ejecución de la obra en sí y la apertura de válvulas para el llenado de la red.

22 horas sin agua estarán sectores del centro, sur y norte de Guayaquil, este sábado 26 y domingo 27 de junio

Todo aquello, enfatiza, se cumple en el tiempo previsto. Por ello, agrega, si el servicio tarda más en restablecerse en los sectores más lejanos a la planta La Toma, como referencia, no significa que la suspensión excedió el lapso programado, sino que el llenado de la red tarda más por el consumo que hacen los usuarios que viven en sitios más cercanos.

“El sector más cercano a la planta La Toma, en este caso, sería el centro de Guayaquil, y el más lejano, el sur (…). Si todo el mundo en el centro de Guayaquil empieza a abrir las llaves, a llenar sus cisternas, a llenar sus reservorios, a hacer actividades con el agua, obviamente, van a ir consumiendo lo que va entrando en la red. Y no van a permitir que el agua llegue hasta el fondo. Si esas mismas personas no abren las llaves, el llenado hasta el sur de la ciudad va a ser mucho más rápido”, expresa Florsheim.

Consultada sobre por qué la programación del tiempo del corte no contempla también el lapso estimado del llenado de la red, la funcionaria responde que aquello es variable. “Yo no puedo determinar cuánto tiempo va a durar el llenado, porque va a depender exclusivamente del comportamiento que tenga el usuario”, afirma la vocera. (I)