“Venga, lleve para el amigo secreto”, “Lleve para el marido, para el novio”, “Aproveche, dos por cinco, dos por cinco”. Son las frases que retumban al transitar en los pocos espacios libres de las aceras de las calles Lorenzo de Garaicoa, desde Clemente Ballén hasta Colón .
Ese espacio público ahora se convirtió en una galería o como ellos dicen ‘mall del paso’, ‘mall del piso’.
En diciembre, sobre todo en estas últimas semanas, aumentan las ventas en el sector del Mercado Central, uno de puntos comerciales más importantes del centro de la Perla del Pacífico.
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Es así que los vendedores ya se ubicaron uno al lado del otro en las aceras junto a sus tendidos o sus colgadores para ofrecer casi de todo en torno a la Navidad, incluido el chancho hornado.
A lo largo de la calle Lorenzo de Garaicoa, entre 10 de Agosto y Sucre, se exhiben pijamas, interiores, accesorios navideños, juguetes, ropa de mascotas en tendidos en el piso o colgados pequeños exhibidores y hasta en las cercas de protección del sistema Metrovía se colocan productos para exhibirlos a quienes transitan por ese sector.
Allí, los precios van desde 1 dólar la ropa de niño, 5 dólares una pijama navideña manga larga, dos camisetas por 5 dólares, sandalias a 3 dólares.
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Y es que el comercio allí es variado: hay oferta de ropa abrigada de vendedores que llegan de la Sierra, también blusas y ropa fresca de comerciantes locales y extranjeros, sobre todo venezolanos.
“Aquí compra el pueblo, es barato, bonito, así como nos gusta. En los centros comerciales no nos alcanza”, comentó una de las compradoras que buscaba unas pijamas navideñas para pasar la Nochebuena con su familia.
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Asimismo, estos días son de oportunidad para quienes llegan con su camioneta llena de ollas de comida como guatita, chancho hornado, llapingachos y hasta pollo broaster.
Los compradores cansados de la jornada de caminata aprovechan las mesas plásticas que se instalan en la vereda para comer alguno de estos platillos típicos que usualmente se ofrecen en ferias populares.
Según la ordenanza municipal, las aceras son vía pública que debe estar despejada al transitar, sin embargo, debido a la alta afluencia comercial y sobre todo de vendedores ambulantes esta situación no se cumple por estos días.
Personal del Municipio de Guayaquil informó que se realizó la división de los cuadrantes del centro de la urbe para realizar recorridos de controles en esos espacios público y evitar inconvenientes delictivos.
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Allí agentes metropolitanos realizan recorridos para evitar que se acumule de personas.
La ocupación de aceras para ventas navideñas informales activa operativos en cuadrantes del centro
También la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) tiene personal para dar continuidad al tránsito y evitar que se queden en ese sitio para comprar o esperar a pasajeros.
En esas calles también personal de la Policía Nacional realiza caminata por las noches, mientras los vendedores despejan las calles. (I)