Una serie de fotos muestran lanchas ocupadas por pescadores abriéndose paso en las aguas del río Guayas, niños caminando sobre un sendero de madera y aves surcando la naturaleza de la zona. Son parte de la exposición fotográfica de Wladimir Torres que luce en dos paredes plegables del observatorio flotante instalado en el muelle de la isla Santay.

Al ir observando estas imágenes, los visitantes ven de fondo el río Guayas mientras se percibe el ligero movimiento de la marea y cómo van asomado de fondo los atracaderos del sur y edificaciones del casco céntrico de Guayaquil. Es parte de la vivencia en el nuevo atractivo de la isla, situada a apenas a 800 metros de Puerto Principal.

Con esta propuesta se pensó en contar con este espacio para actividades de la historia, cultura, arte, encuentros literarios, educativos y además rescatar tradición costera para impulsar más la visita de ciudadanos locales y extranjeros, comentó Patricio Cajas, miembro del grupo Amigos de Santay.

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Este proyecto fue impulsado por Amigos de Santay, organización Natura Futura, con un grupo de arquitectos, entre ellos Juan Carlos Bamba, y entidades como Young Living, Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), entre otras.

El observatorio flotante es una estructura de madera, excepto el techado, con elementos y recursos propios de la zona de Babahoyo, donde empezaron las labores de construcción a mediados del año pasado.

La casa flotante fue construida en Babahoyo y vino navegando por varios ríos. Foto : Francisco Verni Foto: Francisco Verni

Hace tres semanas, la casa flotante llegó remolcada desde Babahoyo en una travesía que se pensaba duraba diez horas, pero se extendió 26 horas en el río San Pablo, Catarama, Babahoyo y río Guayas.

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“Antes se habitaba en viviendas de madera que flotaban sobre los ríos, todavía queda algo muy poco en Babahoyo, ahí se pueden observar algunas viviendas, bueno eso es parte de lo que queríamos hacer, rescatar eso”, dijo Cajas, sobre la idea de habitabilidad flotante.

Ahora, el observatorio de 56 metros cuadrados, que se asemeja a una vivienda de balsa, se encuentra adosada al muelle principal de la isla con miras a tener su inauguración el 27 de agosto, que se conmemora un hecho histórico que busca rescatar la agrupación.

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En 1829, Simón Bolívar es diagnosticado con una enfermedad por lo que médicos le recomiendan ir a Santay, siendo esa su última estancia en Ecuador hasta su muerte.

Moradores de la Abel Gilbert recogen firmas para que se reabra puente peatonal que conduce de Durán hacia la isla Santay

“La isla es un sitio hermoso, como para pasar una mañana, una tarde, un día, los atardeceres ahí son hermosos, disfrutar de la naturaleza y un ambiente que se trata de conservar. Las paredes son unos paneles plegables en algún momento si desea abre y se queda en una plataforma sobre el río”, comentó Cajas.

La agrupación espera que de manera permanente se dé a conocer parte de la historia de la isla Santay y además tener exposiciones itinerantes como una muestra de la comunidad de abrirse más a los habitantes de zonas aledañas y de otros cantones.

Asimismo, cada mes se espera tener exposiciones e incluso albergar eventos y reuniones que puedan servir en el mantenimiento de la plataforma. Este sitio está administrado de manera conjunta con Amigos de Santay con miembros de la comunidad y guardaparques de la isla.

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Por otra parte, entre la comunidad se espera que el Gobierno impulse el mantenimiento de esta zona de conservación, principalmente con camineras que sufren deterioro constate y deben ser intervenidas.

Muestra fotográfica se expone en observatorio. Foto: El Universo

Alberto Domínguez, administrador del área de Santay, observó con entusiasmo la puesta de un nuevo representativo sitio turístico para atraer la llegada de visitantes.

Además invitó a los ciudadanos a que acudan a sus distintos atractivos e incluso experiencias que se pueden vivir en la isla.

“Se busca mostrar parte de la cultura de Santay, el objetivo es que conozca en qué se desarrolla, el 30 % trabajamos en turismo y el 70 % en pesca artesanal, la gran historia de Santay que muchas veces se desconocen”, dijo el representante de la comuna, integrada por unas 300 personas.

A futuro, Amigos de Santay espera colaborar en temas de capacitación sobre diversos temas, como derechos de niños y niñas, educación en la isla y las perspectivas de los adolescentes.

“Quisiéramos pensar en el involucramiento de otras organizaciones”, dijo Cajas.

Visitantes disfrutan otra vez del paso a la isla Santay, pero esperan que arreglen camineras

Benito Parrales, encargado del observatorio en la isla, cuenta que en esta nueva plataforma se busca dar el cuidado necesario al sitio y dar explicaciones a los turistas sobre la historia y costumbres de los isleños que se refleja en las fotografías ahora expuestas.

El sitio se mantiene abierto de 08:30 a 16:30 de martes a domingo. Por ahora el espacio no tendrá costo.

“El visitante viene a respirar el aire puro y estamos analizando tener presentaciones con amorfinos, leyendas, cuentos y cómo se formó la isla, eso también compartir”, dijo el comunero, que ha sido presidente de la comuna.

Justamente, el grupo Amigos de Santay espera recolectar historias conocidas por los comuneros, como Benito, para ofrecer detalles de la vida isleña en el nuevo observatorio. Parrales fue el impulsor en constituir el espacio de la cocodrilera, uno de los más importantes atractivos de la zona, cuando se caminaba por senderos de lodos y no se contaba con las camineras de madera para la movilización de locales y turistas.

Servicio de hospedaje en cabañas ofrece la isla. Foto: El Universo

Otras actividades de turismo siguen en la isla

Con la reanudación del flujo de visitantes a través del puente basculante que une el sur de Guayaquil a la isla Santay, la reactivación de sus actividades turísticas en la ecoaldea continúan con distintos servicios, como el alquiler de bicicleta por tres horas a $ 4, una cabaña de hospedaje por $ 30 por persona, que incluye alimentación, transporte y guianza nocturna para admirar la fauna de Santay y un restaurante.

Además, como parte de los atractivos se ubica la cocodrilera, que se ingresa gratuitamente, y paseos en bote con valor de $ 6 hacia Guayaquil o alrededor de la isla, con el paso por el sector Isla del Gallo, que tiene variedad de aves, por $ 15.

“Santay tiene 2.214 hectáreas con su fauna en hábitat natural que en la noche si tenemos suerte se puede admirar un oso hormiguero, mapache, tigrillo o tal vez un venado de cola blanca”, comentó Domínguez.

La comunidad busca presentar un proyecto de mirador de aves en la zona del sendero natural, que se ubica a unos 15 minutos de la ecoaldea. Esa idea se busca presentar a los ministerios del Medio Ambiente y Turismo para impulsar más el arribo de turistas con actividades ecoamigables.

Para los recorridos se pueden hacer reservas de grupos de turistas a través del 098-167-0933. (I)