Guayaquil concentra, en lo que va del 2023, los casos de fiebre tifoidea y paratifoidea que registra la Zona 8, integrada también por Durán y Samborondón. Según datos del Ministerio de Salud Pública (MSP) en la urbe porteña hay siete casos.

En los registros de la Coordinación Zonal, los grupos etarios en los que se reportan los contagios abarcan a niños entre 1 y 14 años (6 casos) y adultos entre 20 y 49 años (1 caso).

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La tifoidea, al igual que otras enfermedades transmitidas por alimentos como la salmonelosis y hepatitis A, se pueden producir por varios factores como la inadecuada higiene de los alimentos, déficit o interrupción sostenida del abastecimiento de agua, proliferación de vectores como moscas, roedores y cucarachas o consumo de alimentos preparados en vía pública sin normas de higiene.

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Para el doctor Wilson Tenorio, presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, los contagios se deben a que muchos de los ciudadanos se relajaron y dejaron de exigir la aplicación de medidas de bioseguridad en la manipulación de alimentos que van a ingerir.

Según el galeno, una vez que comenzó a hablar del fin de la pandemia, las personas volvieron a descuidar las normas básicas de higiene.

Por ejemplo, que los expendedores usen correctamente mascarillas, realicen un lavado de manos adecuado y se vigile el uso de agua tratada.

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“Debemos preservar el autocuidado y vigilar que los alimentos y el agua a ingerir cumpla con los estándares básicos de higiene para que se eviten las enfermedades”, enfatizó.

En el cantón Durán, a pesar que el MSP no registra oficialmente casos; en ciertos barrios se han presentado cuadros de niños con sintomatología de la enfermedad. Algunos de los casos se atribuyen al uso de agua con mala calidad y mala manipulación de alimentos.

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A inicios de esta semana, Pablo Andrés, de 8 años, presentó cuadros de fiebre, sudoración, manchas rosadas en el torso y diarrea. Su madre, Beatriz Aguayo, trató los primeros síntomas con jarabe de paracetamol y suero oral, pero su hijo no mejoraba.

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Como todos en su casa, su esposo e hijo mayor, cayeron con una infección estomacal hace dos semanas, Beatriz pensó que su pequeño había adquirido algún virus.

“La fiebre le empezó súbitamente y el termómetro llegó a 39. Me preocupé porque no me comía nada y la diarrea paraba por ratos”, relató.

La madre de familia llevó a Pablo a una clínica y privada y allí, luego de hacerle exámenes de heces, le indicaron que tenía la bacteria de la tifoidea. El detonante habría sido la ingesta de un encebollado y jugo el domingo en una carreta en la ciudadela Primavera 2, en Durán.

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Norma Vera, moradora de la cuarta etapa de El Recreo, en ese cantón, dijo que su hijo de 12 años estuvo en cama tres días tras quejarse de un intenso dolor estomacal y fiebre de 39.

Debemos preservar el autocuidado y vigilar que los alimentos y el agua a ingerir cumpla con los estándares básicos de higiene para que se eviten las enfermedades”

Wilson Tenorio, presidente de la Federación Médica Ecuatoriana

Vera acudió al nuevo hospital Enrique Ortega Moreira para una valoración, pero ella está consciente de que a pesar que le indicaron que posiblemente sería tifoidea y que requería exámenes, pero no continuó y se llevó a su hijo a casa.

“Tuvo un colapso, me decía: ‘Mami, ya no aguanto el dolor de panza’. Ahí me asusté y llamé a un doctor y me dijeron lo mismo que en el hospital. No le hice el examen, pero me dijeron que era tifoidea y seguí un tratamiento que me dijeron”, contó.

En este caso, la enfermedad la atribuyen al consumo de mangos, grosellas y jugos a la salida del escuela. Según Vera, en casa, ella tiene los cuidados de hervir agua o cocinar con agua tratada.

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Las madres de familia señalaron que ciertas dolencias que presentan los niños están atadas a la calidad del agua del cantón. “Sabemos que en nuestras casas nos cuidamos y hervimos el agua para los alimentos, pero nada nos garantiza que afuera la gente haga lo mismo”, dijo Esthela Aguirre, moradora de El Recreo.

El presidente de la Federación Médica Ecuatoriana señaló que, además de que se exija a los municipios velar por un agua de calidad, se debe mantener la vigilancia en escuelas y colegios de los alimentos que se expenden en los bares. (I)