La tercera edición del concurso Bacones Floridos realizado por la Municipalidad de Guayaquil tuvo acogida en 26 distintos sectores de la ciudad. Ganaron 18 concursantes y recibieron premios en efectivo de entre $ 1.500 y $ 16.500. Los participantes son vecinos de la misma localidad, quienes entre esfuerzos, tiempo y dinero han logrado ganar por su creatividad en los balcones de sus hogares.

La belleza, alegría y colorido que transmiten en las macetas de flores que guindan en los balcones hacen que el sector tenga más vida.

Otras personas visitan estos pequeños callejones para observar y deleitarse con el colorido de las flores y sus detalles complementarios, que son alusivos a animales como monos, loros y tigrillos.

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Este Diario brinda en esta entrega detalles de otros tres ganadores en la categoría colectiva, que tuvo nueve triunfadores:

Una cuadra floreciente refleja naturaleza en Los Almendros de Mapasingue

Con su uniforme que la representa como Los Almendros y sus Balcones 2 se halla Mariela Lavayen, habitante de Mapasingue Oeste. Orgullosa, explica que volver a ganar en la categoría de balcones floridos es una bendición, ya que con sus vecinas siempre han participado y obtenido triunfos.

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“Ella es la líder del grupo, quien siempre da ideas: con qué plantas vamos a trabajar, cómo se ejecutará el proceso, qué plantas comprar, qué detalles realizaremos”, indica una de sus vecinas, que pide no citar su nombre.

Antes de concursar, Mariela tuvo una reunión con sus vecinas para ponerse de acuerdo con sus metas y ejecutarlas.

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Viajaron a Milagro para comprar en los viveros las flores que tenían planificado exponer en el concurso, y en todos los balcones colocaron un aproximado de 200 plantas de 40 especies. Luego, hicieron detalles con plásticos para resaltar las especies y darles más vida.

Además, los detalles que ellas realizan resaltan el lugar y lo embellecen aún más.

Actualmente, Mariela y sus vecinas están planificando un pequeño evento por las fiestas julianas.

Ganadoras muestran su premio por su balcón ganador. Foto: Ronald Cedeño

En Balcones de Colibrí se motiva a otros vecinos a cuidar las plantas

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Feliz y mirando sus flores se encuentra Alejandro Quimí, morador de Flor de Bastión, quien rodeado de plantas explica que el proceso de adornar y reparar sus hogares fue exhausto y de mucha perseverancia, porque les faltaba poco tiempo para el concurso Balcones Floridos que organiza el Municipio.

Él junto con sus vecinas viajaron a Milagro, pero no consiguieron las flores que querían. Luego fueron a Manabí a encontrar las especies que querían.

“No dormíamos, trabajamos todo el tiempo, porque queríamos que todo salga perfecto y lindo”, indica Quimí

Poco a poco entre vecinos se ayudaban mutuamente, arreglando los hogares de cada uno, ya sea pintando, ubicando las macetas y cuidando las flores para que no se mueran.

Al finalizar, las casas quedaron deslumbrantes por la ingeniosidad y esfuerzo que pusieron en cada maceta.

“Mediante nuestro trabajo queremos enfatizar y motivar a las personas, que lo vean como un ejemplo de cómo tienen que cuidar sus plantas, ya que son creadas por Dios”, dice Viviana Nieto, una de las vecinas.

Con el premio ganado algunas de sus metas en conjunto son hacer arreglos en sus hogares y ayudar a sus familias.

Balcones El Colibrí fue uno de los ganadores por su balcón florido. Foto: Ronald Cedeño

Flores y murales destacan en balcones de Semillas de Vida

Evelyn Castro, moradora de Mapasingue Este, y sus vecinas enseñaron con alegría sus balcones llenos de flores y murales que realizaron con perseverancia para ser uno de los ganadores del concurso Balcones Floridos en la categoría colectiva y obtener el premio de $ 16.500.

Semillas de Vida es el nombre de este arreglo que se hizo en la cooperativa 1 de Mayo. Evelyn junto con su equipo comenzaron a pintar las paredes y arreglar cada maceta, ubicándoles detalles de flores hechos con fómix.

Al comenzar siempre hubo buena comunicación entre ellos y ayuda si alguien necesitaba de algún elemento.

Cada uno de sus integrantes invirtió en su balcón para poder concursar. Además, viajaron a Milagro y a Durán para comprar flores de diferentes tipos, como hortensias, besitos colombianos y girasoles.

Esta esquina luce radiante por los diferentes colores que destacan frente a una estación de buses del sector del norte de Guayaquil.

Con el premio ganado, de $ 16.500, cada una tiene como meta invertirlo en arreglar sus casas y pagar calamidades familiares. (I)