Vecinos de la isla Trinitaria, en el sur de la ciudad, acudieron al viacrucis por Viernes Santo, en el que se presentaron jóvenes y niños de la parroquia Natividad del Señor para dramatizar los últimos momentos de Jesús antes de ser crucificado.

El recorrido se inició a las 10:00 por la avenida Los Ángeles 2, en el sector del Trinipuerto, y terminó en la parroquia Natividad del Señor, ubicada en la isla Trinitaria, cooperativa Che Guevara, en el sur.

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El padre John Macías, párroco de la iglesia Natividad del Señor, comentó que este año se dedicó la procesión en favor de los niños y la juventud, para rescatarlos en valores, que se evite que caigan en vicios como el alcoholismo, la drogadicción o en la delincuencia.

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Él comentó que desde hace un mes se ha ensayado el viacrucis con los jóvenes para inculcar el sacrificio de Jesús, enseñarles los valores del sacrificio, del amor al prójimo. El papel de Jesús fue interpretado por Antoni Álvarez; María fue representada por Danna García; el primer soldado fue Juan Cedeño, entre otros jóvenes que se mostraron entusiasmados de ser parte del recorrido de fe.

El padre Macías comentó que en esa parroquia asisten a diversas actividades más de 60 niños, también hay grupos de madres, adultos para organizar actividades como esta.

Jóvenes de la iglesia Natividad del Señor participaron en la procesión dramatizada en el Trinipuerto. Foto: José Beltrán. Foto: El Universo

A la procesión acudieron decenas de familias del sector junto con los niños que apreciaron las escenas previas a la crucifixión de Jesús.

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“Hay que enseñarles que hubo el sacrificio de Jesús, que debemos ser buenos hijos, hay mucho trabajo que hacer en los niños, demasiado, pero pensamos que Dios está de nuestro lado y con actividades en la parroquia y ayuda externa también podemos sacarlos adelante”, explicó el padre.

En la procesión también hubo personas que acudieron para pedir por la salud de sus familias. Una de ellas fue Irene Sánchez, moradora de la Trinitaria, quien comentó que pide por la salud de su hogar ya que ella padece de artrosis, su esposo tiene diabetes y tiene un hermano con el 75 % de discapacidad intelectual que sufre frecuentes ataques de comportamiento.

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“Mire, aquí en la boca tengo morado, me dio un cabezazo en la cara. Aquí en la cara me mordió, siempre se porta mal, como niño malcriado, se me ha escapado varias veces, en casa lo tengo con rejas porque es muy difícil. Me siento muy preocupada porque temo que ataque contra mi vida y eso es lo que le pido a Dios: que me dé paz, que mi hermano se controle un poco y poder yo también trabajar, hacer mis cosas”, comentó ella.

El padre John Macías, párroco de la Natividad del Señor, dijo que se trabaja con los jóvenes y niños de ese sector del Trinipuerto. Foto: José Beltrán. Foto: El Universo

También acudió Marcela Quiñónez, quien cargó una cruz y una vela en las manos durante todo el recorrido. “Yo pido por la salud de mis hijos, de la mía, nosotros no tuvimos COVID-19, Dios nos cubrió entre tantos enfermos, eso es algo que quería agradecerle y esperé a esta procesión para hacerlo. Ahora pido que me los cuide de la delincuencia, que no se topen con gente mala”, comentó la mujer.

En el sitio también llegaron vendedores de cruces, de agua, de bolos, entre otros productos para aplacar el calor. (I)


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