Muchos guayaquileños han convivido toda su vida con un estero Salado lleno de basura y emitiendo un olor desagradable, especialmente en días donde se registran altas temperaturas.

Durante varios años se han anunciado distintos planes de remediación de las aguas; hasta en el 2013, el expresidente Rafael Correa dijo que esperaba en el 2017 bañarse allí, aunque esto no lo pudo cumplir.

El estero Salado es un ícono de la ciudad y ha sido testigo de su crecimiento y recibido las consecuencias de los distintos rellenos colocados con el objetivo de urbanizar. Un biólogo guayaquileño también sueña con la mitigación de este espacio acuático.

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Wilson Quinde, de 55 años, anhela poder recuperar el estero en el que sus padres, abuelos y tíos, así como miles de guayaquileños, disfrutaban tardes de esparcimiento.

Firma Visolit inició labores en el estero Salado de Guayaquil bajo un nuevo contrato de 7 años

“El sueño es ver los turistas haciendo pesca deportiva, utilizando el estero como juegos ornamentales, de esquí, haciendo un pequeño balneario o hacer cafeterías o restaurantes como el malecón”, explicó.

El plan del especialista es tratar el agua con diversos tipos de bacterias, las cuales van a crear un entorno adecuado para el crecimiento de diversas especies que conviven en los ramales y esto a su vez atraerá a aves que se alimentan de ellas. Este no es un plan nuevo para él, lo viene planteando desde hace más de tres décadas.

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“Las bacterias tienen unas propiedades cada una de ellas, unas pueden producir sustancias que inhiben crecimientos de otras bacterias”, explica.

Entre las que se emplearían están las que producen ácido láctico y que a su vez permitan la alimentación de otras, por lo que es un proceso concatenado. Este proceso de cultivos microbiológicos es monitoreado a través de pruebas y análisis que permite evidenciar el avance.

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Contaminación en el estero Salado en el 2020.

Plan de mitigación

La idea, que plantean con otros especialistas de diversas ramas, es que se cambie la proporción de bacterias dañinas que actualmente se encuentran en el estero y que estas sean desplazadas por otras que contribuyan.

“Los lactobacillus van a ayudar en una fase y las que terminan otra fase son otros tipo bacillos para que puedan lograr todo lo que es la materia orgánica que está disuelta en el agua se convierta en un fertilizante y todos los nutrientes tóxicos que tiene el agua se conviertan en fertilizantes. El problema del estero Salado por el cual no se maneja de forma instantánea es el problema de subida y bajada de mareas, porque ellos piensan que el producto se va a ir con el agua cuando lo ponga, entonces hay que ser un poquito más estratégico en este caso”, señaló.

Alistan planes para bajar contaminación del estero

Quinde estima que el proceso tomaría alrededor de 2 años y medio para hacer la mitigación tanto en el agua como en el suelo, en este aspecto se menciona el fondo marino del estero que ha sido cubierto por sedimentos. Por análisis que han realizado se estima que por cada metro cúbico hay 17 a 19 kilos de sedimento. Para el 2011 habían estimado todo el proceso en poco más de 17 millones de dólares.

En el 2004 ya realizaron una prueba en un espacio de al menos 5 hectáreas del estero. Allí aplicaron varias bacterias y estas hicieron que el entorno evolucione favorablemente, se llegaron a observar peces guppys y larvas de camarón en el sector aplicado.

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Junto con varios especialistas, Wilson Quinde busca impulsar el rescate del estero Salado. Foto: El Universo

“Podría estar una solución de eliminar los malos olores en los primeros siete días, en mayor o menor grado, el olor salitroso y de por sí la podredumbre de las maderas, de los árboles, pero es diferente al que tenemos ahora que es sulfuroso”, añadió.

Refiere que el tono que debe tener el estero debido a su salinidad es de un tono pardo y ligeramente café.

Parar la contaminación

La mitigación del estero no solo implica intervenir en el agua y suelo, Quinde explica que lo que primero que se debe hacer es parar la contaminación que se realiza en el lugar y la limpieza de la basura acumulada.

“Se encuentra que hay gente que bota sustancias, son tuberías clandestinas que emanan de manera fortuita, agazapados entre la maleza, no cortan la maleza para dejar visible la tubería, botan sustancias que deberían ser tratadas y que van a tener un costo para ellos y lamentablemente inhiben el crecimiento de muchos animales”, refiere.

Añade que las bacterias y otros animales como la pulga de agua son susceptibles a los cambios que hay en el agua o hasta el jabón que se vierte.

“Esto es un trabajo mancomunado, yo he estudiado 30 años el comportamiento de las aguas y de las bacterias y esto me ha llevado a entender estos procesos, se necesitan trabajos de médicos, psicólogos, ingenieros en construcción para ver las redes de desagües, biólogos”, dijo.

Quinde menciona también que es necesario la educación para que ya no se permita la contaminación.

“Espero que sea pronto y hay mucha gente detrás de esto para poder mitigar la parte del estero Salado, sería increíble tener de alguna manera una fuente de agua en la cual nosotros podamos el fin de semana pasar un momento agradable con nuestros hijos y reunirnos con nuestra familia y una actividad acuática”, finalizó.

El biólogo explicó que ha buscado acercarse en varias oportunidades a las autoridades seccionales en años anteriores, sin embargo, no ha tenido eco su propuesta. (I)