Los profesores dejaron de dictar clases y formaron un tren mundialista. Todos luciendo distintas camisetas de Ecuador, agitando las banderas mientras los alumnos sentados en el coliseo del colegio Espíritu Santo acompañaban con cánticos y barras: ¡Sí se puede!, ¡sí se puede! ¡Vamos, Ecuador!
En ese plantel se instaló una pantalla gigante en el coliseo, donde se ubicó a los alumnos de bachillerato, quienes acudieron con carteles, banderas, hojas impresas con las figuras del goleador Enner Valencia, cornetas, tambores, pitos y demás instrumentos para alentar a la Tricolor.
El Ministerio de Educación autorizó el jueves 24 que los partidos de la Selección se transmitan en los planteles. En un comunicado, la cartera señaló que las instituciones educativas podrían adecuar espacios para que los alumnos sigan los juegos de Ecuador, sobre todo, para que sientan el sentido de pertenencia y orgullo por el país.
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Aldo Maino Isaías, rector general del colegio Espíritu Santo, manifestó que los niños y jóvenes disfrutaron de este encuentro deportivo. “No queremos coartar la emoción de los estudiantes. Aquí no solo apoyamos a la Tricolor, aquí somos la Tricolor, y que alentemos a nuestro país es esencial. Se habilitaron el coliseo, bares y aulas, todo acorde con la edad para que ellos disfruten”, expresó.
En otra institución del norte, el Teniente Hugo Ortiz, se dispuso el auditorio para que más de 300 estudiantes disfrutaran del encuentro deportivo. Luego del primer tiempo y pese al primer gol anotado por Países Bajos, los alumnos no bajaron los ánimos.
Y junto con personal del Ministerio del Deporte participaron de concursos como el que hace más cascaritas. Allí ganaron Jeremy Aroca y Emily Galarza, de tercero de bachillerato.
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También hubo concurso de mejor narrador del gol tricolor. Y varias trivias del Mundial que permitieron que más estudiantes participaran, aprendieran y se mantuvieran motivados en esos minutos del entretiempo.
Jenny Menoscal, directora distrital 091005 del Ministerio de Educación, quien estuvo en ese plantel, explicó que estas celebraciones deportivas fomentan el respeto, el sentido de pertenencia y orgullo hacia el país.
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Los estudiantes universitarios también disfrutaron del partido de la selección ecuatoriana. Por ejemplo, en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG) se habilitaron dos pantallas gigantes para vivir la emoción del segundo encuentro de la Tri.
Allí llegaron cientos de estudiantes, la gran mayoría con su camiseta, gorros y banderas.
Mariela Vinueza acudió junto con sus primos que estudian en la Universidad. “Como ellos tenían clase decidimos reunirnos aquí para que no se les haga lejos. Siempre vivimos el fútbol en familia”, comentó ella.
En ese escenario se repitieron una y otra vez cánticos y barras, como “Grande, Enner; grande, Enner”, “Vamos, vamos, Ecuador”, y cuando salían tomas de la hinchada o selección de Países Bajos, decían: “Quieren llorar, quieren llorar”.
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Adicionalmente cantaron varias veces el Himno del Ecuador con mucha emoción y respeto para darse ánimo en los últimos minutos. También las federaciones de estudiantes regalaron camisetas a quienes respondían correctamente las trivias.
Luego del empate a 1, los jóvenes retornaron a sus clases, otros salieron del sitio, pues su jornada había concluido. (I)