Guayaquil es sinónimo de manglar. Este ecosistema poco descubierto para muchos se vuelve un espacio propicio para la práctica de varios deportes para quienes aman nadar y compartir muy de cerca con la naturaleza.

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Esta ciudad portuaria, que mañana conmemora su aniversario 202 de independencia, recibe más visitantes en sus manglares. Familias, grupos de amigos locales y hasta extranjeros disfrutan estas nuevas opciones, como paddle board y paseos en el estero, en el área de Puerto Azul, en la vía a la costa.

Luis Fernando Manrique, coach certificado de paddleboarding, comentó que es un deporte fácil de aprender, asequible para todos, que trabaja todo el cuerpo y que se puede practicar en cualquier tipo de fuente de agua. Aun más en el estero que bordea Puerto Azul ya que es un espacio tranquilo.

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Los visitantes se muestran contentos al apreciar de cerca las especies en el manglar, como medusas, peces y diversidad de aves. Foto: Cortesía Paddlerider.

“Guayaquil es una ciudad perfecta para la práctica de este deporte por sus esteros, el manglar es un lugar idóneo, en el mar es un poco más demandante”, explica Manrique, quien practica este deporte desde hace nueve años.

Sus visitantes destacan el encanto natural de esa zona de Guayaquil. Durante el recorrido se puede encontrar todo tipo de aves, como cormoranes, garzas del tipo rosado y espátula, fragatas, y en el agua hay variedad de peces, cangrejos, jaibas, medusas, hasta sus residentes, un grupo de cocodrilos.

Pero su presencia no es sinónimo de miedo para quienes frecuentan ese espacio, asegura Manrique. “La presencia del cocodrilo, que es el máximo depredador de la cadena alimentaria, indica que es un ecosistema sano. Ellos no compiten por territorio y tienen la comida que quieren, no son agresivos con las personas... Obviamente tampoco se va a buscarlos ni a molestarlos”, explica el deportista, quien acude semana a semana con grupos de exploradores a practicar este deporte.

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Guayaquileños y visitantes practican 'paddle board' en el estero en Puerto Azul. Foto: Cortesía Paddlerider.

Él detalla que ha instruido al menos a dos mil personas a lo largo de estos años. El requisito principal es que le guste el agua, sepa nadar y el contacto con la naturaleza, porque una vez que salen del muelle de Puerto Azul no hay dónde parar, todo es manglar y aventura.

Vianka Pérez, ecuatoriana con nacionalidad estadounidense, comentó que siempre visita Guayaquil por su familia y que incursionó en esta práctica.

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“Una de mis mejores experiencias haciendo deporte o actividad extrema, lo llamo extremo porque la adrenalina que se siente la combinas luego con el relax y la naturaleza en el recorrido con el paddle. Aprendí a hacer paddle en cuestión de minutos y pude apreciar las maravillas de Guayaquil, la naturaleza y su diversidad. Ahora que regreso en noviembre lo volvería a practicar”, aseguró ella.

A más de este deporte, también hay la opción de pasear por el estero a bordo de botes que zarpan desde el muelle de Puerto Azul. Unos son para quienes no saben nadar, niños y adultos mayores, y hay la opción a bordo de la embarcación que realiza giros durante el recorrido, una experiencia extrema.

Una nueva opción de paseo extremo se practica en Puerto Azul. Foto: Cortesía Hydrofunboats Foto: jonas/guayas/turismo

Vianka comentó que ella luego de practicar paddle optó por un paseo en el bote. Ambos son actividades individuales.

“Puedes practicarlo de forma independiente. Me gustó mucho empezar con paddle, pasear de forma más cerca en el estero, al inicio me dio un poco de miedo, pero luego fue muy relajante. Después ya terminé el paseo con el recorrido en bote”, indicó ella.

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Práctica de ‘paddle board’

Instructores de Paddlerider dan clases hasta un cupo de diez personas por jornada. El costo es de $ 35 por clase, incluye los equipos de práctica. Se debe realizar el contacto con esta escuela para que se informe en la garita de Puerto Azul y se les permita a los visitantes el ingreso. Las clases son todos los sábados en la mañana, otros días pueden realizarse también a partir de tres personas confirmadas. La salida es directamente en paddle, no hay bote, ese servicio es aparte. (I)