En el plan de retorno progresivo y obligatorio a clases presenciales, los planteles educativos tendrán un horario flexible dependiendo de las contingencias que presente cada institución a nivel estructural, es decir, en aulas, laboratorios y otros espacios.

“No necesariamente serán las ocho horas de clase”, refirió Sebastián Salazar, asesor del Ministerio de Educación, al ser consultado sobre el tema durante una visita a la Unidad Educativa Ángel Felicísimo Rojas, ubicada en el oeste de Guayaquil.

En ese lugar, este jueves 18, el Ministerio de Educación realizó una minga como parte de las intervenciones que se realizan en instituciones educativas antes del retorno progresivo y obligatorio a clases a nivel nacional.

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Desde el 22 de noviembre empieza el plan con los planteles técnicos y rurales en todo el país y adicionalmente con los de bachillerato en Galápagos. El retorno presencial se dará luego que un porcentaje de la población estudiantil ya está bajo una modalidad híbrida, que combina días presenciales y virtuales.

Este jueves 18, varios padres de familia, docentes y funcionarios de la Subsecretaría de Educación se encargaron de la limpieza de aulas, patios y otros espacios que requieren de mantenimiento en la institución educativa Felicísimo Rojas. Asimismo, un grupo de padres, entre ellos Aracely Álvarez, removió la maleza y restos de hojas de árboles.

Como un balance preliminar, en la Zona 8, integrada por Guayaquil, Samborondón y Durán, el Ministerio de Educación contabiliza de manera preliminar al menos 30 instituciones educativas con problemas de infraestructura. Dicha cifra podría variar conforme avancen las visitas a más planteles, estimó Salazar.

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En Ecuador el regreso a las clases presenciales se iniciará con grupo de 402.309 alumnos de 15 y 17 años

Dentro del plan de retorno progresivo, en la Zona 8, el asesor reconoció que la infraestructura está “muy golpeada” y se entablan varias estrategias para la intervención de planteles educativos, como un presupuesto adecuado destinado al mantenimiento, reconstrucción y nueva estructura.

Además se busca apelar a la corresponsabilidad para contar con apoyo de la comunidad educativa con la iniciativa Minga por la Educación, para la limpieza y trabajos menores en las instituciones.

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El asesor estimó que se requieren alrededor de $ 650 millones para tener una infraestructura adecuada a nivel nacional. Por ello, se establecen otras acciones como el plan Apadrina una Escuela, que ya ha logrado la intervención de 900 planteles en cinco meses, y además se gestiona el apoyo de municipalidades como las de Guayaquil y Quito. En el Puerto Principal, por ejemplo, se invierten $ 4,5 millones en ese tema.

Ante el anunciado retorno, Salazar refirió que como condiciones mínimas cada institución debe garantizar la seguridad en infraestructura física, infraestructura sanitaria, insumos de bioseguridad, sistemas eléctricos e hidrosanitarios mínimos.

El 30 % de planteles educativos en Ecuador ya está en clases semipresenciales tras aprobación de plan de continuidad educativa

En caso de problemas de infraestructura, los planteles activan protocolos de contingencia para que los alumnos puedan moverse a instituciones cercanas para recibir clases o también se puede recurrir a flexibilidad a la asistencia a los planteles.

“Si tenemos una (institución) que está en buenas condiciones podemos traer a estudiantes de otra en horarios diferenciados, es decir, flexibilizamos el tema en un plan que tiene que ser trabajado por directivos y distrito, no lanzamos una propuesta general porque las condiciones son muy distintas en cada institución educativa”, explicó el funcionario.

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El pasado miércoles 17, padres de familia de la Unidad Educativa Sarah Flor Jiménez, ubicada en el sector Colinas del Maestro, en el norte de Guayaquil, pidieron la intervención en varias zonas deterioradas como tumbados y pisos.

Además, denunciaron una filtración en el tercer piso de uno de los edificios. En el sitio, autoridades de la Subsecretaría se comprometieron a atender esas inquietudes de los representantes de familia.

A partir de este 22, una población estudiantil de más de 402.309 alumnos de 15 y 17 años de colegios técnicos y rurales volverán a clases presenciales luego de la aprobación del pedido del ministerio del ramo por parte del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional.

Luego, el 6 de diciembre seguirá el proceso de bachillerato y básica superior. Un día después empezará el retorno en Quito. Posteriormente, desde el 22 de enero del próximo año será el retorno de educación básica y bachillerato a nivel nacional.

Según el ministerio, el retorno se dará una vez que el cantón haya alcanzado una cobertura del 85 % de vacunación de la segunda dosis en la población de 12 a 17 años y de 5 a 11 años. (I)