Kiara, de 8 años, hace dos meses se contagió de gripe. Hace quince días recayó y fue llevada con otro especialista, en donde le indicaron que padecía una infección de órganos superiores no identificada. Una prueba le descartó tener COVID-19.

Su madre, Leila Torres, cuenta que los medicamentos del primer diagnóstico le costaron $ 40, entre jarabes y gotas. La factura inicialmente se cotizó en $ 60, pero ella prefirió acceder a fármacos genéricos para reducir gastos.

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”La primera consulta me costó $ 40 y a eso súmele la receta con los $ 40 más. Luego la segunda consulta fueron $ 50 y una receta de más de $ 65 porque tuve que comprar inhaladores y esprays para lavados nasales. Mi niña se contagió en la escuelita, un compañerito estaba con la nariz tapadita y bastante tos”, relató la madre de familia, quien acudió este martes 26 a una consulta al hospital Roberto Gilbert, ubicado en la ciudadela Atarazana.

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La mujer señaló que ha gastado más de $ 180 y su hija continúa recayendo.

Según dependientes de dos farmacias cercanas al hospital, en el último mes se ha incrementado la demanda de medicamentos para tratar la deshidratación, la congestión nasal y pulmonar.

Por ejemplo, citaron que de diez recetas que reciben, unas seis o siete tienen prescripción para infecciones respiratorias y digestivas. Las recetas solicitadas por los pediatras se cotizan desde $ 40 hasta $ 200, en el caso que se incluya la compra de un nebulizador para realizar terapias en casa.

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Los padres de familia cotizan en diferentes farmacias para escoger la opción que más se ajuste a su bolsillo. Foto: El Universo

Al momento lo más solicitado en las farmacias son los sueros orales, sobres con acetilcisteína para facilitar la eliminación del exceso de mocos y flemas, y jarabes o gotas para la fiebre.

Hasta el hospital infantil Francisco de Ycaza Bustamante llegó Patricia López desde Quevedo. La mujer viajó este martes desde este cantón de la provincia de Los Ríos para llevar a su hijo de 10 años a un chequeo médico después de haber estado el fin de semana con fiebre y escalofríos por un dolor de garganta. Esta es la segunda vez que su hijo se enferma en lo que va del año escolar.

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“Ya me dijeron que es una infección de garganta, algo viral que pudo adquirir en la escuela. Tengo que hacerle terapias en casa porque tiene mucha flema en los pulmones y ahora debo gastar para comprarle las medicinas. Yo no puedo venir a hacerle las terapias acá porque me cuesta el pasaje y la estancia. Ya coticé la receta y son como $ 45, eso es bastante para mí”, dijo la madre de familia.

COVID-19, influenza y otras enfermedades merman la continuidad de estudiantes en las aulas de clases en planteles de Guayaquil

Ella, hace dos semanas, tuvo un gasto similar porque otro de sus hijos se contagió de COVID-19 en la escuela. López detalló que, con su niño de 8 años, gastó más de $ 100 porque fueron otro tipo de medicamentos.

Alejandra Reinoso, quien también llegó a este establecimiento médico, dijo que los gastos por las enfermedades y recaídas de sus hijos están afectando sus finanzas familiares.

“Primero cayó mi niña de 3 añitos que se contagió de tos en la guardería, luego mi hija de 15 años que se reinfectó con COVID-19. Ya mi sueldo no me alcanza porque soy madre soltera, son gastos de enfermedades y de las pensiones de colegio. Todo porque hay otras madres que no tratan a sus hijos enfermos que infectan a otros”, señaló.

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Según han indicado especialistas, en los últimos meses se registra un repunte de infecciones respiratorias en estudiantes porque hay un comportamiento atípico de gérmenes que no son comunes en esta estación del año.

En ese sentido, médicos aconsejan que las normas de bioseguridad, como uso de mascarilla y lavado de manos, se deben mantener al máximo, porque esta situación seguirá en los próximos meses. (I)