La avenida 25 de Julio recoge gran parte del ADN de la ciudad: movimiento comercial, logística y servicios variados. Debido a su nexo con los puertos, esta vía es considerada como la principal del sur de la ciudad.

Según relata la historia, a finales de los años cincuenta del siglo pasado, en el gobierno de Camilo Ponce Enríquez se emitió un decreto de emergencia para crear la Autoridad Portuaria de Guayaquil. En esa época, la sedimentación en el río Guayas hacía cada vez más complicada la movilización de naves de gran calado.

Francisco de Orellana, vital avenida norteña rodeada por empresas y ciudadelas

Con este antecedente, la firma encargada de la ejecución del proyecto, Raymond S. A., lo primero que hizo fue construir una vía de acceso. Así fue como surgió esta avenida que con el tiempo se convirtió en una de las más importantes para el país, destaca Fernanda Carrasco, de la Subdirección de Estudios y Proyectos del Municipio de Guayaquil.

Publicidad

Por esta avenida, que a su vez tiene enlace con el centro, se mueve gran parte de la economía de la ciudad. Por la arteria de 7,25 kilómetros, que se inicia en la calle Maracaibo y finaliza en el Puerto Marítimo, y que tiene conexión con la Perimetral, transita el 70 % del comercio exterior ecuatoriano. La 25 de Julio es el nexo directo para el movimiento de carga de importación y exportación.

El rol estelar lo tiene el Puerto Marítimo, de donde salen 1.445 contenedores cada día, indica Carrasco.

Para el urbanista Luis Alfonso Saltos, el crecimiento de la avenida ha sido paulatino y motivado principalmente por el movimiento que genera el Puerto Marítimo. Con la presencia de la terminal portuaria y demás espacios privados que tienen el mismo giro comercial, se incrementó el eje tendencial de crecimiento urbano con barrios formalmente constituidos y otros que poco a poco se fueron regularizando.

Publicidad

El desarrollo de los Guasmos destaca Saltos como uno de los cambios más notables en los últimos años.

La avenida es la más grande del sur de la ciudad. Foto: El Universo

El Municipio detalla que, a la fecha, alrededor de 26 barrios colindan con la avenida. Estos son Brisas del Salado, Las Palmas, 9 de Abril, Abdalá Bucaram, Unión de los Pobres, Los Jardines, Flor del Guasmo, Las Tejas, Nueva Guayaquil, La Floresta, Santa Mónica, 7 Lagos, Jaime Roldós, Libertad y Conciencia, Amazonas, Las Terrazas, Esteros Etapa I, Libertad 2, Sopeña, Pradera I, Nueve de Octubre, Almendros, La Ronda, Bloques de la ciudadela Las Acacias, Los Delfines, Las Américas.

Publicidad

Según Saltos, dentro de la vía hay dos ejes que tienen un marcado desarrollo. Por ejemplo, desde las instalaciones del colegio Guillermo Rohde Arosemena hasta el Riocentro Sur hay un desarrollo más consolidado en materia comercial y de vivienda. En esa zona, de hecho, se ubica el Hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social Teodoro Maldonado Carbo y su edificación de consulta externa.

Además, en esta zona existe un nexo amplio con barrios y ciudadelas del sur como Las Acacias, 9 de Octubre y La Saiba, que en sus inicios acogió a familias de profesionales o clase media. “Se instauró una centralidad urbana dentro de un sector, un punto importante dentro del sur y de la ciudad”, dice el urbanista.

Avenida de las Américas, el nexo de la expansión urbana de Guayaquil

Otro polo de desarrollo es desde el hospital del IESS hasta el redondel en el que corta la avenida. Allí, en cambio, prima la instalación de sedes de servicio, instituciones educativas y actividades gubernamentales. Por ejemplo, el antiguo Planetario, el colegio José María Egas, el Hospital Naval, Base Naval Sur, Inocar y el Registro Civil.

Y, cerca de la zona de puertos, los establecimientos que tienen el giro de negocio relacionado con la logística portuaria como los patios de contenedores y sedes de operadores logísticos.

Publicidad

“El ADN de la gente que vive en los alrededores de la vía es el comercio. Es una calle amplia que conecta dos puntos fuertes de la ciudad como son el centro y el sur. Los moradores siempre tienen el ánimo de mantener el concepto de comunidad”, anota Marcos Toro, subdirector de vinculación con la comunidad del cabildo.

Son 27 los barrios que están en los alrededores de la avenida 25 de julio. Foto: Carlos Barros

El hecho de que tenga por nombre la fecha de la fundación de la ciudad da cuenta de la importancia para los porteños, dice José Molina, quien vive en los bloques de Las Acacias desde hace más de 20 años. Él señala que, aunque ha observado un dinamismo a lo largo de la vía con la apertura de nuevos locales, centros comerciales y el levantamiento de viviendas, hay un deterioro en el aspecto vial.

“Los baches son algo que se debe sortear a diario tanto en la avenida con las calles interiores. Los bordillos cercanos a los bloques de viviendas están con huecos y más de uno ha escapado de caerse o lastimarse”, dice Molina, quien cita que desde la entrada de Fertisa hacia el redondel del Puerto Marítimo hay un total descuido.

Beatriz Mendoza añade que al ser una vía de alto tráfico esta debería ser óptima para el tránsito vehicular. Según datos de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM), la 25 de Julio soporta un flujo promedio diario (de lunes a viernes) de 137.514 vehículos, entre livianos y pesados.

Otro punto a considerar, dice Mendoza, es que los barrios apostados en los costados hacia atrás de la vía han perdido su esencia de barrios por el tema de la inseguridad y la peligrosidad que existe para cruzar en ciertos tramos.

“Como moradores queremos que la vía no solo sea una calle rápida por la que crucen carros, queremos que sea una vía en la que se pueda caminar tranquilo sin el temor de ser asaltado o atropellado. Queremos que se analice colocar otro peatonal más adelante de las instituciones educativas José María Egas y María de los Ángeles”, señala la moradora del barrio 9 de Octubre. (I)