Estudió Música (toca el violín) y Filosofía, pero hoy es conocido como el maestro de lo oculto.

Johannes Stötter se especializa en crear nuevas formas a partir del cuerpo humano. Pinta los cuerpos de sus modelos (los cuales deben permanecer varias horas inmóviles) con resultados que asombran (y confunden) incluso a las miradas más afiladas. La clave, asegura, está en los detalles que vuelven más real la ilusión.

“Desde que era niño, siempre me ha gustado dibujar. Incluso en aquel entonces, ya sabía que quería ser artista”, comentó para una revista italiana. “Pensé que sería interesante pintar un cuerpo humano, aunque en ese momento no sabía nada sobre pintura corporal: nunca había oído hablar de ella, no había visto fotos, no sabía si existían pinturas especiales. Dos o tres años después, tuve la oportunidad de probarlo, e instantáneamente supe que había encontrado mi vocación”.

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Parte de su proceso creativo incluye una cámara fotográfica. Las imágenes le permiten visualizar su creación como un todo y entonces puede agregarle más elementos o corregir los puntos que aún necesiten más trabajo. “Cuando tengo una idea, primero la apunto en forma de boceto. Luego, lo pruebo en una persona y, si funciona, elaboro un dibujo más grande, más detallado y coloreado, tratando de imaginar el resultado final. Al final, lo ejecuto en un cuerpo, a menudo agregando detalles”, explicó, aunque admitió que lo más difícil es encontrar las modelos que tengan el tiempo disponible que es necesario para una de sus creaciones. “Puede ser un proceso muy largo”.

Pero es precisamente el uso de cuerpos humanos lo que transforma su trabajo de un lienzo plano a una creación viva. Su canal de YouTube recoge algunos videos en los que se ve cómo las modelos no solo se unen para dar forma a la figura, sino que le dan movimiento como si se tratara de un animal real. Lo visto y lo oculto se mezclan.

Conectado con la naturaleza

Stötter vive en el norte de Italia, en un pueblo de los Alpes, donde se mantiene en una profunda conexión con la naturaleza que es de donde proviene gran parte de su inspiración. Sabe que sus creaciones son efímeras (solo duran mientras la modelo forme la figura), pero considera que esa característica de ser momentáneo solo le aporte belleza. “Creo que nos hace más conscientes, por ejemplo, de dejar ir las cosas. También nos hace percibir el arte más intensamente”.

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El artista espera que su trabajo invite a reflexionar también en el vínculo que existe entre humanos y la naturaleza y también a entender que hay mucho más allá de lo que vemos a simple vista.

Más: www.johannesstoetterart.com