La reconstrucción integral de la calle Guayacanes, en Urdesa central, genera aún inconvenientes para moradores y propietarios de restaurantes ubicados a lo largo de dicha arteria. A casi cinco meses de haberse iniciado los trabajos, la queja gira en torno a la poca celeridad de la obra.

Hasta mediados de diciembre, aseguran, estaba previsto que se finalicen los trabajos que inicialmente se habían concebido por tramos. La obra tenía un plazo de 120 días para su ejecución. El compromiso de inversión es de $ 2′977.307,62.

“Ya se abrió la Víctor Emilio, pero aún tenemos polvo, tierra que aún la mueven y huecos que ahuyentan a clientes”, dice la propietaria de un restaurante ubicada en Guayacanes y Antonio Sánchez. Ella ha reducido casi el 40 % sus ventas y ha tenido que modificar sus horarios de atención ya que asegura que el flujo de clientes es mínimo.

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‘A los clientes les incomoda comer en medio del polvo’. En Urdesa esperan que trabajos se aceleren; Municipio estima que en diciembre estará lista obra

“Los deliverys incluso no quieren venir a recoger mucho producto acá porque les toca saltar los huecos o dejar su moto lejos y entrar a los locales”, comenta.

La propietaria lamenta que haya llegado diciembre, un mes en el que su facturación es elevada, y no haya podido alcanzar lo previsto a inicios de año.

Ella, por ejemplo, había hecho una inversión para este mes considerando que era el plazo en el que se terminaba la obra.

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Carlos Barrezueta, presidente de la Asociación de Restaurantes del Guayas (Asorest), sostiene que la afectación al sector de restaurantes ubicado a lo largo de la calle Guayacanes no es algo nuevo. La reducción en ventas de los locales se ha registrado casi desde mediados de año con el inicio de los trabajos.

“Sabemos que esto será algo que nos beneficie, pero la complicación que tienen los clientes ahora para ingresar a los negocios ubicados a los costados de los trabajos no es algo cómodo”, indica.

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Algunos locales, afirma Barrezueta, se han ingeniado para levantar su facturación a pesar de la obstrucción que existe en la calle.

Cierres en calles de Urdesa para ejecución de obras de reconstrucción de aceras y bordillos

Según informó el Municipio, a través de su cuenta de Twitter, a mediados de diciembre se realizó la instalación del conducto cajón y colector de AA. SS. en la calle Guayacanes. Sin embargo, para dueños de restaurantes esto no representa un gran avance.

Para Francesca Ferrero, propietaria de Morogrill, la obra está en abandono. Cita que para la quincena de diciembre se les había indicado que sería la culminación de trabajos, pero no este plazo no se cumplió.

También refiere que no se les ha indicado una nueva fecha para que finalice la obra. “No nos han convocado, es un abandono total”, recalca Ferrero.

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“Si no tenemos fecha, no podemos hacer proyecciones, no podemos hacer inversiones, no podemos hacer nada. No nos vamos a lanzar a hacer algo en enero si es que esto se mantiene, sería dinero perdido”, expresa el dueño de otro local de comida ubicado en Guayacanes y Acacias.

Incremento de tráfico inquieta a conductores

El tráfico que se genera pasadas las 16:00 molesta también a los conductores que se movilizan por Urdesa para dirigirse hacia Miraflores y a Urdesa norte. Las quejas se han trasladado a redes sociales para solicitar atención por parte de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM).

Hasta el mediodía de este viernes 23, al menos cinco uniformados de la entidad estaban controlando el tránsito en las intersecciones de Guayacanes y Acacias, Guayacanes y Víctor Emilio Estrada, asimismo, en la zona de Lomas de Urdesa. Allí también se observaron las camionetas de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG).

“Una sola calle cerrada genera tanto tráfico, creo que por el bien de quienes cruzamos por Urdesa a diario se debería acelerar la obra. Esto es un caos que por más vigilante que se disponga no se soluciona”, indicó Luis Andrés Preciado, quien realiza carreras en un aplicativo de taxis y se moviliza por la calle Ficus a diario.

Mariela Ponce señala que por seguridad de los moradores de Urdesa se debería prestar atención a como va la obra. Ella es estudiante y a diario debe quedarse a tres cuadras de su casa porque los taxis no pueden ingresar. “Es peligroso, oscuro y en la noche nadie está vigilando”, indica Ponce, quien fue víctima de un asalto cuando se dirigía a su casa ubicada en la calle Acacias. (I)